"Road movie" medieval de ritmo irregular en la que destacan sus exteriores, la ambientación y alguna pelea.

Ideal para la sobremesa del domingo, te permite dar cabezaditas sin perder el hilo.

El teme puede atraer a muchos católicos pero tiene un final absurdo que desconcierta y del que hablo en el spoiler.

Los Lester son una familia de pobres, pícaros y miserables campesinos sureños a punto de ser desahuciados por el banco. No hay nada en ellos virtuoso o simpático que despierte simpatía o piedad en el espectador, todo es desastroso, el protagonista es un vago, incluso un mal padre que no sabe ni la cifra exacta de hijos que han tenido, ni sus nombres, ni su paradero, y sin fuste en sus pequeños desmanes.

De los dos hijos que les quedan al matrimonio uno se vale de gritos y golpes para expresarse, y la otra (bellísima Gene Tierney con 20 años pero con escasísimas apariciones) parece sordomuda, pero no queda claro.

El protagonista hace un gran papel, todo hay que decirlo, piensas que en cualquier momento va a sacar su corazoncito, logra engañarnos con interpretación de entrañable truhán pero hasta el último momento conserva su cinismo.

Otro de los protagonistas que acapara la atención del espectador es un coche que no para de llevarse toda clase de golpes pero que nunca se rompe.

La fe es una constante en la película, los protagonistas recurren a Dios con frecuencia, para cantarle fanáticamente o para hablarle con cinismo, pero como una manifestación más de su ignorancia.

La película es ciertamente inclasificable: si ha querido ser comedia no tiene gracia, si es humor negro carece de chispa. Se aguanta por quién está detrás de la cámara, que nos brinda su buen oficio y algunos de sus inconfundibles planos líricos. Algunos “fordianos” teorizan en este muro sobre el mensaje de la película. ¿Un canto al apego del ser humano a la tierra? ¿Un retrato costumbrista de ciertos personajes del Sur? Pienso que la productora quiso hacer taquilla llevando al cine una novela superventas por sus insinuaciones sexuales, taquillera en el teatro, y en la película capadas para salvar la censura. No hay nada más. Ford recibe un encargo por un guion sin gracia, Ford cobra.

Película de difícil deglución para incondicionales del maestro.

Años 70. La Iglesia Católica decide renunciar al milagro de la transubstanciación y a la misa tridentina (esto último no es ficción, perduró en la Iglesia 400 años hasta 1962) en favor del ecumenismo y los monjes de un pequeño monasterio de Irlanda se oponen. Enviado por Roma, allí se desplaza un cura progre para meterlos en vereda.

El tema resulta en principio originalísimo, la posicion de los monjes está correctamente fundamentada y los personajes están muy bien caracterizados e interpretados por un elenco de lujo.

El debate es de gran actualidad para los católicos practicantes: ¿va antes el amor a la Verdad, a los Evangelios y a la Doctrina o la obediencia al Papa? Sin embargo, la pelicula no toma partido por nadie y finalmente deja un regusto desconcertante y existencialista.

Película extraña con planteamiento interesante pero con desenlace desafortunado.

Un niño búlgaro recibe el encargo de escapar del campo de concentración con un sobre y entregarlo en Dinamarca.

Película con numerosas carencias, mala dirección, malas interpretaciones (a excepción de Hrsto Shopov) e historia inverosímil en general, en particular concatenada de situaciones y diálogos poco creíbles, dirigida a público poco exigente, niños o quizás adultos con buen corazón.

La tesis de la película es que a pesar de los campos de concentración, también hay gente buena.

Por tan loable empeño y las diversas referencias al cristianismo la película merecería un aprobado por mi parte de no ser por un final apoteosis de todos los defectos expuestos, que termina tirando por la borda tan bonita historia.

Comedia y realismo mágico se dan cita en esta película sobre los fracasos de un diablillo enviado a la Tierra a tentar a los humanos.

Sin recurrir a escenas religiosas, la película es fiel a la doctrina católica sobre el Mal, la libertad para pecar, el papel de los ángeles caídos, la alegría de rectificar y optar por el Bien, etc.

Destacable el larguísimo elenco de buenos actores de la época. Pesa el tono simplón de los diálogos y las escenas infantilonas, testigos de una época donde ciertamente la gente era más educada y respetuosa.

Inevitable pensar que el guión está inspirado en libro “Cartas del Diablo a su sobrino”, pequeña obra maestra que sobre el mismo tema te deja infinitamemente más satisfecho.