La contundencia y personalidad de películas como “Morir” les llevan a alcanzar un nivel de madurez muy alto, una complejidad que traspasa la pantalla a nivel emocional, sin mostrar más de lo necesario y sin caer en la lágrima fácil, recurso al que recurren en muchas ocasiones películas parecidas.

El argumento es claro, ese proceso de la muerte que llega en el peor momento, en ese en el que la decadencia física hace mella. “Morir” no da tregua presentando la situación sin rodeos ni ambages para comenzar un descenso que no ofrece descanso y que deja huella en los protagonistas. Una película muy dura que tiene momentos realmente difíciles y que no es apta para cualquier tipo de público. No podemos esperar otra cosa de un director como Franco, llevando el adjetivo de su apellido hasta el final con películas que no parecen tener lado amable, pero siempre con carisma y verdad en su discurso.

Esta historia, que resulta demasiado cercana para muchos espectadores, se apoya sin remedio en una pareja protagonista excelsa, de esas que alcanzan su momento cumbre a la vez. Rara es la vez que esto ocurre, pero Álvarez y Gertrudix lograr redondear unos papeles complicados sin artificios, siendo comprensibles, contenidos y sentidos, y mostrando sus fortalezas y debilidades a puro golpe de interpretación. La película no tendría su efecto con otro reparto.

Todo es cercano en esta historia, tanto que hay secuencias que se repiten, pero que recrean ese día a día con una fidelidad extrema que eleva el nivel de la narración. La película no sólo se centra en el personaje masculino, ese enfermo con sentimientos contradictorios, sino que también muestra esa soledad y frustración del familiar que está a su lado, que sufre, desde otro punto de vista, como el enfermo.

“Morir” es catártica, necesaria y valiente, pero también dura, áspera y desagradable a veces, y con tantos sentimientos contenidos y contradictorios es finalmente un viaje que el espectador hará hacer junto con el reparto conociendo por una vez el destino hacia un final esperado.