Monstruo del mar

Salvando los prejuicios en cuanto al parecido sospechoso de la historia y los diseños gráficos con otras películas como Lilo y Stitch, Moby Dick o especialmente, como entrenar a tu dragón. Decir que la película es una delicia, una aventura clásica llena de química entre los personajes principales, donde no hay un malísimo clásico pero ni falta que hace. Una historia de piratas, del mar, de la amistad y el respeto mutuo. Todo ello con un diseño excepcional y un gran trabajo especialmente con el agua de mar que parece tan real que nos metemos dentro de la historia.
Una de las mejores películas de animación que se han hecho últimamente y perfecta para ver en familia y que la disfruten tanto pequeños como mayores.
Olvídense de parecidos razonables, icen las velas a barlovento y disfruten del viaje y de la brisa del mar en sus caras.

“Como entrenar a tu dragón” MarinaDor version. Chistes a parte aunque su guión es resultón y sus interpretaciones (en especial Karl Urban, Marianne Jean-Baptiste y Jared Harris) son fantásticas, no tiene ni de cerca la emotividad y profundidad de la otrora dracónica saga.

Su world building es interesante aunque carece de cierta lógica por momentos.

Una entretenida sesión para adultos y jóvenes.

La premisa sonaría interesante si no fuese calcada a la de "Cómo entrenar a tu dragón", pero con monstruos marinos y estética pirata en lugar de vikinga.
Las buenas intenciones (embutidas a la fuerza como es tradicional en Netflix, eso sí), una historia que solo puede sorprender a los menores de siete años y unos personajes tan arbitrarios en sus reacciones como ortopédicos en su planteamiento no bastan para salvarse del desastre.
Lo peor: la falta de originalidad tanto en la forma como en el fondo.

Vista "El Monstruo Marino".

No tenía en el radar esta peli hasta que la han nominado al Oscar a mejor peli de animación, así que sacamos un hueco para verla.

Empezaremos por lo mejor.

Visualmente es una maravilla, que no tiene nada que envidiar a las últimas producciones de Pixar o Dreamworks. La animación es superior. Los detalles, los pelos, el agua... Todo cuidado hasta el último granito de arena. Nivelazo.

Los personajes son muy carismáticos, me ha gustado la tripulación del Inevitable. Estaría guay ver alguna cosilla mas de ellos.

La banda sonora también me ha molado bastante. Mas "celta" que "pirata", pero guay. Me la pondré en Spoty seguro.

Vamos con lo malo.

La historia comienza muy bien. Pero cuando se enfrentan al bramador, cae bastante. A partir de ahí se convierte en "como entrenar a tu bestia marina" un poco descafeinado y con frases grandilocuentes soltadas por la niña cada 5 minutos. Se vuelve predecible y no llego a empatizar del todo con la historia. La parte de la bruja un sinsentido. Y el final precipitado.

En resumen, para mi gusto, poco tiene que hacer "Monstruo Marino" con "Pinocchio" o "Red" en los Oscars. Pero si os gusta la animación, ni aunque sea a nivel técnico, hay que verla si o si.

Un 6 en FilmAffinity.

No debo ser el único padre que ha tenido que responder a unas pocas preguntas después de que los retoños hayan visto esta película, que entra por los ojos y está descaradamente destinada a ese público tan maleable e impresionable que son nuestros pequeños.

La cosa empezaba bien: aventuras en el mar, monstruos que matar, héroes que honrar, amistades que hacer, códigos que representar, honor que mantener... valores que queremos en nuestros hijos. Entonces la cosa se pone peliaguda. Bueno más bien política, como todo últimamente, y es que ya no se puede ver nada sin el mensajito culpabilizador y misántropo de turno. Un mensajito que proviene de una niña que rondará esa edad, para que nuestros hijos lo absorban mejor.
No nos confundamos, esta película es un panfleto activista camuflado de entretenimiento, y cuyo objetivo es inculcar una idea, al más puro estilo Inception, en el cerebro de nuestros hijos. No creáis la historia, no creáis en los libros... este es el futuro que les espera, y es más aterrador que cualquier monstruo marino.

El 3 se lo lleva por los dibus y el doblaje. Recomendado con la tutela de un adulto dispuesto a responder preguntas y con dos dedos de frente.