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España España · Granada
Voto de Kikivall:
7
Comedia. Drama Tras pelearse con unos productores que no entienden nada de su trabajo, Marc, un excéntrico director de cine, huye con su película para terminarla. Acompañado de su fiel equipo, se esconde en un pequeño pueblo rural de Francia con su tía Denise, su mejor consejera. Allí, su creatividad se manifiesta en un millón de ideas que lo sumergen en un extraño caos. Consumido por su neurosis, Marc comienza a escribir “El libro de las soluciones”, ... [+]
22 de abril de 2024
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me encantan esas películas donde podemos disfrutar del cine desde su propio interior. Películas que narran la realización de películas desde dentro, “cine dentro del cine”, un género que algunos tratan con cierta displicencia pero que a mí me gusta muchísimo y considero que tiene un gran interés a todo nivel.

Prueba de este interés es que hay obras del género que son ya historia de la cinematografía universal. Hay renombrados directores como François Truffaut, Stanley Donen, Vincente Minnelli, Federico Fellini, Jean-Luc Godard, Woody Allen, los hermanos Coen o Quentin Tarantino, que se han complacido en realizar grandes películas de este corte.

Por recordar algunas, quiero mencionar algunos filmes sobre el tema. De la más actual a la más antigua: Cerrar los ojos (2023), de Victor Erice; La última gran estafa (2020), de George Gallo: https://encadenados.org/criticas/la-ultima-gran-estafa-2/; La noche americana (1973), de François Truffaut: https://encadenados.org/otros-articulos/la-noche-americana-la-nuit-americaine-1973-de-francois-truffaut/; o, Cantando bajo la lluvia (1953), de Stanley Donen y Gene Kelly.

Y anoche tuve ocasión de visionar este estreno entre loco, cómico-cachondo o pelín pintoresco, que puede no gustar nada de nada o, como en mi caso, agradar y hasta poder disfrutar de ella. Es también cine desde el mismo cine.

Marc es un excéntrico director de cine quien, tras entrar en firme desacuerdo con sus productores con relación a su última película, o sea, tras pelearse con ellos, que según Marc no entienden su arte ni su trabajo, se levanta súbitamente de la reunión, coge su película y con sus colaboradores se va para acabarla en otro lugar.

Acompañado de su fiel equipo, acaba por esconderse en un pequeño pueblo rural francés de las Cevenas, con su tía Denise de setenta y cinco años, según él, su mejor consejera. Allí, su desbordante creatividad no para de fluir en un millón de ideas que lo sumergen en un extraño caos.

La cosa es que Marc comienza a escribir “El libro de las soluciones”, una guía de consejos prácticos que bien podría tener la respuesta a todos sus problemas.

Bajo la dirección y guion de Michel Gondry, y un excelente reparto con Pierre Niney (como Marc), Blanche Gardin, Françoise Lebrun y otros a los que haré mención más abajo, la obra sigue una sucesión de locuras de Marc, en el mejor y peor sentido de la palabra. Un director que no duerme, que despierta en la madrugada a su montadora o insulta a su técnico.

Gondry parece querer que los espectadores se sienten a ver el diván en el cual se desarrolla una sesión psicoanalítica de sus más que probables crisis detrás de la cámara. Ciento dos minutos de terapia y nuestro director compartiendo y exorcizando sus fantasmas, ocultos temores, delirios, fabulaciones y excesos mentales que surgen en fase alta hipomaníaca.

Película que configura un conjunto interesante, una mirada franca, cómica y también mágica a lo que podría entenderse como el encarrilamiento, no siempre ordenado, de la creatividad, de la imaginación de un artista. Ese pensar en manera divergente y florida, esa apertura a nuevas experiencias.

Gondry resulta realmente sobresaliente cuando transforma y a la vez convierte sus dudas e interrogantes en un tratado de creatividad, pero cuando derrapa por el terreno de la petulancia se pierde y deviene locura total.

El argumento un tanto loco tiene momentos geniales y fantásticos como cuando Marc contrata a una orquesta de músicos, le arrebata la batuta al director, y comienza con los atónitos músicos a crear la partitura de su película sin llevar ni una nota escrita, apenas tarareando una melodía y posteriormente con gestos de brazos extendidos, andando en cuclillas y mímica diversa: “van a interpretar mi cuerpo; es bastante simple”, le dice a la orquesta.

No olvidemos que a Gondry le diagnosticaron en su momento lo que hoy se conoce como “bipolaridad” o trastorno “maniacodepresivo” o “ciclotimia”. Un cuadro que se caracteriza por las oscilaciones entre el pico depresivo (bajo) y el pico de la manía, de la euforia (alto). Realmente la cinta acierta a exponer la hibridación entre la exuberancia creativa del director protagonista y sus fases eminentemente maníacas caracterizadas por un optimismo y un ánimo exultante y agitado.

Lo principal de esta obra es su contagioso amor al cine y cuantos procesos le acompañan. Por lo demás, trata sin piedad el mundo de las obsesiones y del narcisismo del artista.

A medida que se le van planteando problemas, Marc va improvisando y desarrollando una miríada de ideas difíciles de seguir, lo que provoca importantes discusiones con su colaborador técnico Carlos, muy bien interpretado por (Mourad Boudaud). Completan el reparto un grupo de actrices francesas de edades diferentes, desde la veteranía de Françoise Lebrun, a la juventud de Frankie Wallach, pasando por la madurez de Blanche Gardin, todas muy bien como sufridoras del carácter imprevisible de Marc, al cual deben soportar con estoica paciencia.

En fin, la película acaba por pecar de lo mismo que su protagonista. Sus ideas, por más que brillantes, ven la luz de una manera tan incontrolada e incontinente, que cuando viene el momento de ponerlas en marcha, se declaran más ineficaces y extenuantes que operativas o factibles. Aunque la verdad, no falta interés y encanto a esta cinta.

Cuando concluye la película no se puede evitar hablar de ella, también de las bizarras ocurrencias de Marc, de la salud psíquica, de la amistad y la incondicionalidad, de las metáforas, de los sentimientos materializados en la pantalla, y sobre todo se habla de cine, de cuán complejo es el mundo de la creación cinematográfica.

Publicado más extenso en revista ENCADENADOS: https://encadenados.org/criticas/el-libro-de-las-soluciones-2/
Kikivall
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