No hacen falta efectos especiales ni grandes decorados ni un presupuesto millonario, no, esto es una historia real,esto son diálogos, que se hacen un huequito entre tanta película de acción y ritmo vertiginoso.
Una noche que podría sucedernos a cualquiera de nosotros, conversaciones que hemos tenido o que tendremos, esta película emociona, es de esas películas que te dejan con una sensación que tardas en olvidar.
Porque la vida es eso, que un día, cuando menos te lo esperas, aparezca alguien que te cautive, y que te haga sentir que sois el centro del universo, sea una noche o sean mil.

Esta película fue proyectada la semana pasada como parte del festival Cineuropa.La historia transcurre en París, alrededor de un matrimonio ya anciano de músicos retirados, que se tendrán que enfrentar a una fuerte parálisis que empezará a sufrir la mujer.
Para empezar, yo tenía expectativas bastante confusas, debido a que, por una parte, la única película que había visto del director, en este mismo festival el año pasado, no me había dejado una buena impresión, pero por otra parte este film contaba con buenas críticas y premios.Además, siempre he tenido un poco de reserva por las películas que tratan enfermedades o grandes catástrofes, por miedo a que simplemente busquen llegar al espectador mostrando la parte más morbosa del tema.
La película comienza mostrándonos al matrimonio de una manera entrañable, consiguiendo que el espectador de alguna manera se encariñe con los personajes, pero esto no dura demasiado, pues enseguida la mujer tiene el primer síntoma de enfermedad.Esta va en aumento, paralizándola poco a poco, y dejándola totalmente indefensa, absolutamente necesitada de constante ayuda. El film tiene un ritmo lento, con planos largos se mueven por su casa; atravesando una y otra vez los pasillos, apenas hay escenas fuera del edificio. A pesar de esto, poco a poco, te cautiva, de una forma dolorosa, es presenciar el viaje hacia la muerte de la mujer, de cómo empieza siendo fuerte, hasta quedarse sin fuerzas para seguir siéndolo, y de la enorme fuerza de su marido, que la cuida en todo momento, hasta que la situación acaba por superarle. Es sin duda una muestra de un profundo amor, en ocasiones, la película me ha hecho pensar más en el sentimiento de amor que en la enfermedad, en cómo se cumple la frase "hasta que la muerte nos separe", la fortaleza de ambos ancianos.
En otras ocasiones, incluso llego a dudar si la película se está recreando en el sufrimiento de la mujer, quizás le sobren bastantes minutos.
Lo que sin duda en cierto es que la película ahoga, te transmite un absoluto sufrimiento, y al acabar de verla no sabes muy bien cómo sentirte.

Es difícil calificar este cortometraje,que por si la calidad, que si por la época... pero en mi opinión, es algo digno de ver.
A día de hoy, viéndolo, me sale una sonrisa, me provoca sensación de ingenuidad, ante estas personas que estaban nada más ni nada menos que creando el cine.
Y he de decir, que me hace querer más el cine, porque es eso, sueños, arte, ilusionar a los espectadores.
Gracias Méliès, gracias por tu empujoncito a esta gran pasión que comparten tantas personas.

Desde mi perspectiva esta película trata sobre el amor y sobre las relaciones de pareja, pero tomando esto como punto de referencia para abarcar la sociedad en la que vivimos. Estamos claramente condicionados y presionados, como individuos, a la idea de la felicidad, basada en alcanzar esa situación personal que se muestra como idílica en la que tan solo estaremos completos y habremos encajado en este mundo si encontramos una pareja.
Una vida como soltero/a no se presenta como una forma que goce de la plenitud que se espera de nuestra existencia, si no encontramos una pareja es porque algo falla, porque algo va mal con nosotros. Sin duda, condicionado por una sociedad en la que la que lo que prima son las apariencias, y todos deseamos que nuestra vida parezca lo más perfecta posible en todos sus aspectos.
A medida que la obra avanza conocemos al sector contrario, aquellos que apuestan por la vida en solitario llevado al extremo, donde ningún tipo de sentimiento hacia otro ser humano está permitido y será agresivamente castigado. Ambos grupos son profundamente radicales en sus formas, defendiendo las más diferentes de las posiciones en esta ideología de como deben ser las relaciones de pareja.
Como conclusión cabe decir la típica frase de que, en esta vida, no todo es blanco y negro, que existe una gran escala de grises donde se encuentra lo realmente adecuado. Es sin duda un grito en contra de los estereotipos, de las falsas apariencias, de esa idea de buscar pareja porque parece que es el único camino posible para encajar, para ser feliz.
Más allá de este argumento, en mi opinión verdaderamente necesario, nos encontramos con una estética visual impactante, que nada más comenzar hace ver al espectador que no será una obra que nos dejará indiferentes. Además de algo que me parece realmente destacable, ese tono neutro que tienen los personajes al hablar, sin matices, sin emoción, que crean esa sensación de que el amor verdadero como tal, lleno de emoción y sentimientos, ya no existe en el mundo que el director nos presenta. Se ha convertido en un bien más, a la altura del status social, ya no es ese maravilloso sentimiento que puede llenar nuestro estómago de mariposas sino en una condición más para encajar, algo que se "debe" conseguir. Hay que olvidarse del que dirán, y centrarse en vivir.