Togetherness (Serie de TV)

Cuando Todd Solondz dirigió en 1998 una película llamada "Happiness", está claro que en realidad quería decir unhappiness. Pues bien, cuando los hermanos Duplass (Jay y Mark) crearon esta serie y la llamaron "Togetherness" (algo así como unión o compañerismo) en realidad querían decir disaffection o distanciamiento, que es de lo que habla esta nueva serie de la cadena privada HBO, estrenada en enero de este año y que el pasado domingo emitió su octavo y último episodio de la primera temporada. La serie ya ha sido renovada a una segunda.

El género de la dramedy, esa combinación perfecta de drama y comedia, está dando muy buenos frutos, y la HBO, junto con Showtime, parece que se está especializando en ello. En este caso, la serie se centra en el matrimonio Pierson (Brett y Michelle), que por circunstancias de la vida han acogido en su casa al mejor amigo de Brett (Alex Pappas), que es casi como un hermano para él, y a la hermana de Michelle (Tina Morris). De esta manera, se ven obligados a vivir bajo el mismo techo, intentando lidiar con sus relaciones y perseguir sus sueños a nivel individual, algo nada fácil... Todos los personajes se encuentran en esa delicada frontera entre los treinta y los cuarenta. Una etapa de la vida en la que se está a vueltas de todo, ya nada parece que surja de manera natural, nada fluye, la llamada crisis de la mediana edad. Esa fase en la que la sociedad asume que tienes que tener tu vida encauzada, cuando a veces resulta que es cuando más patas arriba la tienes... La monotonía del matrimonio, la sensación de que deberías haber encontrado ya a tu persona, la sensación de que deberías haber encontrado ya tu vocación y por supuesto un trabajo definitivo, la sensación de que los sueños que tenías en tu juventud no parece que vayan a cumplirse jamás...

Los hermanos Duplass han creado, pues, una serie que supura verdad por cada una de las hondas heridas de sus personajes y esa es una de las grandes bazas de la serie, esa y la mezcla de vulnerabilidad, rechazo y adorabilidad que pueden causar sus personajes, porque todos sabemos que la frontera entre el cariño y el desprecio es una delgada línea muy fácil de cruzar, por lo que muy posiblemente tendremos sentimientos encontrados hacia los cuatro protagonistas. Así, por un lado, tenemos a Brett (Mark Duplass) y Michelle (Melanie Lynskey, para mí la mejor de la serie, su historia es la que más me ha enganchado), un matrimonio que lleva diez años juntos, y que ha perdido la chispa, la llama de la pasión. Michelle no quiere mantener relaciones sexuales con Brett. Ambos quieren arreglar la situación sin llegar al divorcio, porque se quieren, se tienen cariño, pero parecen más compañeros de piso que un matrimonio.

Por otro lado, tenemos a Alex (Steve Zissis), un hombre rechonchín y poco agraciado que sigue persiguiendo su sueño de convertirse en un actor de renombre. Está harto de que le llamen para castings de secundones graciosillos, quiere un papel protagonista. Alex está enamorado secretamente de Tina (Amanda Peet), la "hermana guapa", pero no por ello menos desequilibrada, de Michelle. Tina busca el amor, pero los hombres sólo la quieren por su belleza exterior, ninguno se toma la molestia de ver cómo es por dentro. Bueno, Alex sí, pero ella ni se fija en él, lo ve como su amigo regordete y simpático. La química entre Zissis y Peet traspasa la pantalla y claramente, en mi opinión, es uno de los platos fuertes de la serie, uno no se cansa de ver a estos dos.

No hace falta decir que todos los actores muestran sus defectuosos personajes con naturalidad y sinceridad y todo ello encaja a la perfección en esta especie de producción independiente para la televisión, que no tiene nada que envidiar a algunas de las joyas del festival de Sundance. Una serie donde lo verdaderamente importante no es lo que se cuenta, sino cómo se cuenta. Lo verdaderamente importante no es el lugar donde ocurre todo, sino los personajes a los que les ocurre todo, unos personajes con lo que podemos empatizar, a los que odiaremos y amaremos a partes iguales. Nadie es juzgado por cometer actos moralmente cuestionables. Podemos entender cuando alguno de los personajes quiere cometer adulterio, podemos entender cuando alguien quiere seguir en una relación que no funciona, sentimos todos y cada uno de los sentimientos encontrados de los cuatro personajes protagonistas, porque, como he dicho antes, la serie rezuma verdad, y ante eso la originalidad de las situaciones deja de ser un factor importante.

Una serie sobre la conexión humana, sobre la cercanía que buscamos cada día con la gente que nos rodea, gente que busca el contacto físico, una caricia, un abrazo, y no lo encuentran en la persona que tienen a su lado y con la que comparten la mayor parte de su tiempo.

Puede decirse que esta es una serie más sobre la amistad, pero su tono, sus diálogos, sus actuaciones y las formas en que la amistad se muestra la hacen una pequeña joya contemporánea de poco más de veinte minutos de duración semanales. Para comenzar, vemos a uno de sus creadores como protagonista, Mark Duplass. Su papel, el de Brett, es el de un hombre del cine que trabaja con el sonido para proyectos fílmicos. Vive con su esposa y sus dos hijos. Allí llegarán su mejor amigo y su cuñada. Ese es el marco para que todo empiece a definirse y hasta para que todo empiece a colapsar. Las relaciones, la vida en familia, los nuevos amores, las personas que llegan a despertar de la monotonía, los abrazos de la amistad: en últimas, una serie muy agradable de ver ocurrir, como la vida, con un toque de humor fino y una musicalidad muy especial.

