Javier Cámara se pone al frente de esta película que narra la vida de un hombre que es dueño de un restaurante en pleno Chueca, y que por un hecho dramático debe cuidar de dos hijos que tuvo en una relación anterior.
Esta sería la base para una divertida comedia que nos presenta unos personajes bien dibujados y con unas interrelaciones que resultan efectivas.
El guión resulta fresco y está lleno de frases ingeniosas y mordaces. Un guión con momentos brillantes y escenas divertidas, del estilo de series como "7 vidas" o "Aída". Esto hace, que la risa esté garantizada y se observe el mundo gay desde diferentes puntos de vista, y riéndose de ciertos tópicos que involuntariamente están ahí.
Javier Cámara está brillante en su papel de loca amargada, que descubre que el amor también puede llamar a su puerta. Además sus preocupaciones no se basarán únicamente en su restaurante, ya que estos dos hijos que le acaban de caer le traerán ciertos problemas que él ni siquiera se hubiera planteado.
Junto a él un elenco de actores que están fantásticos en sus papeles. Lola Dueñas demuestra nuevamente el enorme talento que tiene, y da vida a una chica obsesionada con el amor perfecto. También hace su aportación Fernando Tejero. Debo reconocer que él no es un actor que me resulte bueno porque siempre lo encuentro en la misma tesitura, pero en esta ocasión está soberbio. Y junto a ellos, un hasta la fecha desconocido Junio Valverde, que nos ofrece un trabajo bueno y muy creíble.
En fin, divertida comedia que no decepciona y con la que se pasa un rato tremendamente agradable, ofreciéndonos una visión del mundo gay en cierto modo distinto. Un mundo con sus dramas y con sus alegrías, pero intentado mantener unos valores cruciales para la vida.