El reino prohibido

Con ocho años vi rocky y me pasé una semana dándole ganchos a la almohada con unos guantes de nieve tarareando la banda sonora, años después me pasó lo mismo con karate kid y aunque en mi barrio no encontre el apoyo de alguien que se pareciera al señor miyagi, mi almohada supo lo que era el golpe de la grulla.
Es cine-hamburguesa, que siempre sabe igual y de vez en cuando te apetece. Y es lo que saben hacer bien los americanos, hostias, tiros y venganzas. Estas películas me hacen caer en un estado catatónico no confesable despertando en mí, ganas de extorsionar lavanderías, hacerme defensor de marginados o repartidor de obleas como panes.
Después de ver "el reino prohibido" (toda la película dando vueltas con un... mmm ¿palo marcial?) siento la llamada de la escoba, creo que hoy toca barrer la casa.

Pues yo que me apetecía ver una de artes marciales a lo Tigre Y Dragon o La Casa de Las Dagas Voladoras acepté pagar por verla con mis amigos.

No empieza del todo mal la cosa. Guiños al cine clásico de artes marciales o detalles como la Dreamcast del protagonista.

Pero el caso es que por lo menos (y lo único que pedía) las corografías sean originales. Para mi decepción estas ya han sido vistas infinidad de veces. Y lo peor es que las alargan hasta la saciedad.

Jackie Chan pegándose con Jet Li en una pelea que ,en fin, no aporta nada absoluto y te obliga a chuparte unos cuantos minutos de mamporros mientras intenta coger el cayado... ¿Quién no ha visto a estas alturas dos tíos que se pegan mientras intentan entre golpes hacerse con un objeto?

Y el resto de peleas igual. Me aburrí bastante para lo que debería ser una película de este tipo cuyo objetivo es entretener.

La única que se salva es la breve pelea entre El Rey Mono contra el emperador, que hace gala de algunos efectos digitales para hacer algo diferente a lo demás.

Y el tema de alumno que aprende artes marciales de un día para otro... ¡MUY ORIGINAL NO ES! Porque al final, ¡que manejo que tiene el tío!

El argumento por último tampoco acompaña. Es algo tan simple que mejor no leer nada antes de verla para que no te cuenten prácticamente todo.

“The Forbidden Kingdom” esta basada en la leyenda china del Rey Mono. La trama de esta película es sencilla, empieza cuando un joven de Boston USA descubre el arma legendaria del Rey Mono en una tienda de empeño. Gracias a su descubrimiento es transportado en el tiempo a la antigua China, donde se une a un grupo de guerreros quienes luchan para liberar al Rey Mono de su prisión.

De la gran variedad de actores chinos que han desfilado frente a los ojos de miles de espectadores en el mundo, en la actualidad existen dos que han trascendido a Hollywood, Jackie Chan y Jet Li.

“The Forbidden Kingdom” es la primera película en que ambos actores coinciden y por ende podemos disfrutar del dominio de sus técnicas y el desempeño de su estilo. Las actuaciones no son dignas de un premio Oscar, pero el valor de este tipo de película recae en el campo de las artes marciales y las escenas de acción.

La película tuvo un presupuesto $50 millones y genero por venta de taquillas la cantidad de $128, 675,268 millones, además recibió 4 nominaciones a diferentes premios, no gano ninguno de ellos. La película destaca la excelente fotografía, fue rodada íntegramente en espacios naturales chinos.

El Rey Mono, es tal vez el personaje ficticio más famoso y amado de toda la literatura china. Mago, sacerdote, juez, sabio y guerrero en la forma de un mono, basado en las historias populares que se remontan a la dinastía Tang.

El Rey Mono posee una fuerza increíble, tiene la facultad de levantar 17,857 libras con facilidad. Puede moverse a gran velocidad, atravesando 54,000 kilómetros de un solo salto. El Rey Mono conoce 72 transformaciones, lo que le permite transmutarse en distintos animales y objetos.