No es necesario acudir a argumentos sofisticadísimos, ni a grandes tragedias o a enormes historias fabulosas, para embaucarnos. Se puede conseguir con la cotidianidad de personas, a priori, normales y corrientes.

Dice la sinopsis de FA que es una "comedia sobre dos parejas que acaban viviendo bajo el mismo techo". Pero "Togetherness" no es eso. No es solo eso lo que hay tras la notable historia de los Duplass. Existe un desarrollo de personalidades que chocan entre sí para arrancar la historia de manera dinámica. Todo va fluido y no hay tiempo para mucho, porque el gran problema o, tal vez , el gran acierto, es que son episodios cortitos y que son solo 8. Se echa en falta que la serie hubiera tenido más minutos para disfrutar de cada personaje, porque aportan mucho. Y cada uno tiene en sus miradas y expresiones el argumento de su propio personaje.
Me encantan las miradas y la expresividad de los ojos de Tina, sus sonrisas y hasta sus lágrimas. Su energía es contagiosa y divertida.
Me fascinan los silencios y la manera de manejar los tiempos de Michelle, que parece la persona más equilibrada de los cuatro.
Me molesta el Brett oprimido, pero me divierte el Brett desenfado que es capaz de consolar a un amigo, saliéndose de su rutina diaria.
Me solivianta el victimismo inicial de Alex, pero me emociona la determinación con el paso de los episodios.

Cada uno se describe en cada acción, desde lo más superficial a lo más recóndito de su ser. Planos muy cortos que muestran sentimientos a través de miradas. Que te enseñan una vida que conoces, que refleja momentos de la tuya. Monotonía, ilusión, hastío, etc. Un círculo vicioso, pero necesario. Fascinante manera de tratar historias de soledad, de frustración, de fracaso, de depresión, de abandono o búsqueda del sentido de la vida de cada uno de los personajes, para convertir la comedia en drama y el drama en vivencias cotidianas, que son, a la postre, lo que hace a "Togetherness" natural y fresca. Nada pretenciosa.

Sin duda, todo un descubrimiento. Una delicia cobijada en HBO, auspiciada por algunas mentes que saben hacer ese guiño a las dificultades que añadimos a nuestras vidas por el mero hecho de ser humanos.

Veremos qué nos depara la siguiente temporada.

Escribo esta crítica una vez vista la serie al completo, los ocho capítulos de la primera temporada y los ocho de la segunda que acaba de emitirse. La productora, HBO, ha anunciado que no habrá una tercera temporada con lo cual, 'Togetherness', ha concluido.

Alex y Michelle, casados, con dos hijos pequeños, son un matrimonio que roza la cuarentena. Alex trabaja como técnico de sonido en una productora y Michelle tiene la idea de formar una escuela en régimen de cooperativa. Viven en Los Ángeles y su vida diaria se verá alterada con la llegada de Brett (actor secundario casi siempre en paro), amigo desde la infancia de Alex, que ha sido desahuciado de su apartamento, y la de Tina (creadora de grandes proyectos que nunca lleva a cabo), hermana de Michelle, que llega a pasar unos días que se prolongarán mucho. Brett pronto se sentirá atraído por Tina.

El inicio de esta producción de la prestigiosa HBO es espectacular, con dos primeros capítulos plenos de buena comicidad. Los guionistas son los hermanos Jay y Mark Duplass, junto a Steve Zissis; Mark Duplass interpreta el papel de Alex, y Steve Zissis el de Brett. Después de ese brillante comienzo la parte cómica va perdiendo protagonismo el cual pasa a cederlo al drama. Por una parte Brett no es correspondido por Tina, y, por otra, Michelle tendrá un desliz con uno de los padres de los niños que trabaja en montar la cooperativa que dará a luz al futuro colegio. Con esa trama argumental finaliza la primera temporada.

En la segunda temporada el argumento no avanza, no recibe apenas aportaciones nuevas, y todo gira sobre lo acontecido anteriormente. La situación dramática se acentúa y salta a escena la crueldad entre estos personajes (entre las dos parejas), hasta entonces amigables, que destapan las cajas en que cada uno guardaba sus neuras, la parte peor de sí mismos, al tiempo que demuestran, los cuatro, una terrible falta de madurez.

Lo peor de esta serie, que fue siempre de más a menos, es que no avanza su guion, sino, que en su segunda temporada se hace reiterativa, prolongando demasiado las situaciones que, por otra parte, tampoco son muchas, en fin, se hace pesada. La pérdida de audiencia en EE.UU. ha llevado a la productora a no continuar con ella.

Sobre el final, que creo que merece un comentario, paso a escribir en la parte dedicada a 'spoiler'.

"Togetherness" supone la unión de dos pesos pesados como son la HBO y los hermans Duplass. Una unión cuanto menos extraña dado el hecho de que los Duplass se centran en proyectos indies ("The skeleton twins", "Cyrus" y "Jeff who lives at home") y la HBO está centrada en series como Juego de Tronos o Boardwalk Empire en el que cada episodio se gastan lo mismo que en una de las películas de los Duplass.
La serie funciona pero a medias:
-A mi humilde parecer la relación de la pareja de Mark Duplass y Melani Lynskey es más realista que la que se intenta crear con la de Steve Zissis y Amanda Peet.
-Hay algunos episodios con más fuerza que otros. Irregular.
-La serie comienza bien pero se desinfla.
-Veo complicado una segunda temporada.
Aún así es una serie decente con un buen reparto, algunas situaciones entretenidas y un buen Mark Duplass. Pero algunos esperábamos bastante más de los hermanos Duplass. Yo personalmente me quedo con Jeff who lives at home.
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