De las películas que he visto de Taboada, esta es una de las que no me encantaron, no es mala, y tiene todos los elementos que caracterizaban a Taboada, pero algo falla, quizás los diálogos acartonados y medio recitados por los actores que se comportan de una forma muy esquemática, yo creo que en ese entonces el director quería firmar de forma clásica por lo que los actores se comportan como en el tiempo del cine de oro, al borde de la sobreactuctuación.
La historia es interesante, juega muy bien con la ambigüedad de ver hasta donde Silvia es culpable, si está trastornada o si es manipulada por el espíritu de Hugo y si es cómplice o no de este.
Igual no se desarrolla mucho a los demás personajes que quedan como simples bosquejos, ni se ahonda en el pasado de Julia, la institutriz y su hija fallecida, uno se queda con las ganas de saber de qué murió su hija.
Las escenas donde aparece el mentado Hugo, vistas hoy en día generan humor involuntario.