Siete ocasiones

Desde que ví por primera vez esta película ya quedó grabada para siempre en mi memoria cinéfila uno de esos momentos mágicos que nos regala el cine de vez en cuando y que sabemos nunca olvidaremos: Buster Keaton sentado en el primer banco de la iglesia esperando que llegue alguna candidata para poder cumplir con la condición para recibir una herencia. A partir de allí, toda la segunda media hora de esta película es tan desopilante y divertida que siempre tendremos ganas de verla de nuevo. Buster Keaton logra una de sus películas más acabadas -en mi humilde opinión justo con Sherlock Jr. las dos mejores- y hace gala de esa ocurrencia sin fin explotada a través de un despliegue atlético que justifica con creces su apodo. Asombra comprobar como una película muda estrenada hace la friolera de 90 años significó una hora de risas ininterrumpidas no sólo para quien escribe (51 años) sino también para una de mis hijas de 13 años y otro de mis hijos de 15 años. Aunque Ud. no lo crea, el Gran Buster Keaton sigue vigente a pesar de, o, con mayor razón aún, en la época del reinado del cine hecho por computadora.

Y no me canso.
Después de el héroe del río, la mejor de Keaton. Demuestra con creces que era el mejor cómico del cine mudo sin apenas esfuerzo.
Un vendaval de brillantes gags , sólo al alcance de este genio maltratado por la industria del cine.

La vi por primera vez el 5 de julio de 2011, que aunque el mismo Keaton odiara la película y no le gustara el resultado, finalmente fue todo un éxito en taquilla, y a día de hoy aún es recordada sobre todo por las escenas finales de las novias persiguiendo al novio.

La película es todo un corre corre, el argumento sencillo: un hombre recibe una herencia muy cuantiosa si se casa antes de los 27 años y justamente ese día cumple los años. Así que, a correr!

Vale, no corre al principio, si no que buscar a una mujer para casarse, y de ahí el nombre de la película, porque en una sala conoce a 7 mujeres, y tiene 7 oportunidades. Que las gasta, y es por eso que luego llega el corre corre que le persiguen millares de mujeres.

Según Keaton la escena de las rocas es lo que salva la película, pero como he dicho antes, para mí es la escena de las novias corriendo, que quizás se hace un pelín larga, pero es tan magestuosa... que no cansa.

En su día 0 de 5 usuarios encontraron útil mi crítica anterior, es decir nadie, creo que no decía nada malo, solo que al principio un poco lenta y que me recrodaba a otras películas, y claro, es así, porque se hicieron varios remakes muchos años después. Y ahora tampoco la considero lenta.

Es, sin lugar a dudas, una de las películas cómicas más divertidas que he visto en mi vida. Es increíble como en 1925, sin necesidad de palabras, este hombre consigue sacarme carcajadas como ninguna película moderna podría hoy día.

Estas son las bases del humor absurdo que tanto amo, primer cuarto del siglo XX, una trama magnífica que da lugar a situaciones totalmente insospechadas que comienzan de manera tranquila y acaban dando lugar a un caos cómico que te hace disfrutar como pocas veces.

Cuando un piensa en el cine mudo, y más el cómico, seguro que piensa en algo ¨barato y fácil¨, pero nada más lejos de la realidad, esta película tiene muchísimo trabajo detrás y se nota, un montón, pero montón de extras que dan lugar a la persecución más sensacional que he visto en una película, y una imaginación y una genialidad a la hora de crear ciertos momentos de la película que son directamente para quitarse el sombrero.
Una película que todo el mundo debería ver una y otra vez, merece muchísimo la pena.

Estamos ante una más que interesante y notoria obra del gran Buster Keaton con grandes momentos que se nos quedarán grabados en la retina. Buster Keaton tiene menos de 24 para escoger a una mujer como esposa para así poder heredar una fortuna de siete millones de dólares que le hereda su abuelo.

Quizá estemos, des de mi punto de vista, ante una obra un poco más modesta del gran Keaton si la comparamos con otros de sus brillantes trabajos. Como era de esperar, la película posee momentos realmente inolvidables, sobre todo en la última parte del film. Sin embargo, la temática del film no deja de ser bastante inocente y un tanto tontorrona. La propia naturaleza de la cinta, debido a su inocente y simplón argumento, hace que no sigamos la historia con tanto entusiasmo como si lo hacemos en otras de sus obras. Sin embargo, eso no quiere decir ni mucho menos que no estemos ante otro gran trabajo de Keaton, solo que la naturaleza de su planteamiento, a mi gusto personal, es menos innovadora y original.

Pese a todo lo dicho, todo gran amante del cine mudo y de Keaton deberían verla, pues la cinta nos depara muy buenos momentos del mejor Keaton, aunque no tan frecuentes...