Es un virtuoso luchador, capaz de darles la batalla a los mejores generales del Cielo. Cada uno de sus vellos posee propiedades mágicas, de manera que puede transformarlos en sus clones, en armas, animales u otros objetos. También sabe varios hechizos para dirigir el viento, separar el agua, conjurar círculos protectores contra demonios, congelar hombres, demonios y deidades, por nombrar algunos. A diferencia de la mayoría de los dioses, El Rey Mono ganó su inmortalidad combatiendo por Cielo y Tierra.

Durante el gobierno del presidente Mao Tse-tung en China, él usó a El Rey Mono como ejemplo de cómo deberían ser las personas. Mao Tse-tung frecuentemente hablaba sobre el buen ejemplo del Rey Mono, citando su “temeridad de pensamiento, trabajo, orientado al objetivo y rescatando a China de la pobreza”.

La forma de concebir las escenas de artes marciales que tienen Jackie Chan y Jet Li son muy distintas: mientras el primero apuesta por unas coreografías muy físicas, en las que reutiliza elementos del slapstick para "naturalizar" los combates, en cambio el segundo opta por la velocidad y la contundencia, sin importarle recurrir al uso de cables para añadir espectacularidad a los enfrentamientos. Estaba claro, pues, que si había que reunirlos a ambos en un mismo proyecto, como consigue "El reino prohíbido" era necesario lograr un cierto equilibrio entre dos estilos marciales tan contrapuestos, algo que ha logrado con notable fortuna el coreógrafo escogido, Yuen Woo-ping. De hecho, Chan y Li no sólo son las estrellas absolutas de la función sino que, es evidente, el proyecto gira en torno a ellos, que han llevado el tontorrón libreto escrito por John Fusco a su propio terreno, acercándolo más al cine de Hong Kong que a las habituales superproducciones hollywoodienses. Por eso, su pobretón argumento, enésima versión del clásico de literatura china "Las aventural del Rey Mono", acaba siendo lo de menos, y lo que acaba cobrando mayor importancia es el carisma que sus dos protagonistas saben transmitir a sus personajes y, sobre todo, el aire irreal, de cuento de hadas, que transmite a la fotografía de colores muy vivos que busca Peter Pau, reproduciendo sus mismos logros en "Tigre y dragón". Tánto es así que da la impresión de que el director ha hecho poco más que coordinar a los distintos equipos y darle un poco de coherencia narrativa al uso de los efectos especiales, porque la personalidad del proyecto es pura y evidentemente china. Y es que incluso algo que podría haber resultado tan irritante como la inevitable cuota occidental que supone el personaje Michael Angarano está integrado con cierta gracia. No sólo porque el áctor transmite con notable eficacia la transformación de su personaje, sino sobre todo porque el filme no cae en el paternalismo facilón del vínculo maestro-alumno a lo " Karate Kid", ni intenta hacernos tragar una súbita evolución del héroe en una especie de genio de las artes marciales. Claro que, puesta a respetar la inteligencia del público no habría estado de más que, trás ver la película, no le quedara a uno la sensación de no haber visto más que una sucesión de peleas, eso sí, filmadas y coreografiadas con un talento más que sobresaliente.

Por mi condición de amante del cine de artes marciales y de las artes marciales en general tiendo a ver muchas películas de este género. Normalmente soy selectivo y pido ciertos alicientes en ellas. Esta en particular tenia a tres de las más grandes estrellas que ha dado el cine de Kung Fu, por un lado las coreografías de Woo-Ping Yuen y por otro a Jackie Chan y Jet Li, que son los mas grandes de su generación. Pues bueno, la cosa es que con el modo de rodar las peleas (a la occidental) con mucho plano medio y plano corto, con un montón de cortes por secuencia, todo el arte que puedan tener cualquiera de los tres se pierde e incluso todo el trabajo tanto de cables como de postproducción digital queda deslucido. Así que pese a ser una entretenida pelicula de aventuras fantásticas (género que nunca me ha llamado demasiado), como pelicula de artes marciales es un mala o muy mala. Lo mejor los créditos iniciales con su homenaje en forma de carteles animados a todo lo mas granado del cine de Kung Fu de todos los tiempos guillotina voladora incluida.