Tengo que admitir que la primera parte me sorprendió. Una historia llena de magia, con una niña pequeña entrañable que junto a sus hermanos llegaban a una Tierra desconocida llamada Narnia y afrontar su destino como salvadores de dicha región de las garras de una Bruja.

Esta secuela sigue el mismo patrón. Los cuatro hermanos regresan a Narnia invocados por Caspian, un príncipe destronado. Esta vez los Narnianos (animales y criaturas mitológicas) deben luchar contra los humanos en una especie de conflicto étnico.

Como digo en el título es una película que puede ser demasiado profunda, larga, compleja e incluso violenta para el público infantil al que va dirigida pero a su vez resulta monótona, ñoña, irrelevante e incluso incoherente para la mayoría del público adulto.

La salvo porque me gustan las películas con trasfondo mágico y siento debilidad por la primera parte.
Decir que no llega a cubrir las expectativas de los fanáticos del cine fantástico y de aventuras.