Media votos
6,6
Votos
1.744
Críticas
23
Listas
1
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de VerbalKint:
6
5,6
31.782
Ciencia ficción. Aventuras. Fantástico. Acción
Un año después de los eventos de "Los últimos Jedi", los restos de la Resistencia se enfrentarán una vez más a la Primera Orden, involucrando conflictos del pasado y del presente. Mientras tanto, el antiguo conflicto entre los Jedi y los Sith llegará a su clímax, lo que llevará a la saga de los Skywalker a un final definitivo. Final de la trilogía iniciada con "El despertar de la Fuerza". (FILMAFFINITY)
19 de diciembre de 2019
9 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Venía la franquicia de un mal bache, por llamarlo de algún modo. El episodio VIII y el spinoff de Han Solo habían puesto el grito de los fans en el cielo, y dejado a Jar Jar Binks a la altura de los mejores personajes.
J.J. Abrams, de nuevo, es la persona en quien el productor de turno confía para reflotar una franquicia. Lo hizo con una Star Trek olvidada, con un Star Wars mitificada y ahora, ¿una vez más? Con una Star Wars defenestrada.
La tarea era difícil. Poco más de dos horas para dar rumbo a una nueva trilogía que se había quedado sin rumbo tras el desastroso guion de Rian Johnson. ¿La solución? Exponer desde el minuto uno, en los créditos iniciales, el gran cambio en la situación que ha sufrido la trama. La jugada es arriesgada, pero funciona. Es un Deux Ex Machina que aparece para contarte en 10 líneas y en los dos primeros minutos de metraje lo que podría haber sido otra película intermedia.
A partir de ahi, el director es libre de crear una nueva historia. Ha tomado y descartado a placer todo cuanto le convenía de los dos anteriores episodios y ahora tiene dos horas para resumir una nueva trilogía en una película.
Partiendo de esa base, el logro es admirable, pero no deja de ser una condensación hecha con prisas, que pretende hacer giros de guión de ideas improvisadas, y que ni siquiera se molesta en desarrollarlas (ver spoiler). ¿Qué queda entonces? La nostalgia. Funcionó magistralmente en el episodio VII, y salva los muebles en esta entrega. No importa que tu plato tenga poco sabor, solo tienes que añadirle las especias que otro ha cultivado, secado y tostado a fuego lento para ti durante 40 años.
No puedo decir que me haya gustado, pero tampoco lo contrario. Lo único que no puedo negar es que, cuando las letras de Star Wars han aparecido, acompañadas de las frenéticas fanfarrias de John Williams, y he sabido que esta seria la última vez que vería en el cine una película de esta saga, con estos personajes míticos, no he podido evitar una emoción que me ha llenado los ojos de lagrimas.
Ha sido uno de esos momentos en los que pensabas que ya no quedaba nada de tu infancia, pero algo en un momento determinado te descubre que sí.
Gracias, Star Wars.
J.J. Abrams, de nuevo, es la persona en quien el productor de turno confía para reflotar una franquicia. Lo hizo con una Star Trek olvidada, con un Star Wars mitificada y ahora, ¿una vez más? Con una Star Wars defenestrada.
La tarea era difícil. Poco más de dos horas para dar rumbo a una nueva trilogía que se había quedado sin rumbo tras el desastroso guion de Rian Johnson. ¿La solución? Exponer desde el minuto uno, en los créditos iniciales, el gran cambio en la situación que ha sufrido la trama. La jugada es arriesgada, pero funciona. Es un Deux Ex Machina que aparece para contarte en 10 líneas y en los dos primeros minutos de metraje lo que podría haber sido otra película intermedia.
A partir de ahi, el director es libre de crear una nueva historia. Ha tomado y descartado a placer todo cuanto le convenía de los dos anteriores episodios y ahora tiene dos horas para resumir una nueva trilogía en una película.
Partiendo de esa base, el logro es admirable, pero no deja de ser una condensación hecha con prisas, que pretende hacer giros de guión de ideas improvisadas, y que ni siquiera se molesta en desarrollarlas (ver spoiler). ¿Qué queda entonces? La nostalgia. Funcionó magistralmente en el episodio VII, y salva los muebles en esta entrega. No importa que tu plato tenga poco sabor, solo tienes que añadirle las especias que otro ha cultivado, secado y tostado a fuego lento para ti durante 40 años.
