"Singing in the rain" pertenece al selecto grupo de películas que un espectador cualquiera aunque no la haya visto nunca, al menos conoce su existencia, es posible que conozca los nombres de los actores, y muy probable que haya memorizado alguna frase o alguna escena, sin haber visto nunca la película.

¿Es merecida tanta fama? Pues sí. Esta película es una obra maestra, el musical entre los musicales, todo referente al musical funciona de manera innegablemente perfecta, los actores disfrutan con las escenas demostrando pasión y talento en cada paso, la sincronización de sus movimientos con las melodías llega a parecer irreal, y la dirección permite que tanto dinamismo fluya de manera natural y evita que tanto número musical pueda llegar a sobrecargar al espectador, una de las razones por las que esta película también triunfa entre los menos simpatizantes del género.

Sin embargo, al igual que no se debe valorar una película de acción sólo por sus efectos especiales o escenas de acción, para valorar íntegramente "Singing in the rain", hay que tener en cuenta más factores, como la evolución de la historia y los personajes. Salvo en el tercer acto no hay un antagonista claramente definido, lo cual le quita emoción al conflicto de la trama, además varias escenas musicales no tienen ningún sentido en la película, podrían ser eliminadas y no habría ninguna repercusión ni en la historia ni en los personajes ¿por qué? porque son innecesaria desde un punto de vista argumental, son una excusa para otro despliegue de talento en forma de número de musical.

En conclusión "Singing in the rain" marcó una época, las virtudes superan a las carencias dado el género en cuestión y es una joya que todo amante del cine debería tener en su filmoteca.