¿Por qué un 7?

1 Cierta profundidad
2 Will (Matt Damon) y Chuckie (Ben Affleck) juntos
3 No es pretenciosa
4 Sentido de la amistad
5 La actuación de Robin Williams
6 Buen ritmo
7 Buen Guión

¿Por qué no más?

8 Demasiados tópicos
9 Muy previsible
10 Esta muy lejos de ser una obra maestra personaje poco definido

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------

1 y 3 Tiene tanta profundidad como pretende y aparenta tener, escapa de la superficialidad sin llegar a caer en la pedantería

2 Y de guionistas…quien me lo iba a decir…estos dos!!...

4 Siempre es buen tema de fondo

5 Está enorme

6 La película no decae en ningún momento, se mantiene y es entretenida, se hace muy fácil verla.

7 Buenas conversaciones, no sobra ni falta nada, todo lo dicho sirve para describir a los personajes o para el desarrollo de la trama

8 Personajes y situaciones demasiados hollywoodienses que amenazan con joder la película

9 (Spoiler)

10 Falta maestría, sutileza, belleza, genialidad…se echa de menos una banda sonora y fotografía con más fuerza y autonomía, necesitaría un poco más de originalidad, un toque en la dirección y salvar los baches del guión para ser algo más que lo que es: una película más que aceptable – buena-, sin pretensiones de ser algo grande.

Minuto 34, una vieja furgoneta blanca, Susan y John Larroche, y Wild horses sonando de fondo: “-¿Sabes por qué me gustan las plantas? Porque son mutables, la adaptación es un proceso profundo, es descubrir como sobrevivir en el medio. -Si pero para las plantas es más fácil, no tienen memoria, en fin, pasan a lo siguiente que haya, pero para una persona no sé, adaptarse es como, como huir…”

En el Ladrón de orquídeas las referencias a Darwin y a la evolución son numerosas, tanto explícitamente (cuando el propio Darwin aparece sentado, cuando se visualiza su cinta en la furgoneta o las escenas de evolución a cámara rápida) como implícitas (prácticamente toda la película). El motivo es muy simple, la teoría de la evolución se puede resumir en la capacidad de los entes (plantas, personas, libros, animales o películas en este caso) para adaptarse al entorno y poder sobrevivir. Tampoco es casualidad que la flor elegida sea la orquídea que adapta su forma exacta para un insecto concreto, la metáfora de la orquídea esta presente en toda la cinta, todo lo que aparece en la película, desde los personajes hasta el propio desarrollo del argumento se comportan como orquídeas adaptándose para la supervivencia.

La idea del cambiar para gustar centrada sobre todo en dos aspectos: la imagen del “perdedor” y los guiones cinematográficos, es suficientemente buena como para realizar una película más que decente, pero Kaufman no se conforma y le da una vuelta de tuerca más, convirtiendo al protagonista en el propio guionista de lo que estamos viendo. Es decir, cine dentro del cine.

Y, aún más, nos presenta a dos hermanos gemelos, Donald y Charlie, que representan dos partes de una misma persona. Donald es seguro de sí mismo y como guionista con pocas luces, comercial, evidente, predecible y fácil. Charlie por su parte es el personaje atormentado, infeliz e inseguro que parece gustarle tanto al Kaufman de verdad (véase Being John Malkovich), como guionista es innovador, original y creativo.

El ladrón de orquídeas plantea el dilema entre estas dos fuerzas, entre lo original, lo bueno de verdad y los guiones baratos que el público suele pedir. El hecho de que el protagonista dirija el guión de la propia película hace que sintamos con mucha más fuerza los cambios de un tipo de guión al otro que él mismo va realizando, especialmente con el final.

En definitiva, esta muy lejos de ser una obra maestra pero es una película curiosa e interesante en la línea de Kaufman, recomiendo verla a todo el mundo.

