Slasher: The Executioner (Miniserie de TV)

Ante todo hay que decir que Slasher es una gran tontería... si lo analizamos desde un punto de vista meramente racional. Si buscas fallos de guión, incoherencias y absurdos los encontrarás a patadas... al igual que sucede, en el tipo de películas que esta serie "homenajea" : asesino en serie omnipotente que está en todas partes y todo lo puede, chicas que huyen del asesino y se meten en un armario en vez de salir por la ventana, gente que tras varios asesinatos en el pueblo, pasea sola por calles desiertas y oscuras como si tal cosa... las incoherencias típicas de este tipo de películas.
Para disfrutar de Slasher, el espectador debe volver a ser el adolescente ávido de emociones y disfrutando con su primer Viernes 13, sin cuestionarse nada. Solo engullendo asesinatos, sangre y palomitas.
Una virtud que tiene slasher es su aceptación de lo que es. A diferencia de otras series, Slasher no se esconde tras argumentos enrevesados que pretenden tapar las inconsistencias sino que va de frente acumulando misterios, secretos sin orden ni concierto ofreciendo al espectador un festín de muertes y visceras.
Resumiendo, Slasher dista muchísimo de ser una serie redonda, tiene fallos, interpretaciones que bueeno pero si te gustan las pelis de terror y te apetece divertirte sin cuestionarte nada, aceptando barco y lo que te digan quizás deberías darle una oportunidad a esta serie.

Un guion terrorífico de lo malo que es, unos actores que, con alguna excepción, casi parecen amateurs, y la caracterización de los personajes... bueno, de eso no hay. Vi los primeros capítulos y decidí darle una oportunidad por si mejoraba algo, por desgracia cada vez va a peor. En serio, un despropósito de principio a fin.

Buscando alguna serie para hacer ameno mis días de verano, me topé con esta. Había superado un poco el vacío que otra serie slasher me fascinó meses atrás como fue "Scream". Tenía un título atrevido, y un asesino en portada que se llevaba todas las miradas.
La serie empieza fuerte, si no tiene una clasificación R me extraña, en 1988 un joven disfrazado como un verdugo, en plena noche de Halloween asesina brutalmente a una pareja de enamorados y le hace la cesárea a la chica de dicha pareja. Años más tarde, ese bebé ha crecido y se ha convertido en toda una mujer guapa. Sarah, así se llama, vuelve a la que fue su casa (lugar donde matan a sus padres) y comenzar una nueva vida en la ciudad. Casualidad o no, cuando vuelve, un nuevo verdugo aparece en la ciudad llevando a cabo una serie de asesinatos promovidos por los 7 pecados capitales.
Un cóctel entre "Seven" y pelis slasher como "Scream", "Halloween" o "Viernes 13".
La serie en sí, empieza fuerte, los primeros capítulos son de lo mejor, te van atrapando en la serie, empiezas a investigar incluso tu quien es el asesino. A partir del 5 episodio, la serie cae en bajón, y podemos señalar al asesino con el dedo. No es como la serie Scream, que en su primera temporada nos sorprendió sabiendo quien cometió tal barbarie.
La idea de los pecados capitales es buena, pero si se trata de una serie slasher, ¿cuándo se acaben los pecados, que pasará? Una pregunta que ocupa nuestras mentes y hace que le prestemos más atención a dicha pregunta que a la serie.
A pesar de que cuenta con buenos personajes como, el sospecho marido, una jefa ambiciosa, un alcalde misterioso, una rubia con grande pechos y mala actriz, un agente de policía putero y no nos olvidemos del reverendo, un personaje que se merecía más metraje.
En definitiva, si buscas una serie de misterio, terror y que te entretenga las tardes de verano, esta es tu serie.

Para empezar contando algo bueno, decir que los muchos asesinatos de Slasher, son bastante gores, y el killer, llamado 'el verdugo', es un tipo ingenioso, y creativo.
También muy bien que dure cerca de ocho horas, un total de ocho capítulos, porque se mantiene la intriga y el misterio mucho más que en una clásica peli de este género, que en apenas hora y treinta, está todo el pastel vendido. A cada capítulo que pasa, te quedas haciendo cábalas de quien es realmente el asesino.
Ahora lo malo, y bien malo, todos los actores de la dichosa serie, que van desde lo sobreactuado a lo irrisorio.
El guión también cogido con papel de fumar, no me quiero ni imaginar que sacarán para la segunda temporada ya en marcha
Nota final: 4.2 sobre 10.

Y es que desde luego esta serie un slasher si que es. Lástima que poco más se pueda decir del conjunto. El argumento, si bien no excesivamente original, no arranca mal del todo: en la noche de Halloween en un pueblo norteamericano en mitad de ninguna parte, una pareja es masacrada por un tipo disfrazado de verdugo que, para acabar de rematar, extrae al bebé de la esposa en plan cesárea extrema y se entretiene en acunarlo mientras espera a la policía. Como 30 años después, como corresponde a la protagonista de una película de este estilo, a Sarah Bennet, la niña ya crecida, no se le ocurre mejor idea que mudarse con su marido a la casa donde ocurrieron los asesinatos. Lo normal en temas inmobiliarios del terror, donde edificar encima de cementerios indios o en la boca del infierno igual hasta te sube el IBI. Casualmente, al tiempo que Sarah vuelve, también vuelve el Verdugo. O un Verdugo, porque el original está en cadena perpetua, aunque se entretiene en darle conversación a Sarah en sus ratos libres. Por aquello de tener su marca personal, este nuevo asesino en serie decide desarrollar una línea de trabajo en los pecados capitales, persiguiendo a culpables -según él- para matarlos como dicta el Antiguo Testamento -o sea, más basto imposible-. Hasta aquí todo bien. El problema está en que el guión es flojo, los diálogos pésimos -de partida de rol de adolescentes, no digo más-, los personajes están desarrollados fatal -con arquetipos de los malos en plan el amigo gay simpático, la vecina cotilla y desagradable, la animadora del equipo de futbol...- y la línea argumental va y viene (en zona spoiler dejo un par de ejemplos obvios). Además, los candidatos a asesino son tan pocos, que prácticamente a partir del capítulo 3 ya se sabe quien es. Con decir que los protagonistas usan siempre un "él o ella" para despistar, cuando estás viendo que el asesino es un mamotreto de 2x2 que se echa a las víctimas a las espaldas como si fueran una mochila ...
La idea podía haber dado bastante más de si y Katie McGrath podía haber hecho un personaje más ambiguo si le hubieran dado un papel mejor pero, desgraciadamente, el producto es lo que es. Puestos a escoger en este género, me gustó bastante más Harper Island. O la nueva versión de 10 negritos.