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Críticas de sargentobilko
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Críticas 71
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
6
27 de agosto de 2018
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un viaje puede ser muchas cosas, divertido, obligado, cansado, peligroso incluso puede ser el último. Un viaje puede tener muchos puntos de vista, puede tener muchas aristas, tantas como integrantes de la partida, tantos como participantes. Incluso hay uno que es el que nadie quiere afrontar, el viaje al cadalso. ¿Quién no ha viajado con niños y su eterno ¿“Queda mucho papá”? o su “¡me aburro!”? Esos viajes, son los peores.
Pues en uno de esos viajes nos embarcamos hoy con un grupo de seis personas que en modo de viaje compartido se verán atrapados en mitad de ningún sitio tras haber pinchado misteriosamente una rueda de su coche. El calor y lo desértico e inaccesible del paraje hará que lo que sea una simple anécdota cambie radicalmente cuando se den cuenta de que no están solos. Un francotirador empieza a acosarlos y les irá dando caza poco a poco a no ser que consigan pronto un plan de escape. Pero no será fácil, nada fácil.
El japonés Ryûhei Kitamura (El vagón de la muerte, Nadie vive, Versus) firma este thriller cuyo reparto está formado por Jason Tobias (The fast and the fierce, Most Likely to die), Graham Skipper (Beyond the gates, Poder mental) Stephanie Pearson (Insidious: capítulo 2, Kiss Kiss, Bang Bang) Alexa Yeames (The Originals) y Kelly Connaire (El último tour), Rod Hernandez-Farella (At nigth, the ocean).
Algo sangrienta en su propuesta pero con una agilidad que permite verse con cierta calma tensa, la misma que mantiene el francotirador en el juego que ha iniciado con sus presas.
En poco espacio de tiempo hemos visto dos propuestas con francotiradores como eje central. Recuerden que hace un par de semanas nos llegó The Wall y en esta ocasión cambiamos el muro desértico por una apartada carretera local intransitada que a modo de agujero negro engulle todo lo que pase por sus dominios.
Se agradece que todo el metraje –aparentemente- suceda al aire libre, lo que nos libra de mis tan odiados cromas aunque sí he echado en falta, lejos de los tópicos que poco a poco van desfilando a lo largo de las distintas intervenciones, es un guión con un poco más de peso y que de alguna que otra explicación más.

Lo mejor: El final y que por fin, después de muchísimos años ha hecho honor a un dicho popular en el mundillo cinematográfico. No doy más pistas cuando la vean, lo entenderán.
Lo peor: Otro thriller más de carreteras perdidas.
sargentobilko
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7
27 de agosto de 2018
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Un paso más a dónde? Dirán Vds. mis queridos amigos. Pues un paso más en la evolución como seres humanos, como las personas que los demás suponen que hemos de ser. Un paso más, aunque lo que no acabo de tener muy claro es el la dirección que doy ese paso.
A ver, este tarao con el cerebro derretido -por la sofocante caló que surge en su tierra por ser proveedor oficial del mismísimo infierno,- ¿qué me quiere contar? Si yo lo supiera, querido lector, habríamos ganado muchos de esos pasos. Bueno, voy a enfocar un poco mi aporte. Todos sabemos que la vida es terriblemente larga, da tiempo a hacer de todo y varias veces. Por eso nos enamoramos de jovencitos como jamás volveremos a hacer, por eso ese primer amor es el recordado, no por primero, no por intenso, o quizás sí, pero lo será porque es el que nos abrirá las puertas a un mundo que hoy es toda una aventura, un universo abierto a todo tipo de experiencias nuevas y que suponemos serán todo ilusión, regocijo, vivencias únicas. El resto ya lo conocen vds, no les haré spoilers con lo que la vida traerá después.
Pues a lo largo de esa vida, algunas personas se van adaptando a las circunstancias de su vida y del momento que vamos viviendo. Ni es la vida igual con 23 años ni son los mismos problemas ni tiene el mismo enfoque. Simplemente la vida te ha cambiado. Hemos dejado de ser esos tipos desbocados, irreverentes, alocados e impulsivos por ser simplemente, nosotros mismos con nuestras circunstancias.
Muchos nos hemos caído (literalmente) en ese cambio. No somos los mismos de hace 30 años, nadie lo es.
