Pues en mi opinión, ésta es la mejor película de Eddie Murphy, quizá junto con "El príncipe de Zamunda". La vi en el cine y me esperaba la típica comedia graciosilla pero me encontré una película seria, entretenida y con buenas dosis de acción. No me defraudó ni mucho menos.

El argumento sobre los negociadores me parecía interesante, las escenas de acción están muy bien rodadas e incluso nos regala un acertijo: Tenemos una botella de cristal vacía con un tapón de bolígrafo "bic" en su interior, y debemos sacarlo sin tocar la botella...

Resulta que el señor Paul Thomas Anderson es un pedazo director, creador de grandes películas como "Magnolia" o "Pozos de ambición", con las cuales disfruté mucho, tanto por la originalidad como por la fuerza narrativa de ambas.

Con "Punch-drunk love" estamos ante una historia singular, eso es innegable, y tengo en cuenta la osadía del director a la hora de abordar una historia romántica como ésta desde un prisma completamente distinto, lo que demuestra personalidad. Pero le sale mal, al bueno de Thomas se le ha escapado el factor entretenimiento. Sí, aburre, la película aburre un montón.

El caso es que durante los primeros diez minutos se nos presenta a un tipo harto peculiar y, en cierto modo, la historia engancha. El tiempo pasa y según avanza la trama nuestro interés va diluyéndose progresivamente para acabar resultando todo un logro llegar a ver los créditos finales sin pulsar el botón de stop.

Por último, remarcar la interpretación de Adam Sandler, yo creo que a este chico se le podría sacar más partido en papeles dramáticos.

Arriesgado experimento de Uwe Boll en el que, valiéndose de cuatro actores y la celda de una cárcel como único escenario, nos ofrece un estudio de la condición humana, de unos personajes llevados al límite en una situación en la que impera la ley del más fuerte, el comer o ser comido.

El director se inspiró en la historia real de cuatro presos, recluídos 24 horas al día, para contarnos, cámara en mano, el reflejo de la pesadilla, el infierno, que muchos reclusos sufren. La desesperación extrema de la que son víctimas, que muchas veces desemboca en una violencia desmedida que, a su vez, da paso a la locura. El miedo, el miedo a desmoronarse, a que los demás perciban que sufres; en definitiva, que eres débil, porque es en ese momento cuando realmente estás perdido.

Cuatro brillantes interpretaciones, en especial un Edward Furlong terrorífico, sustentan una película difícil de olvidar. Una película dura, brutal, impactante, descorazonadora, que nos invita a pasar un día en esta celda, en la vida de estas personas.

Después de ver "House of the dead" y conocer a Uwe Boll sentí un odio irracional hacia la persona de este peculiar director. He visto que no fui el único al que le ocurrió porque, claro está, es un insulto de película. De vez en cuando solía echar vistazos a su creciente filmografía y me alucinaba que el notas, después de haber llegado a la cumbre de la bazofia, consiguiese rodearse de actores famosos (algunos en decadencia), y por otra parte que tuviese 8 proyectos pendientes entre 2010 y 2011. Luego me enteré de que tiene su propia productora, con la que no hace otra cosa que perder pasta a troquel, porque sus películas, no contentas con ser de muy mala calidad, son auténticos fracasos en taquilla. El tio sabe que es malo, pero bueno, lo acepta y no se rinde, y así seguirá hasta que el cuerpo y la cartera aguanten. Así empezó a caerme bien el señorito Boll.

Quiero pedir perdón por la anterior reflexión, pero es que este personaje me parece, por lo menos, intrigante. Y ahora ya dejo de raspar y me centro en la peli.

Con "Alone in the dark" el director pega un salto cualitativo, las escenas de acción están mucho mejor rodadas, los actores son conocidos, la calidad de las imágenes es mayor (ya no despiden ese tufo del anterior filme) también se advierte un intento por introducir momentos de humor negro...pero todo ello sin dejar de ser un filme malo, que lo es. Por ejemplo, el guión sigue siendo una mierda pinchada en un palo y aún así, la película es entretenida, se ve tranquilamente, eso sí, sabiendo a lo que te enfrentas, que lo que vas a ver es para echarte unas risas, por muy en serio que esté hecho.

Esa es la clave, Uwe Boll hizo esta película tomándoselo en serio y le salió una película para pasar el rato, todo un logro viniendo de él.

Hace 6 o 7 años Euskal Telebista 2 empezó a emitir esta serie semanalmente, cada jueves. Mi ama y yo la descubrimos casi por casualidad y nos gustó mucho, hasta el punto que durante unos dos meses lo convertimos en el plan familiar de los jueves para después de cenar. Digo lo de los dos meses porque no duró más su emisión, fue un visto y no visto, otra injusticia más, sufrida por una serie a la que no se le dio el tiempo suficiente para asentarse.

Pasó el tiempo y nunca me olvidé de la serie.

Hace 1 mes descubrí que Sony Entertainment Television estaba emitiéndola diariamente, así pude entender porqué nunca la había olvidado.

Si tuviera que definir "Ed" con tres adjetivos diría que es una serie bonita, divertida y alegre. Todos sus personajes están llenos de buenas intenciones, transmiten valores positivos y hacen reir. Se ve en todo momento con una sonrisa en la cara y cada vez que un capítulo acaba me meto en la cama pensando "qué majo es Ed y todos sus amigos". No me puedo olvidar de la guapísima Carol, merece ser mencionada, y tanto que lo merece.


Ayer vi el último capítulo, no sé si de la tercera o de la cuarta temporada, pero algo me dice que voy a estar otro largo periodo sin poder disfrutar de las peripecias de este abogado tan simpático.

A partir de hoy voy a luchar por una nueva causa, al igual que Ed.

Algún día compraré la colección de capítulos entera y la guardaré con sumo cariño, espero que no sea muy difícil de encontrar.