Abierta hasta el amanecer se quedó mi mente después de ver esta cinta, y no porque haga pensar (no hace falta pensar lo más mínimo para verla), si no porque me preguntaba, ¿qué es esto? ¿es una película, o son dos? ¿una broma? ¿una obra de arte? ¿un insulto a la seriedad y un cántico al cine espontáneo e intrascendente? ¿una esmerada película trabajada que pretende parecer todo lo contrario? ¿un homenaje a géneros y directores de cine? ¿una obra nacida de dos individuos (Grande Tarantino y Mediano Rodriguez) en una noche de LSD, alcohol y marihuana? ¿un trabajo de cine auténtico, o el mas puro (si el guionista de este film fuera el que escribiera esto, seguramente cambiara la "r" de puro por una "t") cine comercial barato? ¿un esfuerzo por parte de Quentin en demostrar que la genialidad de Pulp Fiction fue sólo casualidad? ¿una genial animalada de la que es imposible quedar indiferente?

En realidad no es ninguna de estas cosas, pero, ¿saben qué? tampoco deja de serlo. Es, simplemente, una mezcla de todo lo que aquí arriba está escrito.
Es una "interesante" (6.8) película caracterizada por el sello de sus dos creadores (la primera mitad es marcadamente cine-Tarantino, la segunda; Rodriguez), que cuida los detalles más de lo que aparenta, y que mezcla la amenidad, facilidad y entretenimiento del cine comercial con detalles grandiosos, con múltiples referencias al mejor cine que conocemos y con grandes escenas y detalles de guión difíciles de olvidar.

Lo peor: vacía de contenido.
Lo mejor: El baile de Salma Hayek.
Lo peor/lo mejor (depende para quién): atípicamente típica. Giro de guión inesperado.

Difícilmente te dejará indiferente. Recomiendo verla, aunque sólo sea para despotricar contra ella.

PD: La única manera de tener un balance positivo después de verla es no crearte demasiadas expectativas.

Opera prima es una comedia dirigida por Fernando Trueba allá por el año 1980. “opera prima” es por un lado la opera prima de Trueba, y por otro responde al guión: opera, zona céntrica de Madrid, es donde el protagonista se encuentra a su prima, hecho que se convierte en arranque y motor de toda la película.

El film cuenta la historia de Matías, un joven periodista-escritor de 25 años, separado y con un hijo al que ve un día por semana, que un buen día se encuentra por casualidad con su prima, a la que llevaba años sin ver. Su prima se llama Violeta y vive en una boardilla en Opera, a la que Matías empieza a ir frecuentemente. El segundo día ya duermen juntos y empiezan a verse sistemáticamente, en una extraña relación en la que los dos parecen estar bastante seguros. A la trama principal acompañan otros sub-temas como su relación con su hijo y con su ex-mujer, los consejos, llenos de humor típicamente español, de su amigo (Antonio Resines) o los celos que siente del amigo de Violeta, al que considera un niñato que se cree especial por tocar el violín.

La película gira en torno al estado de cambio que se vivía en Madrid (y en todo España) en aquella época: los rompedores sesenta y los movidos setenta de la transición daban paso a una nueva mentalidad en los ochenta. Y en este estado de transición social y mental colectivo, se encuentra el protagonista de 25 años, una edad que también es la transición entre la juventud y la adultez.

Oscar Ladoire, co-escritor y protagonista, acapara la película totalmente, que está centrada en el personaje que éste interpreta. No obstante, hace una interpretación excelente y graciosísima de Matías, un charlatán pseudo-fracasado que se encuentra más bien perdido, y entre que pasa la vida contando sus teorías sobre cualquier cosa, se da cuenta de lo que realmente quiere: a su prima Violeta. La película es en realidad una comedia romántica, pero siendo mucho más graciosa que empalagosa. Su sencillez y jovialidad la hacen entretenida, Fernando Trueba consigue plasmar perfectamente el estado de ánimo y la situación de los jóvenes de esa época.