Tenemos aquí a una adolescente que padece un cáncer y toma la valiente (otros dirían que insensata) decisión de dejar de lado la quimioterapia y disfrutar en plena falcultades "el tiempo que le quede". Por momentos (sobre todo al principio) la protagonista se comporta como una persona egoista e insensible, sobre todo con su padre, extremadamente preocupado y sobreprotector. Según avanza la historia descubrimos que lo que le pasa a la chavala es que no es nada fácil encontrarse en su situación. Nos encontramos con una cinta bien realizada (si acaso un poco lenta al principio), muy bien interpretada, especialmente por los tres adolescentes (un punto negativo muy gordo al actor que hace el papel de padre de ella por su flojísima interpretación, aunque puede ser que gran parte de culpa la tenga el doblador asignado a él)... La historia, triste pero bonita al mismo tiempo, te atrapa y quieres ver como acaba... RECOMENDABLE, excepto para almas muy sensibles.