Mentes brillantes

Thomas Lilti regresa tras la cámara para volver a contar una historia de médicos, más en concreto de estudiantes que anhelan entrar a formar parte del selecto grupo que pueden cursar esta disciplina. Se centra en dos alumnos que entablan una gran amistad mientras se preparan el acceso a la universidad. Son dos personajes diferentes en sus motivaciones y convicciones.

Uno es hijo de médico, y más parece la influencia de la despegada figura de su padre, lo que le incita a imitarle, con una escasa motivación inicial. Su compañero en la andadura es la segunda vez que lo intenta, y parece mostrar una verdadera vocación.

Hay un retrato certero de las angustias, de la presión en extremo ante unas exigencias y competitividad que pueden llevar al límite, en lo físico y en lo mental. Los protagonistas se compenetran bien, e intentan conllevar el duro camino que les espera, sin que ninguno se quede atrás. Y la cosa no resultara fácil. Esta simbiosis pasará por altibajos que el director resuelve con una idea recurrente en su obra, el compromiso.

En “Hipócrates” lo mostró con la ardua tarea emprendida por un médico residente y en “Un doctor en la campiña” nos puso en la piel de un médico rural que unía a su pasión por el trabajo, una filantropía que causaba adhesiones.

En esta ocasión me cuesta más creerme del todo el final de la cinta. Cuando se alcanza algo por lo que literalmente te has dejado la piel, pasada la tormenta, pueden rondar por tu cabeza pensamientos muy dispares. Y las circunstancias por las que cada uno atraviesa son en cierto modo intransferibles. Las que aquí se nos proponen me convencen a medias

Amistad vs. Competitividad

Antoine (Lacoste) y Benjaim (Lebghil) se presentan como dos estudiantes realistas. Cualquiera que haya estudiado ha vivido multitud de las situaciones que la película recoge. Antoine es un chico cabreado constantemente por su autoexigencia por conseguir los resultados que él quiere a toda costa. En ocasiones el personaje trata mal a los demás al no poder gestionar el estrés que le supone esta situación y siente envidia y enfado cuando los otros sobresalen por delante. Un personaje que está acostumbrado a las ingestas supremas de información, sin darse cuenta también de la importancia del descanso y la relajación. Esto le llevará al propio límite de su cuerpo y su mente.

Por su parte, Benjamin es un chico presionado por su padre médico y por una vida en la que pese a su facilidad por lo estudios no encuentra una verdadera motivación. Esto le llevará a intentar hacer feliz a su intransigente padre en todo momento. En este camino conocerá a Antoine, que tras repetir varios años sigue intentando entrar a Medicina. Ambos empezarán a estudiar juntos y esto creará un fuerte vínculo entre ellos. No obstante, el afán competitivo y la inestabilidad de Antoine hará que la relación de amistad entre ambos se tambalee.

Diferencias y similitudes

Pese a que Mentes brillantes es muy cercana a los jóvenes se entiende mucho más para los franceses por el sistema educativo. Su forma de acceso para estudiar Medicina son exámenes especiales para la carrera, mientras que en España la forma de acceso en la actualidad es la Selectividad. No obstante, pese a esta diferencia nacional, son muchos los factores iguales que todos los estudiantes poseen a nivel global.

Los alumnos siempre tienen una serie de particularidades. El repaso entre varios es una técnica muy buena para aprender de mejor manera. Las situaciones cómicas del filme como dormirse estudiando, buscar la estadística de los test, quedarse en blanco antes del examen o pegarse las hojas en la ducha para seguir estudiando son bastante familiares para mucha gente. Además, la pérdida de la vida social durante la época de exámenes es bien conocida también.

Sencilla y eficaz

Pese a las similitudes y las diferencias es cierto que el filme puede resultar excesivo en la especialidad médica. La cinta gira alrededor de este asunto, pero en muchas ocasiones las conversaciones pueden llegar a resultar totalmente innecesarias, a no ser que te dediques a la misma profesión. Pese a ello, es una pena que no existan películas de este estilo en España, con el mismo tono indie y la misma comedia elegante, más allá de las series o películas juveniles centradas en institutos o universidades y muy alejadas de lo que de verdad sucede.

