El agente de C.I.P.O.L.

Impecable factura, diseño de vestuario: SOBRESALIENTE. Idéntica nota para ambientación.

No entendí mucho de que va, ni tampoco importa. Personajes puestos para cumplir su cometido ¿Y qué mas da cual sea, si entretiene? A las películas de acción solo le pides... Buena acción, POR SUPUESTO, buenos actores, bien dotados para interpretarlas... y tías buenas y sofisticadas, para dar esa nota de frío romanticismo, necesario (?) en estos trabajos. Para que más.

Un 6

208/10(18/12/15) Fallido film de acción de Guy Ritchie, una olvidable propuesta que promete mucho más de lo que ofrece, una superproducción de 75 millones $ que brilla por recrear los años sesenta con un excelente diseño de producción, pero a la que le falta alma, escenas de acción medianamente recordables, unos protagonistas con algo de carisma, y unos villanos con alguna personalidad. El guión del propio director y de Lionel Wigram (“Sherlock Holmes”) está basado muy libremente (en la serie no se utilizan los gadgets ni la música característica) en la serie homónima de la cadena de la MGM que comenzó a emitirse en 1964 y finalizó 1968, creada por Norman Felton, Sam Rolfe y Ian Fleming (el que creó al agente James Bond), una buddy movie que giraba en torno a un par de espías americano y soviético en plena Guerra Fría que tenían que unir fuerzas en pro del bien mundial, una agencia internacional denominada The man of U. N. C. L. E. (United Network Command for Law and Enforcement), fruto este producto de una corriente de series de espías que proliferaban en la pequeña pantalla, como “El Santo”, “El Superagente 86”, “Misión Imposible” o “Los vengadores”, el americano era Napoleón Solo, interpretado por Robert Vaughn, el ruso era Illya Kuryakin, encarnado por el escocés David McCallum.

En la década de los 60, en plena Guerra Fría, dos agentes especiales enemigos, Napoeon Solo (Henry Cavill) de la CIA y Illya Kuryakin (Armie Hammer) de la KGB, deben de trabajar juntos para dar al traste con los planes de una compañía italiana pro-nazi, Vinciguerra, dirigida por el matrimonio Alexander (Luca Calvani) y Victoria Vinciguerra (Elizabeth Debicki), que desea obtener una Bomba Nuclear. Importante en el relato es Gaby Teller (Alicia Vikander), hija de un científico germano, Udo Teller (Christian Berkel), o Alexander Waverly (Hugh Grant), jefe del comando.

La cinta se siente como un vano intento de competir con la saga “Misión Imposible”, con la que guarda muchas similitudes, cruzada con algunas dosis a lo James Bond, se queda en el intento, las expectativas levantadas en el inicio, primero con sus fascinantes títulos de crédito y después con la mejor escena de acción del film, una trepidante persecución por Berlín Oriental en los míticos trabant hace alentar que estamos ante algo apreciable, las esperanzas se diluyen con el paso de los minutos, cuando esta buddy movie debe dar lo mejor de sí con la relación entre los dos protagonistas, y aquí naufraga más estrepitosamente que el Titanic, más sosos que un par de arenques, sin expresividad, esta enorme carencia no es capaz de medio ocultarla una narración que llega a provocar tedio (lo peor que le puede pasar a un film), alejamiento, frialdad, desconexión, un manido relato, sin sorpresas, previsible, sin momentos de acción destacables, de hecho pocos y sin garra para trascender mínimamente, con dosis de humor que provocan indiferencia, sin intensidad, sin emoción, sin chispa, sin frescura, sin la supuesta tensión tira-afloja entre los dos protagonistas, con un romance tan nefasto que da vergüenza ajena, y es que el vértice femenino no puede hacer algo contra un rol fatalmente escrito, por no hablar de la máxima de que los villanos son una caricatura sin la menor personalidad, menudo casting hecho con el culo. Un producto pasatiempo tan insípido como inane. Lo malo es que está dirigida por un realizador que siempre ha dejado huella, y aquí parece con desgana, parece hecha con el piloto automático, dejando al diseñador de producción venirse arriba ante la indolencia de Guy, siempre sus cintas han tenido un ritmo trepidante, aquí la cadencia discurre a trompicones, dispersa entre situaciones que desprenden apatía. A todo esto se añade un clímax final anticlimático, sin poder de atracción alguno.

Tiene su gran pilar el film en su brillante puesta en escena, con un formidable diseño de producción de Oliver Scholl (“Inteligencia Artificial” o “Polar Express”), rodándose en Italia, en lugares históricos de Roma (Plaza de España; El Grand Hotel Plaza, en Via del Corso; y en los jardines de antic Teatro de Marcelo) o el Golfo de Nápoles, y en Inglaterra, de hecho en el astillero de Chatham en Kent se recreó el Berlín comunista, recreando con mimo y lujo los 60, las mansiones, las fiestas, los hoteles, el hipódromo, las masas de gente, con sofisticado diseño de vestuario de Joanna Johnston (“Forrest Gump” o “Salvar al soldado Ryan”), y esto potenciado por la buena fotografía de John Mathieson (“Gladiator” o “El reino de los Cielos”) en un patinado color pastel, emitiendo esta época, con uso extemporáneo de la división de pantalla, que queda muy moderno, pero aquí está metido con calzador, sin sentido alguno, llamativa es la sugestiva música de Daniel Pemberthon (“El consejero” o “Steve Jobs”), a la que se añaden temas de otros compositores como Jerry Goldsmith o Ennio Morricone, con canciones de artistas tan importantes como Nina Simone, Roberta Flack, o Rita Pavone, en un repertorio de temas eclécticos en la onda tarantiniana.

