The Mandalorian (Serie de TV)

Esta serie es una autentica pasada para los que pensamos que todas las nuevas películas desde jar jar binks son una basura infumable, para toda esa legión de fanboys que prefieren efectos especiales a todo trapo y las típicas bromitas de siempre esta serie les puede parecer lenta y aburrida. Si eres de los que han visto las ultimas películas tapandote la nariz por amor a la saga Mandalorian no decepciona.

De momento ni rastro de ideologias políticas que te quieran meter con embudo, lo cual se agradece. La trama sin ser profunda engancha (tampoco lo pretende). Si no has visto ninguna película de starwars puedes ver la serie sin ningún tipo de problema. Y el Humor, tiene sus momentos pero sin ser un festival para llevar a los crios de doce años al cine los domingos como pasa en las películas. El toque western es un acierto total, es lo que hizo de firefly una serie brutal (Todavía me pregunto porque se canceló)

Esta serie puede gustar a los fans de starwars pero sin ninguna duda gustara a cualquier amante de las series de ciencia ficción, esos que no necesitamos que los efectos sean lo mas de lo mas y tampoco que los personajes sean los mas fuertes del universo y creo que ahí reside su éxito. Jamas pensé que volvería a engancharme al universo starwars en los últimos quince años le había pillado tanto asco que lo daba por muerto y finiquitado al haberse transformado en un producto de entretenimiento para otro tipo de publico. Un amigo insistió varias veces hasta que al final cedí y no me arrepiento en absoluto.

Sorpresa. Tras decepcionarnos continuadamente Disney con su gestión del Universo fílmico de Star Wars, del que solo se salva "Rogue One" - el resto es de una mediocridad alarmante - nos obsequia con una magnífica serie que se adapta perfectamente a este Universo, pero no a la Herejía cutre de Disney, sino al Universo Expandido, tan ninguneado por los advenedizos que trabajan en la casa del ratón Mickey.

El mandaloriano es una creación de Jon Favreau, el que puso en pie el Universo Cinemático Marvel. Una creación hecha desde el amor a este Universo. Cada uno de los episodios está trufado de detalles que harán babear a cualquier aficionado a Star Wars; nos reencontramos con razas, androides y robots conocidos, con aparatos -grandes y pequeños -y tecnología- naves, armas, objetos. que nos suenan, con calles, poblados, lugares, paisajes, planetas, que quizás han aparecido alguna vez en las películas originales y en las series animadas, todo con un extremado cuidado en la puesta en escena. Dotan de armazón a la cultura de los mandalorianos, más allá de un simple nombre o casco; son tan escrupulosos, que en cinco episodios, el protagonista aún no se ha quitado el casco y no conocemos su rostro. Una delicia.

Y luego está la historia, sencilla pero efectiva. Historias autoconclusivas tipo "El increíble Hulk" o "El equipo A" en el que el mandaloriano llega a un sitio, resuelve el problema y se va. Y va acompañado. Sabemos que westerns- spaguettis o clásicos- y películas de samuráis beben de las mismas fuentes y esta serie tiene tanto de unas como de otras. La esencia de la serie nos recuerda al mítico manga llevado al cine de "Lone Wulf and Cub", del que no desvelaré mucho para hacer spoiler, pero que coinciden en lo básico, en la pareja protagonista y sus desventuras arriba y abajo. También nos recuerda a uno de los filmes de Zatoichi. Pero también transitaremos por "Los siete samuráis", en su cuarto episodio.

Favreau tiene mucho fondo fílmico y se nota, acompañándose de Dave Filoni, el creador de la serie animada "The Clone Wars", para conferir robustez en cuanto al entorno del Universo Star Wars en el que se desarrollan las historias.

Y además está excelentemente rodado, con notables escenas de acción, sin cortapisas de "lo políticamente correcto", participación de actores de la talla de Nick Nolte, una BSO elegante y unos créditos finales enormemente cuidados. Y es que de esta serie se puede aprovechar todo.

Pues nada, a seguir disfrutando. No la dejen escapar.

Sinceramente me he llevado una enorme decepción con esta serie, tras leer comentarios, notas y sobretodo tras ver como en "Dias de Cine" la calificaban de excelente me esperaba algo como mínimo muy bueno y no algo simplemente entretenido y a ratos completamente infumable.

Unos personajes de cartón, sin apenas historia, los capitulos 4 (Sanctuary) y 6 (Prisoner) tienen nivel de serie de los 90 de ciencia ficción pero con poco presupuesto (plan stargate o Farscape), situaciones fácilmente predecibles, mucho relleno para salvar un instante de cada capitulo y a veces ni eso, no se para que sirve el capitulo 6 la verdad.

Luego tiene las típicas casualidades para que la historia tire hacia delante, todo muy forzado.

Se salvan los geniales efectos especiales, algunas escenas de acción, principalmente un par de tiroteos al principio y final de la serie y poco más, que si que el baby es monismo, pero un monigote mono no hace buena una serie. He estado toda la serie esperando ese momento que la cosa tirara hacia delante y ni siquiera los momentos dramáticos llegan a calar, porque los personajes no están lo suficientemente desarrollados como para que te importen demasiado.

En fin, continuos cliches y patinazos del guión, de verdad no se donde esta lo extraordinario de esta serie.

Fracaso absoluto de Disney a la hora de manejar la saga galáctica en formato película - mezclas que no cuajan, mal uso de la nostalgia, atropellos, narrativas políticas impostadas y toda clase de líos.

Pero ojo - aquí llegan John Favreau (que tanto dinero a dado a la compañía del ratón) y Dave Filloni, responsable de numerosas series animadas lucasianas que han gustado a muchos fans.

¿El resultado? Respetuoso. Competente. Logrado. Los responsables del show ENTIENDEN realmente cómo opera el universo Starwareño - las referencias son coherentes, el canon se usa con habilidad y -- se exploran aspectos diferentes de lo visto hasta ahora. Menos kung fú espacial y más cuatreros badass de space opera. Además, el formato, más cercano a un western televisivo serial de los sesenta o a una serie animada para adolescentes de los ochenta, se aleja de lo que se hace ahora. Para bien. Y algunas fuentes de inspiración (como un episodio que es una suerte de LOS SIETE MAGNÍFICOS) demuestran claramente que los responsables del show saben bien de dónde inspirarse. De los mismos lugares que Lucas usó.

¿Qué más decir? Pues que quiero más. Esto SÍ es Star Wars, carajo. Ójala hubieran hecho esto en salas de cine.

Filloni y Favreau - seguid así. La Fuerza os acompaña.

De nuevo la fábrica de productos para tragar sin pensar ni un poquito nos deleita, cual paramecios en una charca, con otra de las mil producciones muchimillonarias derivadas de su matriz principal.

La fórmula ¿esta vez? se basa en un chimichurri de wéstern espacial, do not forsake me oh my darling, la ya más que conocida lluvia de disparos a discreción para celebrar el jodido 4 de julio, un no muy sutil paralelismo entre la soldadesca USA y los mandalorianos (jaja), y un guión proyecto de graduación del tercer curso del colegio de los sagrados corazones de Jesús y María.

Personalmente no la recomiendo, ni siquiera al público adolescente, sólo a las legiones de incondicionales que cambiarían gustosos a sus progenitores por un muñeco gusiluz miniyoda. A tod@s ell@s deseo que la disfruten y que la maña les acompañe.:)