Nos llueve últimamente mucho cine francés, mucha comedia que trivializa sobre las relaciones humanas y que de una u otra forma no dejan de ser un cristal que aumenta significativamente lo que en la vida real puede suceder. Ya saben Vds. que la realidad supera cualquier ficción. Y Daddycool nos habla desenfadadamente de esos momentos, de esas transiciones, de esa forma de afrontar la vida, afrontar nuestra vida y que nos va marcando con el paso de los años. No somos los mismos, no podemos serlo, y Adrien es todavía ese joven melómano, lejos de cualquier responsabilidad y por supuesto, lejos de cualquier forma de pensar que pudiera hacer creer que esa responsabilidad le pudiera ni rozar. Tiene una tienda clásica, de vinilos de música para ser más concretos, y como buen emprendedor y visionario de los negocios, pierde su pequeño reino en post del capitalismo, se lo quitan los acreedores.
Ante el inminente divorcio que se le viene encima, Adrien que es un niño de 40 años y al que su mujer Maud abandona debido “a que están en momentos distintos de la relación”, vamos, ella quiere tener críos y una estabilidad mientras a él cualquier mínimo paso hacia la madurez, le da picores. Para recuperar el amor de la mujer de su vida Maud, Adrien volverá al hogar conyugal con unos pequeños inquilinos, para demostrarle a Maud que está preparado para formar una familia a través de su nuevo negocio: una guardería.
Comedia con tintes agridulces que está dirigida por Maxime Govare (Toute première fois), quien la ha coguionizado junto a Noémie Saglio (Una familia embarazosa). Idea surge de Renaud Cheélékian, que presentó al director y al guionista que tuvo la idea de la película como una broma inicial después de tener a su primer hijo y no encontrar una guardería. El reparto está encabezado por Vincent Elbaz (Un viaje de diez metros, que se rompió un talón y tuvo que incorporar ese inconveniente al papel) y Laurence Arné (Manual de un tacaño) que cumplen con solvencia.
Lo mejor: Los enanos, son una delicia.
Lo peor: la simpleza con la que trata un tema muy serio.
sargentobilko
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6
27 de agosto de 2018
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
En esta ocasión, querido amigo, no cabe lugar a ningún tipo de confusión. Alto el fuego sólo puede de ser una cinta donde hay armas de las de hacer pupa, incluso matar a los contrarios o enemigos. Mola, una de tiros despiadados y acción descontrolada, bombas, explosiones, etc. EEEEEEGGGGGG, ERROR. Mi capacidad de asombro para esto de los nombres cada vez se siente más menguada, cada vez es más difícil saber de qué va a ir la cinta.
Ya sé que lo primero que piensa, querido amigo, es que lea la sinopsis, pero no me gusta entrar a la sala condicionado por la indicación que hacen entre sinopsis y trailers, ya que desgraciadamente muchas lo muestran ya todo.
Como le decía antes, este título francés cuya carátula es un hombre (el prota) en una canoa en un río y con la combinación de palabras me daba como resultado imaginativo mío, algo de guerra en África.
Pues sí y no, sí, el protagonista -Georges Lafont- está en África, que la recorre con su inseparable amigo Diofo, al que tuvo bajo sus órdenes en las trincheras de Francia en la Gran Guerra. ¡Ilusionado estaba ya con la idea de ver una de guerra en el cine! Y llegó la conexión entre el título y todo lo que se ve en el póster. Llegó en forma de drama posbélico, drama de quienes no consiguen volver ni enteros ni a trozos. Drama sobre los que sobreviven a la guerra pero nunca se recuperan de las secuelas y sus vivencias, de las veces que han sido llamados por la Parca, sabiendo quienes quedaron allí, sabiendo cuánto dolor arrastran. Así a bote pronto recuerdo un par de títulos que tratan el mismo tema, la difícil vuelta a la “normalidad” –Deber Cumplido y Billy Lynn-, la casi imposible reincorporación a una vida civil donde esos fantasmas le acompañarán de por vida.
Por ello, Georges se fue a África, dejando tras de sí a su hermano Marcel que está totalmente traumatizado y que perdió el habla y las ganas de cualquier relación humana más allá de la estrictamente necesaria. Menos aún.
Al contrario de lo que buscaba, esta vida en África se convertirá en un pozo sin fondo y años después vuelve a Francia. Cargado con un puñado de máscaras tribales, regresa a lo que es su hogar, junto con su madre y su hermano Marcel. Y como decíamos de chicos, “el que se fue a Sevilla, perdió su silla” y Georges se encuentra fuera de sitio, la vida no le ha esperado. Con la ayuda de la terapeuta de su hermano, poco a poco irá encontrando su sitio en la vida.
