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El manto sagrado

Aventuras Siglo I d.C. En la Roma de Tiberio, el joven y noble Marcelo Galio encuentra en una subasta de esclavos a la bella Diana, enamorada de él desde que eran niños, y ahora pupila del emperador. Marcelo se enfrenta en una violenta puja con Calígula, hijo y sucesor de Tiberio, y consigue quitarle al esclavo griego Demetrio. Enterado el emperador de la disputa, castiga a Marcelo enviándolo a Palestina en calidad de tribuno. Cuando llega, ... [+]
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Críticas 31
Críticas ordenadas por utilidad
23 de abril de 2019
2 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
64/11(20/04/19) Envejecido panfleto católico, de esos de visión propia en Semana Santa, intenta a doctrinar desde la máxima del Dogma, donde la sutilidad está tan ausente como machacones sus subrayados. Dirigida por Henry Koster, bajo guión de Gina Kaus, Albert Maltz y Philip Dunne que adaptan la novela homónima de 1942 de Lloyd C. Douglas, relato sobre los primeros conversos cristianos, y que como bien he leído tiene ciertas similitudes con otro péplum como el de “Barrabás” (1961), y que nos acerca a la ficticia figura del centurión encargado de crucificar a Jesús, y de cómo este sufre una transformación espiritual por el peso de la culpa, historia de redención mística muy del gusto en la época, época en USA ultraconservadora, y donde la Caza de Brujas estaba latente (1950-1956). Epopeya bíblica de Hollywood, tiene la distinción de ser la primera película lanzada en el formato de pantalla ancha conocido como CinemaScope. Aunque How to Marry a Millionaire fue en realidad la primera película rodada en este formato, no llegó a los cines hasta noviembre de 1953, mientras The Robe se estrenó en septiembre de ese año. Un éxito en comercial descomunal, la película más taquillera del 53 en USA y la segunda en el mundo tras “Peter Pan” de la Disney. Con todo esto la cinta para mí me queda un ejercicio superficial e impostado donde el mensaje cristiano te lo meten a cucharadas soperas de modo atropellado, sin sentido orgánico, con diálogos infantiles, con algunas situaciones chirriantes que vistas hoy día llegan a lo rancio, unas actuaciones que discurren entre lo banal y lo histriónico (epítome un divertido Jay Robinson como Calígula), donde la escasa acción se nota metida con calzador, todo esto maximizado por un metraje desmedido para lo poco que cuenta, me queda una clase de catequesis para parvularios.

“Hay películas han pasado a la historia por su calidad artística, por sucesos circunstanciales o coyunturales irrepetibles, por su popularidad o forma de empatizar con el espectador, y otras, como “La túnica sagrada”, péplum que ha pasado a la posteridad por su novedad técnica, fue el primero en estrenarse en este nuevo formato, creado para dar al cine una mayor grandiosidad y desafiar a la televisión que estaba ganándole terreno. La Fox invirtió 4.500.000 $ en una historia basada en un “best-seller” de Lloyd C. Douglas que la RKO no quiso llevar a la pantalla, teniendo unos derechos que no quiso ejercer. Tras la negativa de Tyron Power, estrella entonces del Estudio, a interpretar el papel principal y gracias al cual, Richard Burton se encontró con el personaje que lo haría famoso, aunque el actor nunca mostró cariño por este trabajo, por el que fue nominado al Oscar.”

La película sufrió un cambio importante en 1997, pues los créditos originales tenían a Philip Dunne como único guionista, pero este año el Gremio de Escritores decidió otorgarle máximo crédito a la escritura a Albert Maltz, escritor de Lista Negra (Uno de los Hollywood Ten, por negarse a delatar a compañeros) anteriormente había realizado trabajos no acreditados en Broken Arrow y Casablanca. Quizás este drama personal de Maltz pudo inspirarle el juicio a que es sometido en el final el protagonista, donde es conminado a renegar de su fe ante un tirano como Calígula. Henry Koster era judío y germano (berlinés), huyó de una prometedora carrera de director en Alemania para instalarse en Hollywood en 1936, esto podría ser traducido en que el Calígula de Jay Robinson es un alter ego caricaturesco de Hitler.

El relato tiene su eje principal en como el protagonista Marcello Gallio sufre una epifanía espiritual al tocar la Túnica Sagrada, metido a empujones, sin medida, con redundancias propias de gente cortita, esto tiene su apogeo en la visita que este hace a un pueblo donde estuvo Jesús e hizo varios milagros que removieron las conciencias junto a sus enseñanzas morales que predicó, el romano se resiste de modo histriónico-grimante a aceptar las historias de las personas con las que se encuentra, y es que estas resultan a oídos de cualquiera bastante ingenuas, si Marcello regala un burro a un niño y este a su vez lo regala a un amigo debe conmoverlo? Jesús sanó a un niño cojo, y por esto debe sentirse Marcello un cristiano? Una muchacha, Miriam (Betta St. John), es una lisiada que no puede andar, pero es feliz porque Jesús no la curó y la dejó como prueba de que no hacen falta milagros para creer en su mensaje, o sea que es feliz por ver que cura a enfermos a su alrededor y a ella la deja minusválida? Pero nos toman por idiotas? Y claro, Marcello ante tanto argumento espiritual (¿?) no puede por más que caer bajo el influjo del cristianismo (puaj!); En realidad hay dos conversiones más en la cinta, estas más de soslayo, y a la vez tratadas de un modo tan trivial que da dentera, una es la del esclavo heleno Demetrius (Victor Mature), que cae bajo el hechizo de Jesús nada más mirarle en el Domingo de Ramos , si Jesús hubiera tenido ese poder nunca hubiera sido crucificado y ahora todo el planeta sería seguidor suyo, menuda estulticia; Las otra es la de Diana (Jean Simmons), enamorada de Marcello, esta conversión resulta ridícula, nada se sabe de lo que predicaba Jesús, si Marcello hubiera sido budista ella se hubiera hecho, de hecho que su mayor motivación no sea otra que huir del pérfido Calígula (Jay Robinson), todo se da por imperativo del guión, sin nada de orgánico o mínima fluidez narrativa.

Hay elementos reseñables, como el tratamiento visual de Jesús, visto fuera de plano, o solo su túnica, nunca vemos su rostro, esto para dar más misticismo a su figura, recurso reverente y solemne hacia su mesiánica personalidad; La escena emociónante cuando Demetrio sale en busca de Jesús para advertirle que le buscan para detenerle, se cruza con un tipo que le dice que ya le han apresado, que alguien le ha traicionado, escena con epílogo cortante y turbador, remarcado por atronadora música de Alfred Newman; (sigue en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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