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España España · Granada
Voto de Kikivall:
8
Drama Myriam y Antoine Besson se han divorciado, y ella solicita la custodia exclusiva de su hijo Julien para protegerlo de un padre al que acusa de violento. Antoine defiende su caso como un padre despreciado, y la juez del caso sentencia a favor de la custodia compartida. Rehén del creciente conflicto entre sus padres, el joven Julien se ve empujado al límite. (FILMAFFINITY)
22 de abril de 2018
7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Myriam y Antoine Besson se han divorciado; ella solicita la custodia exclusiva de su hijo Julien para protegerlo de un padre que dice es desaconsejable. Mientras el esposo mira en escorzo junto a su abogada con cara de pocos amigos. El director Legrand en una larga escena inicial de quince minutos sugiere lo que vendrá después.

La película está muy bien dirigida por Xavier Legrand y cuenta algo tan común y desgraciadamente habitual como un divorcio y el consecuente proceso judicial para lograr la custodia de los hijos.

El guión del propio Legrand la trama se desenvuelve de forma progresiva como una historia inquietante que acaba en final terrorífico.

Es un relato de sufrimiento, pero mientras que los adultos, léase la madre, la hija (ya mayor de 18 años) o las amigas y amigos son adultos constituidos con sus propias defensas, el crío, vulnerable, queda desolado en la intemperie de su indefensión, al pairo de la brutalidad de un hombre de natural peligroso.

Es buena la fotografía de Nathalie Durand que sabe dar con unos tonos acordes a la trama, a la vez que coloca la cámara en el lugar preciso sin ahorrar primeros planos auténticamente turbadores.

En el reparto están soberbios, tanto Léa Drucker en el papel de madre con escasos recursos que apenas sabe cómo hacer para llevar a buen fin la crianza del hijo menor. Y un convincente y extraordinario Denis Menochet que interpreta con potencia e intensidad el rol de hombre celoso, tirano y psicópata capaz de lo peor.

Estamos ante una cinta desapacible, sin licencias afectivas, con un tinte ambiental ceniciento siempre al hilo de la realidad. A medida que avanza la cinta, ésta deviene thriller de terror.

Película que habla sobre el asedio implacable de algunos varones hacia la mujer, algo vergonzosamente vigente que se repite cada día en cualquier país o localidad en las que varones fríos, salvajes o enloquecidos asesinan a su parejas e incluso a sus hijos, siendo ejecutores de la venganza más brutal imaginable.

En fin, la cinta transpira verismo e inspira gran empatía por la pobre y aterrorizada mujer. Tanto desde el punto de vista del maltratador como del padecimiento de la mujer e hijos, Legrand demuestra su capacidad de sutileza, pero sin apartar la mirada de la difícil materia prima con la que trabaja.

En resumen, película de violencia de género de manual que acaba produciendo en el espectador una gran zozobra. Legrand consigue niveles de extrema angustia al más puro estilo de los cuentos de hadas tradicionales, convirtiendo en un monstruo al padre perseguidor de sus presas, para provocar un impacto inmediato en la sala y exponer sin tapujos esta lacra social tan compleja y tan parecida al viejo cuento del Hombre del saco.

Excelente Ópera prima de su autor.
Kikivall
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