Después de la experiencia que tuvo con "Pesadilla antes de Navidad", Tim Burton se vuelve a aventurar en una película de animación, creando nuevamente unos monstruos totalmente adorables.
La película está narrada con un lenguaje claro y conciso, acompañado de canciones muy pegadizas. Dichas canciones están creadas por su gran amigo e impresionante compositor Danny Elfman, el cual vuelve a demostrar que su capacidad creativa no tiene límites.
Una de las cosas más destacables de la película es la diferencia visual que existe entre el mundo de los vivos y el de los muertos. La planta de arriba donde residen los vivos está ambientado con colores grises, negros, opacos... Está creado con una estética muy de Burton, como se puede reconocer en prácticamente todas sus películas, en la que la ambientación es prácticamente terrorífica y asfixiante. Por el contrario la planta de abajo donde residen los muertos, el mundo es totalmente diferente. Las calles están inundadas de luces, los personajes no son pálidos, los trajes están llenos de vivos colores. El impacto visual entre los dos mundos está muy marcado.
Visualmente creo que esto es lo más destacable. Pero ésto no es lo único que hace de "La novia cadáver" una gran película. Su historia es preciosa, y aunque parezca sencilla a simple vista, en realidad está llena de gran complejidad.
Por otro lado los personajes están estilizados hasta la exageración, resultando en la mayoría de los casos deformes, pero a la vez entrañables.
En fin, Tim Burton nos abre los ojos a un mundo paralelo donde lo más sencillo parece lo más extraño. Un mundo donde grandes y niños disfrutan con las canciones y con la historia de amor/suspense que se plantea, sin imaginar en ningún momento cual va a ser el verdadero desenlace.