Vida sin freno

Antes de ser estudioso del cine y sus técnicas, soy espectador; del mismo modo en que, antes de ser escritor de novelas, soy lector. Filmaffinitty es un punto de referencia para el espectador, y todo aficionado al cine que desea saber si un filme merece o no la pena; a pesar de que opiniones las hay como estrellas en el firmamento. De buena, buenísima, a mala, malísima, o simplemente pasable, la película que nos ocupa merece el calificativo de: PASABLE.
Una de las pocas películas de la Pleshette como protagonista absoluta, en la piel de una ninfómana de familia bien. Lo que tenemos delante es un melodrama de los sesenta, y por lo tanto atengámonos a la impronta de la época, es decir, la escabrosidad de la historia se nos cuenta con toda la sutileza posible, y con el filtro oral y visual de la censura. Como es habitual en este tipo de cintas, el espectador tiene que ponerle el resto, puesto que un tema, eminentemente sexual, no pasa de los besos. Con todo, la película se deja ver. Salvando la distancia, en cuanto a a las limitaciones temporales apuntadas, la vigencia de su postulado se muestra a través del poderoso influjo que tienen las relaciones sentimentales en nuestras vidas. Así es, y así será por siempre.

Creo que ésta es la primera película que veo con la hermosa Suzanne Pleshette en el papel protagonista, lo que da un punto de interés al conjunto; pero por desgracia es un conjunto lastrado por determinadas convenciones del melodrama y por el freno de la censura de la época, de tal manera que, pese a que el argumento, y las imágenes, prometen mucho sexo desde el principio, se ve poco y se insinúa mucho, dejando al espectador que imagine el resto. Viendo este largometraje, da la impresión de que los códigos de censura/autocensura de las productoras de Hollywood funcionaban plenamente a mediados de los años 60. Por otro lado, es evidente que este film se acerca a historias de amor y lujo como las que Hollywood producía por entonces, del tipo de "Mil caras tiene el amor" (Love Has Many Faces, 1965), de Alexander Singer.

Pleshette hace un buen trabajo como actriz, y aquí despliega toda su fotogenia; además, es acompañada por un buen reparto, con actores como Ben Gazzara, Bradford Dillman o Peter Graves. Como melodrama, "Vida sin freno" está, dentro del cine estadounidense, a medio camino entre las aportaciones al género de Douglas Sirk en los 50, y obras que tratan de modernizar rápidamente los códigos del género, y mostrar un mundo con una moral sexual mucho más abierta, como "Saltarina" (The Grasshopper, 1970), de Jerry Paris, o "El valle de los placeres" (Beyond the Valley of the Dolls, 1970), de Russ Meyer.

Film con un monotema interesante: el sexo femenino exacerbado en el marco de la sociedad americana de los años 50-60 con sus hipocresías institucionalizadas:
-Una chica "calentorra" es solamente para aprovecharse con el correspondiente desprestigio para ella y los aprovechados varones intactos en su dignidad.
- Si un hombre se casa con una mujer así, aparece en estos lares la frase castiza española "la cabra siempre tira al monte".

En el cine de esos años a las mujeres "fáciles" les daban un final fatal, solo se redimían con la muerte heróica salvando al protagonista (westerns) o se hundían en su desgracia. Nada de recuperarse.
Como anécdota se dice que el padre de los Kennedy solucionó el problema de su hija hiperactiva sexualmente como sus hermanos con la lobotomía (solo con ella, claro) con las fatales consecuencias conocidas.

Esta sencilla película, bien hecha, se presta para montar una tertulia sobre la evolución de las constumbres sexuales.

Suzanne Plesshette, extraordinariamente bella, interpreta a Grace, una joven ligerísima de cascos por sus continuos escarceos amorosos, necesitada de amor, que no de amar, pero sus continuas aventuras debilitan la frágil salud de su madre y pone en entredicho su situación social y la de su familia.

Conoce a Sidney, un buen hombre, agradable y serio, que quiere casarse con ella, a lo que Grace accede, no sin antes advertirle de sus evidentes debilidades sexuales anteriores.

Es feliz y quiere a su marido, y nunca busca nada pero siempre encuentra situaciones que la comprometen. Y eso es algo muy arriesgado cuando te precede una fama y cuando pisas la raya del deseo. Es un historia que no es para nada extraña, está en muchos rincones de nuestra sociedad, es un riesgo que a veces pasa factura, casi siempre.

Este director, Walter Grauman, nos deleitó con series como "Colombo", "El fugitivo", o "Se ha escrito un crimen" y éste es uno de los pocos escarceos que realizó en el cine. Suzanne Pleshette, interpreta bien ese papel de jovenzana y lujuriosa, pesa a contar con 29 años. "La película fue nominada al mejor vestuario en blanco y negro en la edición de los Oscars de aquel año.

La considero una película algo más que interesante, un 6,5.