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Voto de Demetrio Rudin:
7
Intriga. Thriller. Cine negro Una joven muda (McGuire) trabaja en una gran mansión como criada de una anciana enferma. Cuando un asesino en serie empieza a aterrorizar al vecindario, la señora se preocupa por la seguridad de su bella sirvienta. De este film de suspense se dijo que Hitchcock no lo hubiera hecho mejor. (FILMAFFINITY)
27 de febrero de 2006
23 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Helen es una sirvienta muda que está empleada en una mansión. Al mismo tiempo, un psicópata asola la región matando mujeres con algún defecto físico. Esa noche, el caserón queda aislado por la lluvia y a oscuras; el asesino aprovechará para atacar...

La escalera de caracol es una acertada película en líneas generales. La acción tiene lugar en una sola unidad de tiempo y espacio, durante una noche a principios de siglo, en una misteriosa mansión situada a las afueras de un pequeño pueblo. La trama no aporta, en este sentido, muchos detalles del lugar ni del conflicto dramático, prefiriendo centrarse en el estudio psicoanalítico de sus personajes: Helen, una chica muda desde que sufrió un shock en su infancia, Parry, un doctor con carácter, enamorado de Helen, Albert, un tranquilo profesor que comparte con su hermanastro Steve un pasado marcado por el desprecio de su padre, un hombre fuerte y mujeriego que no admitía la debilidad de sus hijos. Siguiendo la estela de tan dispares personajes el guionista Mel Dinelli, apoyado en la novela “some must watch”, nos sumerge en una historia de ciertos tintes criminalistas entremezclados con algún que otra influencia bizarra. En el sentido estricto de la crítica el film resulta bastante clásico, no solo desde su sólido argumento, sino también desde la estética visual aportada por el siempre trabajador Robert Siodmak.

Como ya enunciaba, la cinta se presenta bastante trillada desde el punto de vista formal, únicamente los primeros planos del ojo del asesino y anecdóticas vistas subjetivas se separan de la dirección más convencional del género. Cabe destacar, eso si, el perfecto uso del factor climático (tormenta y lluvia), así como el escaso empleo de la luz con fuertes contrastes para crear un ambiente perturbador, vital a la hora de atraer al espectador. El reparto conformado por Dorothy McGuire y George Prent como protagonistas lleva a cabo un aceptable trabajo. La banda sonora también se muestra eficiente combinando excelentes partituras que refuerzan los momentos de máxima tensión del film.

En conclusión, nos encontramos ante un largometraje elegante y bien llevado, recomendable para todo aquel que quiera disfrutar de una interesante obra negra. Como apunte final tengo que decir que existe una versión posterior de 1975, dirigida por el británico Peter Collison.
Demetrio Rudin
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