Primer largometraje de sus directores, los cuales han dirigido algunos cortos como Atmospheric (2011), y que cuenta con un reparto con nombres como Miranda Raison (Asesinato en el Orient Express, 2017), y Sam Keeley (The Cured, 2017), entre otros.

Después de que cinco personas mueran en el derrumbe de un club nocturno, éstas se encuentran atrapadas en un lugar desconocido, donde deben conseguir escapar de un ente demoníaco.(FilmAffinity)

Se le ha de reconocer el mérito a sus responsables de haber arriesgado a la hora de intentar llevar a la gran pantalla una propuesta arriesgada con tan poco medios, aunque esto no quita que el resultado final sea algo cutre, reduciendo el más allá a una cabaña, un descampado y una playa. Las actuaciones se limitan a cumplir, ya que las interpretaciones se ven limitadas a unos papeles planos que resultan de lo peor de la propuesta, y el guión se limita a poco más que su premisa, por lo que su metraje de tan solo 97 minutos consigue hacerse bastante largo pese a algunos momentos relativamente originales.

Afterdeath es una película mediocre a todas luces, que aunque tiene buenas ideas, quedan apagadas por un presupuesto que no es equivalente a las mismas y tiene que optar por soluciones algo cutres, por lo que no merece la pena si se tiene algo mejor que hacer.

Nota personal 4/10