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Voto de Antonio Morales:
6
Aventuras. Drama. Fantástico Pete Sandich, un temerario piloto que se dedica a la extinción de incendios, muere en acto de servicio tras salvarle la vida a un amigo. En el cielo, se encuentra con un ángel femenino que lo conmina a regresar a la Tierra para proteger la vida y convertir en un experto piloto al novato Ted Baker. El único problema es que Ted está enamorado de la antigua novia de Pete. (FILMAFFINITY)
17 de octubre de 2016
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Seguramente soy de los pocos que defiende esta sentimental película de Spielberg, tachada de blandura inoperante por algunos sesudos críticos, pues debe ser una de mis debilidades (adorar películas que a otros pueden resultar ñoñas o ridículas, por ejemplo las de Frank Capra), hay quien se emociona con un gesto, un plano, una mirada o un silencio, y otros, disfrutan con una pedante, presuntuosa y profunda reflexión filosófica que les lleva a una masturbación mental con orgasmo incluido. Asumiendo que no es de las mejores del cineasta, a mi me gusta ese aura romántica, melancólica y evocadora de recuerdos, amistad, valor y camaradería. Se trata de una libre adaptación de “Dos en el cielo” (1943), de Victor Fleming, por lo que he leído, es una discreta producción de la Metro con Spencer Tracy y guión de Dalton Trumbo, que me gustaría ver. Enmarcada en una serie de producciones que en aquellos años de guerra mundial trasladaban un mensaje en positivo, una visión amable de la muerte.

Spielberg y su guionista, retoman este argumento de corte sobrenatural, narrada en tono de comedia dramática, trasladando la historia a finales de los 80, tiene como protagonistas a un grupo de ex pilotos convertidos en bomberos aéreos que se dedican a apagar incendios forestales. Un film con reminiscencias hawksianas, concretamente me recuerda a “Sólo los ángeles tienen alas” que incluyen los temas que he citado anteriormente. Este cambio le confiere al film unos puntos de interés primordiales: los peligros físicos del arriesgado trabajo, un núcleo humano esencialmente masculino en el que la mujer toma un protagonismo activo. El cineasta no duda en utilizar viejos aeroplanos pertenecientes al periodo bélico, pues en realidad, algunos de aquellos pilotos decidieron guardar y conservar sus aparatos para utilizarlos luego en misiones civiles.

Spielberg le confiere a su película una clara sensación de atemporalidad modélicamente expuesta. Y no tan sólo por la presencia de los viejos aviones, o por la excelente fotografía en tono crepuscular, está en multitud de escenas tanto en esos cielos azules y rojizos, en esos montes ardiendo infernalmente como en el regalo que Pete (Richard Dreyfuss) ofrece a Dorinda (Holly Hunter) durante su cumpleaños. Ese sentimiento atemporal es utilizado con gran habilidad para reforzar el componente más fantástico convirtiéndose en algo mágico, incluyendo esa tendencia a recurrir a escenas lacrimógenas de las que el cineasta nunca renunció.

Las escenas aéreas están excelentemente filmadas, incluyendo la escena que abre el film que me parece una ingeniosa broma terrorífica, muy propia del cineasta. Además de lo expuesto me quedo con el “leit motiv” del tema legendario “Smoke gets in your eyes”, y con los dos papeles secundarios, el siempre conmovedor John Goodman, un grandullón campechano y noble, y por supuesto, el escueto pero maravilloso papel celestial de Audrey Hepburn, su presencia física resulta etérea y voluble. Una película emocionante llena de heroísmo altruista y gozosamente romántica. Es por todo ello que me parece recomendable a pesar del tiempo transcurrido.
Antonio Morales
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