Malcolm & Marie es un duelo interpretativo y un ejercicio de estilo, un auténtico regalo que nos hace su director Sam Levinson.

Esta delicada pieza de cámara que nos ofrece el aclamado director de Euphoria (e hijo del director Barry Levinson), nos muestra (con una honestidad descarnada y lúcida) una discusión matrimonial basada en un hecho que le ocurrió en la vida real (Sam Levinson se olvido de mencionar a su mujer en los agradecimientos en la premiere del film "Nación Salvaje" en 2018).

La discusión es el detonante que nos permite asistir a una catarsis de pareja. Levinson dibuja unos personajes nada autocomplacientes, con muchos claroscuros, lo cual ubica al espectador en posiciones incómodas en algunos momentos. Zendaya y John David están soberbios defendiendo sus papeles. En especial Zendaya, que sabe transmitir vulnerabilidad y emocionar con su expresividad contenida con cada gesto que hace.

La cinta tiene una fuerza visual brutal, que busca compensar la excesiva teatralidad de la propuesta, con un elegantísimo Blanco y negro de elevado contraste y una textura, encuadres, movimientos de cámara cuidadísimos. Un auténtico ejercicio de estilo.

El film funciona a muchos niveles: como crítica al mundo de hollywood, como reflexión sobre el racismo encubiertp, la hipocresía del éxito, pero sobretodo como muestra de las complicadas dinámicas emocionales de una relación de pareja.

Con conexiones con films como Quién teme a Virginia Woolf (1966) o la reciente Historia de un matrimonio (2019) y el cine de Cassavettes.

Un film sincero, incómodo en algunos momentos, descarnado, emocional, intenso, "con electricidad y corazón".


El cine necesita "Have a heart and electricity" es una de las frases que se pronuncia en la película.