Daniel Calparsoro lleva casi 25 años dirigiendo películas y series de televisión, desde que en año 1995 debutará con “Salto al Vacio”, se han ido produciendo todo tipo de estrenos, donde la intriga, el thriller y las escenas de acción siempre le han acompañado. Entre sus trabajos más interesantes podemos destacar “El Aviso”, “Cien años de perdón” y “Asfalto”. Ahora nos presenta su nuevo trabajo, una adaptación de la primera parte de la novela de Elvira García Sáenz de Urturi cargada de misterio.

La historia se centra en un asesino en serie que lleva más de veinte años aterrorizando a la ciudad de Vitoria. Llevaba un tiempo tranquilo pero en plena celebración de las fiestas de la ciudad reanuda sus actos de terror, mientras en principal sospechoso cumple condena en la cárcel. Toda la trama se pone en marcha cuando se descubren los cadáveres de una pareja en la cripta de la Ciudad Vieja. El asesino tiene una peculiar forma de actuar introduciendo abejas en el cuerpo de sus víctimas. Un grupo de policías empezaran desde ese momento una auténtica carrera a contrarreloj para atrapar al culpable.

La película nos habla de crímenes relacionados con la creación, el paraíso y toda la historia antigua de la ciudad. Y es en las escenas que vamos viendo por la ciudad de Vitoria, donde mejor funciona la cinta, esas persecuciones por la catedral y esas estrechas calles, que dan una continua sensación de agobio y una atmósfera muy buena. Otro aspecto interesante que nos muestra es como intenta combinar todo el pasado con el presente a través de la lucha del asesino con el inspector de policía.

El mayor problema que nos presenta la película es el guion, mal estructurado y peor desarrollado. Tampoco ayudan mucho las flojas interpretaciones de los actores, en muchas escenas no son creíbles. Y me dejo también una sensación fría la parte final. No me gusta ese tipo de cine en el cual el espectador va por delante de la propia película. Y en este caso sucede muchas veces. Se deja ver y no se hace pesada, pero para mi gusto se le podría haber sacado mucho más partido.

Lo mejor: La atmósfera que se forma en la ciudad de Vitoria.
Lo peor: El guion y las interpretaciones.

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