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España España · Mordor
Voto de Chivas:
8
Comedia. Drama Charlie Kaufman, un guionista de Los Ángeles, vive un periodo de crisis creativa, todo lo contrario que su hermano gemelo Donald. Charlie escribe tal como vive: con gran dificultad y lleno de inseguridades, mientras que Donald vive tal como escribe: con dejadez. Por su parte, Susan escribe sobre la vida, pero es incapaz de vivirla. Por el contrario, la intensa y aventurera vida de John es digna de una novela. (FILMAFFINITY)
24 de noviembre de 2009
21 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Minuto 34, una vieja furgoneta blanca, Susan y John Larroche, y Wild horses sonando de fondo: “-¿Sabes por qué me gustan las plantas? Porque son mutables, la adaptación es un proceso profundo, es descubrir como sobrevivir en el medio. -Si pero para las plantas es más fácil, no tienen memoria, en fin, pasan a lo siguiente que haya, pero para una persona no sé, adaptarse es como, como huir…”

En el Ladrón de orquídeas las referencias a Darwin y a la evolución son numerosas, tanto explícitamente (cuando el propio Darwin aparece sentado, cuando se visualiza su cinta en la furgoneta o las escenas de evolución a cámara rápida) como implícitas (prácticamente toda la película). El motivo es muy simple, la teoría de la evolución se puede resumir en la capacidad de los entes (plantas, personas, libros, animales o películas en este caso) para adaptarse al entorno y poder sobrevivir. Tampoco es casualidad que la flor elegida sea la orquídea que adapta su forma exacta para un insecto concreto, la metáfora de la orquídea esta presente en toda la cinta, todo lo que aparece en la película, desde los personajes hasta el propio desarrollo del argumento se comportan como orquídeas adaptándose para la supervivencia.

La idea del cambiar para gustar centrada sobre todo en dos aspectos: la imagen del “perdedor” y los guiones cinematográficos, es suficientemente buena como para realizar una película más que decente, pero Kaufman no se conforma y le da una vuelta de tuerca más, convirtiendo al protagonista en el propio guionista de lo que estamos viendo. Es decir, cine dentro del cine.

Y, aún más, nos presenta a dos hermanos gemelos, Donald y Charlie, que representan dos partes de una misma persona. Donald es seguro de sí mismo y como guionista con pocas luces, comercial, evidente, predecible y fácil. Charlie por su parte es el personaje atormentado, infeliz e inseguro que parece gustarle tanto al Kaufman de verdad (véase Being John Malkovich), como guionista es innovador, original y creativo.

El ladrón de orquídeas plantea el dilema entre estas dos fuerzas, entre lo original, lo bueno de verdad y los guiones baratos que el público suele pedir. El hecho de que el protagonista dirija el guión de la propia película hace que sintamos con mucha más fuerza los cambios de un tipo de guión al otro que él mismo va realizando, especialmente con el final.

En definitiva, esta muy lejos de ser una obra maestra pero es una película curiosa e interesante en la línea de Kaufman, recomiendo verla a todo el mundo.
Chivas
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