No puedo decir que me haya gustado, pero tampoco lo contrario. Lo único que no puedo negar es que, cuando las letras de Star Wars han aparecido, acompañadas de las frenéticas fanfarrias de John Williams, y he sabido que esta seria la última vez que vería en el cine una película de esta saga, con estos personajes míticos, no he podido evitar una emoción que me ha llenado los ojos de lagrimas.
Ha sido uno de esos momentos en los que pensabas que ya no quedaba nada de tu infancia, pero algo en un momento determinado te descubre que sí.
Gracias, Star Wars.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Uno de los aspectos más discutidos del episodio VIII fue la determinación del director y guionista, Rian Johnson, de que Rey "no fuera nadie". Esta es una postura que él mismo defendió posteriormente, tras las críticas que recibió. Dijo que no había ninguna necesidad de que Rey fuera nadie, y que la saga, en la medida que se encaminaba a su final, debía restar protagonismo a la familia Skywalker. Un disparate.
Empieza la película, apenas dos minutos de metraje y ya tenemos a Kylo Ren frente a Palpatine, que le dice que Rey no es quien él piensa. La semilla ya está plantada. Kylo le dijo en el episodio VIII que ella no era nadie, y ahora Kylo le dice que es nieta de Palpatine.
¿Nieta de Palpatine? Resulta que Palpatine tiene un hijo, o hija. Ni siquiera eso dejan claro. Uno de los padres de Rey es hijo de Palpatine, y no sabemos nada más al respecto en toda la película. Fueron asesinados por un cazarrecompensas enviado por Palpatine. Eso es cuanto sabemos.
Es inadmisible que una historia tan poco desarrollada sea el eje central de la trama.
Después está Luke Skywalker. En el episodio VIII Yoda se aparece como fantasma de la fuerza y le dice a Luke que se olvide de todo lo que sabía sobre los Jedi, que las doctrinas no son buenas, que hay que ser flexibles.
Ahora, cuando Rey quiere hacer exactamente eso en un momento de la película, el propio Luke se le aparece para decirle que él mismo estaba equivocado y que por tanto, Yoda también. Pero a Yoda no lo sacan esta vez, porque estará revolviéndose en su tumba.
Todo en esta película se ha basado en desmentir todo lo que se dijo e hizo en la anterior, y en algunos puntos daba hasta vergüenza ajena.
Un tirón de orejas para JJ Abrams, y para Disney, por proyectar una trilogía sin guiones.
Empieza la película, apenas dos minutos de metraje y ya tenemos a Kylo Ren frente a Palpatine, que le dice que Rey no es quien él piensa. La semilla ya está plantada. Kylo le dijo en el episodio VIII que ella no era nadie, y ahora Kylo le dice que es nieta de Palpatine.
¿Nieta de Palpatine? Resulta que Palpatine tiene un hijo, o hija. Ni siquiera eso dejan claro. Uno de los padres de Rey es hijo de Palpatine, y no sabemos nada más al respecto en toda la película. Fueron asesinados por un cazarrecompensas enviado por Palpatine. Eso es cuanto sabemos.
Es inadmisible que una historia tan poco desarrollada sea el eje central de la trama.
Después está Luke Skywalker. En el episodio VIII Yoda se aparece como fantasma de la fuerza y le dice a Luke que se olvide de todo lo que sabía sobre los Jedi, que las doctrinas no son buenas, que hay que ser flexibles.
Ahora, cuando Rey quiere hacer exactamente eso en un momento de la película, el propio Luke se le aparece para decirle que él mismo estaba equivocado y que por tanto, Yoda también. Pero a Yoda no lo sacan esta vez, porque estará revolviéndose en su tumba.
Todo en esta película se ha basado en desmentir todo lo que se dijo e hizo en la anterior, y en algunos puntos daba hasta vergüenza ajena.
Un tirón de orejas para JJ Abrams, y para Disney, por proyectar una trilogía sin guiones.