El espía inglés

Vale que no es "El tercer hombre" ni Dominic Cooke, reputado director teatral, es Welles. Pero entiendo que nadie lo pretende y que el guion de Tom O´Connor busca la "normalidad" dentro de la locura que supuso la Guerra Fria y como los servicios de inteligencia no se andaban con reparos a la hora de fichar gente común para utiizarlos de correos con sus informantes sin que así despertaran sospechas. De como un empresario con familia, Greville Winne asumió el riesgo y llegó a empatizar con su contacto va el asunto que Cooke, que todavía en este su segundo film anda buscando sus señas de identidad, nos cuenta con ortodoxia narrativa. La cosa mantiene mi interés y Cumberbatch como siempre no defrauda.

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Personalmente, me ha gustado bastante. A pesar de haberla visto al final de la jornada laboral, no sólo no me ha entrado sueño, sino que me ha mantenido pegado al televisor de principio a fin. Benedict está sublime en su actuación (no tanto el resto de actores/actrices).
Saber que está basada la historia en hechos reales, para mí, siempre es un plus. Obliga al director a hacer un buen trabajo ya que el espectador muchas veces conoce el final de la historia. Así que, importa y, mucho cómo se narren los hechos.
La película es un poco lenta pero, realmente en ningún momento deja de engancharte.
No hay tiros, no hay acción desenfrenada,... pero hay trabajo de espionaje a la antigua usanza.
Me ha gustado y, la recomendaría a toda aquella persona que le guste Cumberbatch y/o le guste el cine de espionaje.

Dentro de la época estresante que fue la crisis de los misiles a principios de los años 60, hubo hombres que ayudaron a que el planeta se salvase de un muy posible desastre nuclear y que servidor y el resto de la humanidad podamos estar aquí aportando o dando por culo, depende de como sea cada uno. Uno de ellos fue el ingeniero Greville Wynne (1919-1990), quien se vio envuelto en una tarea tan peligrosa como valiosa como es el traspaso de documentos a Occidente, ayudado por el otro hombre importante en la historia, el ruso Oleg Penkovsky (1919-1963).

'El espía inglés' no se ve limitado por mantenerse a la narración de hechos que relata, sino que consigue tener vida propia gracias a la talla de sus dos actores protagonistas, el ya no necesitado de presentación Benedict Cumberbatch y la ya afianzada en la profesión Rachel Brosnahan (la serie de TV 'La maravillosa Sra. Maisel'), quienes son los mayores reclamos del reparto compuesto por generalmente nombres semi-desconocidos, aunque no por ello menos eficientes.

Dominic Cooke consigue transmitir al público el estrés que sufre Wynne por su labor que le traerá más de un disgusto y, de este modo, el filme consigue una sólida historia dramática con los hechos reales de fondo. Todo ello adornado por una traslación muy fidedigna de lo que fue la vida en los años 60 en ambientación y vestuarios; ningún pero que poner en este aspecto.

En líneas generales, este filme pone en relieve el valor de lo que puede significar para todo un planeta unas solas personas que, en apariencia, no tienen capacidad para hacer grandes cambios, así que nunca se sabe si a alguno de nosotros nos deparan cotas altas. Ello junto con el valor cinematográfico en interpretaciones, guion y ambientación hace de 'El espía inglés' una más que efectiva traslación de los acontecimientos reales siendo una notable película dramática en el proceso.

Buena película sobre el mundo de los espías, lo cierto es que un occidental en Moscú, o bien un soviético en el bloque occidental, en aquella época, tenía todas las papeletas para que fuese un espía... Aquí el activo reside en que el soviético, con el que traba relación comercial y luego amistad, quiere desertar y los cojones que hay que echarle para ello. La trama de la peli, incluso va mejorando con el devenir de la peli, y buena actuación de don Benedict como el typical British gentleman, incluso da un toque de distinción cuando le apresan y todas las penurias que tuvo que pasar en el infierno de una prisión soviética, joder, yo ahí no aguanto ni una semana... Peli recomendable sobre espías, bien hecha y buena trama.

La película que nos ocupa nos narra una historia de espionaje de corte tradicional, sin grandes sorpresas, pero con calidad, dando forma a una propuesta agradable para los aficionados al género.

Destacan la ambientación y la muy buena actuación de Benedict Cumberbatch, que sirven para sostener una trama entretenida. En su arranque, el argumento no parece especialmente estimulante, pero, una vez ubicados en lo que se plantea, el desarrollo va ganando en interés progresivamente. La sensación general es la de encontrarnos frente a una buena película que quizás no cuenta con grandes aspiraciones, pero que al mismo tiempo consigue construir su historia y a sus personajes con solidez.