Emmanuel Courcol (Mademoiselle) escribe y dirige este trama con tintes históricos ya que un abuelo suyo luchó en la Gran Guerra, por lo que en su infancia tuvo acceso directo a la historia. Está protagonizado, entre otros, por Romain Duris (Todo el dinero del mundo), Céline Sallette (El hombre del corazón de hierro), Grégory Gadebois (Normandía al desnudo) y Julie-Marie Parmentier (Los visitantes la lían: ¡En la Revolución Francesa!).

Una buena historia que se alarga demasiado en su metraje, con retazos de “El Cazador” y una fotografía que firma Tom Stern, el operador principal de Clint Eastwood.
Es un viaje al interior de un alma atormentada, el alma de un zombi que no encuentra redención en ningún momento, no encuentra tranquilidad en ningún sitio, no encuentra esa paz que dejó en las colinas de Verdún con tantas almas que allí quedaron. Debe ser muy duro estar muerto en vida, perder la ilusión por seguir adelante, sentirse culpable de haber vuelto, atormentado a diario por estar vivo.
LO MEJOR: El análisis que hace sobre los traumas de la guerra.
LO PEOR: pondría en su haber el hecho de ser alargada, pausada, haciendo que pierda el interés por momentos.
sargentobilko
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4
6 de junio de 2018
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con una interpretación de altura de ambas actrices, Polanski firma una película que sin su firma seguramente no pasaría de telefilm.
Convertir un telefilm en una historia interesante no pasa por poner dos actrices que trabajan muy bien y le dan la consistencia a una historia que no me atrapa más allá de buscar el sello Polanski.
Floja y poco interesante
sargentobilko
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6
1 de marzo de 2018
2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Entro sin ningún tipo de interés por un film que en principio, no presenta nada que entre dentro de mis primeras opciones cuando saco una entrada, además no la tenía ni en mi lista de visionados, pero mi mala cabeza me hizo cruzar la ciudad para ir al cine y una vez allí, (despiste de horarios) la pereza de volver era muy superior a las ganas de entrar. Ganó evidentemente, la pereza. Entré y aquí les cuento el resultado.
La fe es una cosa que todos en una u otra forma la tenemos, unos en la forma religiosa, otros en la forma deportiva y los más osados, en la forma personal, creen en sí mismos. Vaya locura.
Y a partir de aquí, cualquier cosa que vds, queridos amigos, sigan leyendo será un “salto de fe”. El matrimonio Strobel viven en la más absoluta de las felicidades, ella una bella ama de casa y él un reputado periodista del Chicago Tribune, varias veces premiado por sus trabajos de investigación y que se tiene en muy alta estima.
Según cientos de teorías al respecto, la casualidad no existe, todo en esta vida pasa por algo y es en un momento de esos de su vida, cuando tras un incidente en un restaurante con la pequeña, Leslie siente lo que podría llamarse una llamada. Su hija no ha muerto porque una enfermera estaba allí cuando tenía previsto cenar en otro restaurante.
A partir de aquí, Leslie empieza a sentirse cada vez mejor con su nueva fe cristiana y Lee que es un ateo recalcitrante ve como poco a poco se van alejando. Empieza entonces la búsqueda de la verdad, tratando de desacreditar la historia, tratando de tirar por tierra la fe de su mujer, sabiendo que juega con fuego. Lee empieza a escarbar cada vez más, buscando cualquier resquicio donde agarrarse encontrándose cara a cara con unos resultados que le sorprenden y que le hacen al menos, considerar la historia.
Fíjese querido amigo, que en la película siempre se habla de Cristo y el Cristianismo, nunca del Catolicismo, ojo, hay que diferenciar los unos de los otros.
Es cierto que la fe mueve montañas, al menos eso dice el refrán, y por la fe, entendida como la creencia ciega en algo, así lo demuestra. Hay un hecho en tu vida que te hace tener esa fe o por el contrario renunciar a ella cuando sientes que te han abandonado. De todos ellos hay ejemplos que todos conocemos de forma muy cercana y directa. Evidentemente no les contaré el final.
El guión está basado en el best seller escrito por Lee Strobel y titulado "The case from Christ" y publicado en 1998. Entiendo que no puedo decir que este hombre sea un shufla cuando es licenciado en Periodismo por Misouri y en Derecho por Yale. Por lo menos, algo sabrá.
En la película, el personaje de Lee Strobel escribe el libro, en el que se basa esta película, durante la película. En la vida real, el libro salió alrededor de diecisiete años más tarde de su investigación.
Una película dirigida por Jon Gunn (El poder de la cruz) que cuenta en el reparto con Mike Vogel (Wild Man), Erika Christensen (Two for One) y Faye Dunaway (Nunca digas su nombre), entre otros.
sargentobilko
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