Cinematográficamente Mentes brillantes es bastante sencilla pero eficaz, con personajes adorables y bien construidos. Queda clara la motivación de la cinta acerca de la dureza de los estudios y de la importancia de la amistad por delante de la competitividad. El único gran problema es que sea tan corta y deje con ganas de saber más. En algunas ocasiones las películas no es necesario que muestren todo lo que sucede después, pero en este caso es bastante importante. Deja con algunas dudas considerables acerca de la relación entre su hermano y el amigo, las relaciones con los padres o la historia entre Benjamin y su vecina. A pesar de ello, el libreto es bastante circular y cerrado.

Conclusiones

Mentes brillantes es un buen reflejo de la realidad que sufren los estudiantes universitarios hoy en día. A pesar de las particularidades del sistema educativo francés es extrapolable a cualquier sitio. La bonita relación de amistad de los dos personajes principales y sus idas y venidas hacen que el espectador empatice con ellos. Un filme que peca sin necesidad de ser demasiado específico con el tema de la medicina y del que se echa de menos un poco más de recorrido de guion. Pese a todo probablemente es de verdad una de las cintas francesas del año, pese a que en Francia siempre se publiciten las películas de este modo.

Escrito por Miguel Ángel Romero
https://cinemagavia.es/mentes-brillantes-critica-pelicula/

Me animo a escribir esta crítica porque al leer las de otros he visto que se reiteraban dudas sobre la credibilidad mayor o menor del final, así como quejas sobre lo poco elaboradas que están algunas relaciones entre los personajes. Me encantan las películas que no lo explicitan todo, que me dan pistas para que yo aventure y cree mi propia historia que complete la que me cuentan. En el caso de esta película el tema principal son las angustias que provoca la competitividad de un sistema selectivo que puede llevar a la enfermedad, y la denuncia de este sistema que no necesariamente va a generar mejores profesionales. Pero hay otros temas que se desarrollan en la película que no son el principal, y que no es necesario explicitar, tan solo insinuar.

Tola la filmografía de Thomas Lilti ha estado ligada al mundo de la medicina, un mundo que conoce bastante bien ya que aparte de dirigir película es médico. Con esta película cierra su particular trilogía que empezó con “Hipócrates” y “Un doctor en la campiña”. Siempre todas sus películas han tenido un contenido de denuncia social y en esta ocasión cuestiona el sistema para seleccionar a los futuros médicos.

Nos cuenta la historia de Antoine y Benjamin durante el proceso de preparación al examen final de acceso a la Facultad de medicina, un proceso bastante complicado que pondrá a prueba tanto su amistad como su vocación. Benjamin no tiene mucho interés de ser médico, pero brilla académicamente prácticamente sin esforzarse y Antoine está obsesionado por alcanzar su sueño, pero como no tiene tanta capacidad, el paso del tiempo le condenara a la impotencia y a la frustración.

Como ya comente antes el director aprovecha sus películas para criticar temas sociales que afectan a su país, como es la falta de personal sanitario. La cinta funciona bastante bien en reflejarnos la lucha de estos estudiantes, pero fracasa en el tema argumental, las continuas charlas sobre aspectos de la medicina de los protagonistas no tienen ningún interés.

Dentro del elenco de actores, destaca tanto la presencia de Vicente Lacoste, un habitual en las películas de Lilti y Willian Lebghil, que es la gran sorpresa de la cinta, nominado a mejor actor revelación en la última edición de los premios César. Los dos están secundados por un grupo de actores y sobre todo por extras que le dan a la película esa magia que desprende en algunos momentos.

Lo mejor: La química entre los dos protagonistas.
Lo peor: Cuando hablan de términos medicinales.

Pueden leer esta crítica con imágenes y contenidos adicionales en: http://www.filmdreams.net

"Mentes brillantes" es una película con un buen guión que la hace muy entretenida. Narra la historia vital de dos estudiantes. Destacan las interpretaciones de los papeles principales y la banda sonora. Es una película sencilla, bien ejecutada y fluida y, por tanto, recomendable.