Theeb: La supervivencia del lobo

Nos hemos acordado de la vieja cinta de Keaton (1923) que se basa en la obligada hospitalidad del anfitrión hacia el visitante, aunque este sea su mayor enemigo.
Así Hussein (Salameh) y su pequeño hermano Theeb (Al-Hwietat), a quienes recuerdan esa ley, se ven en la obligación de llevar a un beduino y a un soldado británico a unos pozos a través de un peligroso camino.
La trama está muy bien explicada en la sinopsis de FA. El resto es el camino. Una vez más. El viaje que nos permite ir conociendo algo de los personajes. No mucho, porque el centro es Theeb y su brusco paso al mundo de los adultos. Los demás quedan todos muy en segundo plano. Vemos a un niño salir de la aldea montando un burrito y, a la vuelta, se ha convertido en un hombre que se ha enfrentado a solas con el desierto y con otros hombres. La madurez.
Un guion sencillo y coherente da paso a una realización sobria, lineal, reposada, sin énfasis alguno. Las cosas pasan porque tienen que pasar, sin dramas. Lo mismo que las interpretaciones, sobrias, sin estridencias.
Escasos diálogos, las imágenes hablan por sí solas, sobran las palabras. Ritmo reposado, a veces un tanto cansino y apagado.
¿Tiene toques westerianos? Sí, sin duda. Ya se ha dicho. Hay está la importancia del paisaje, la presencia del desierto, el tiroteo en el desfiladero, los beduinos al acecho como si fueran apaches, el oficial del Ejército ... incluso la extracción de la bala con el cuchillo y la cauterización de la herida quemándola con la pólvora de un cartucho que tantas veces hemos visto en el Oeste. Pero no es un western en sentido estricto. Al menos para nosotros.
Es una buena película que llega de una cinematografía exótica. Original, bella, recomendable.

Toda mi crítica abajo, no concibo las críticas sin spoilers...