Una pasable cinta, que apenas cumple con su misión de pasarratos. Fuerza y honor!!!

El señor Guy Ritchie (del que no he visto todas sus película, me faltan "Barridos por la marea" y "Revolver", pero como huelen a chamusquina, dudo que algún día llegue a verlas; 05/01/23: Ya las he visto y efectivamente: Ñorda enlatada...) nos lleva haciendo felices (al menos a mi si) desde el '98, año en que entrego su film debut: "Lock & Stock and Two Smoking Barrels".
Desde entonces ha ido entregando trabajo sólido tras trabajo sólido (excepto los dos filmes mencionados en el párrafo superior) desde "Snatch" (con ese Brad Pitt gitano brutal), pasando por la sobresaliente "RocknRolla", hasta llegar a las dos entregas de su particular visión del personaje de Arthur Conan Doyle, Sherlock Holmes (del que se esta trabajando por fin en una tercera parte que cierre la trilogía; ACTUALIZACIÓN 03/03/2020: Puede que la dirija Dexter Flecther...).
En esta ocasión da su particular visión de la Guerra Fría y de la serie "The Man from U.N.C.L.E." ("El Agente de Cipol", en España, de la que no he visto ningún capitulo), entregando un film elegante y bien ejecutado pero con dosis de mala leche, gamberrísmo y mucho humor.
Henry Cavill y Armie Hammer realizan un gran trabajo y forman un gran dúo, dos malas bestias dando (y dándose) leches a diestro y siniestro con tiempo para ligar, soltar gracias y enganchar al publico.
Sylvester Groth (el Goebbels de Tarantino) regala una escena muy potente, que consigue acojonar muchísimo.
Y Alicia Vikander... ¡Ay, Alicia Vikander! Que gusto da verla, lo hace genial y te hipnotiza y la relación de su personaje, Gaby Teller, con el de Hammer (Kuryakin) es de los puntos mas fuertes de la película.
La banda sonora de Daniel Pemberton es otro de los puntos fuertes de la película, una banda sonora muy buena que te hace entrar de lleno en la película y que maravilla escuchar a la GRAN Nina Simone durante los créditos de cierre con su "Take Care Of Business".
Si te ha gustado por ahora la filmografía del señor Ritchie: Ya estas tardando en ir a verla, y si no, pues también, es un film muy entretenido y se pasa muy buen rato.
(05/01/23: Lastima que no vaya a haber secuela, y si se hiciese no podrían contar con Armie Hammer, porque con la que ha liado...).

Creo que Guy Ritchie no sabía muy bien qué es lo que quería rodar cuando se puso manos a la obra con Opereracion U.N.C.L.E. (acrónimo de United Network Command Law Enforcement), una película basada en la serie homónima norteamericana de los 60. Aquí, lo que empieza siendo un film de acción en torno a la Guerra Fría se convierte, pocos minutos después, en una versión de James Bond con calcado ritmo visual y, posteriormente, nos enteramos de que lo que nos está queriendo vender en realidad el ex de Madonna es una comedia en toda regla, que pretende parodiar las cintas clásicas de espionaje con un bombardeo contínuo de gags tan vulgares como manidos. Y es aquí donde surgen los problemas: el flojísimo reparto (con un Hugh Grant secundario, tan horrible como siempre) es incapaz de conseguir la originalidad y frescura de proyectos similares como RED (2010) y RED 2 (2013), y el guión, aunque expuesto de forma potente narrativamente hablando -intentando mantener el estilo de Snatch (2000)-, es tan simple y previsible que apenas aporta la dosis de intriga que, inicialmente, ambicionaba el realizador.

Infame película, si hubiera que definir postureo, sólo me vendría a la cabeza ésta película: todo el artilugio es un conjunto de poses, fantasmadas sin condimento ni sentido. Todo parece un videoclip inconexo en plan publireportaje para promocionar a un plantel de actores que no necesitan de estos inventos para saltar a la fama. Henry Cavill es un actor que ya cuenta con un holgado y nutrido nicho de seguidoras, es un gran actor y conseguirá pasar a la historia como el más que probable "Laurence Olivier" del siglo XXI. Sólo tiene que hacer una cosa: menos gimnasio y buscarse un nuevo manager que le elija mejor los guiones: si le dieran el papel de villano, llegaría a ser un gran personaje.

Sin embargo, tenemos la otra cruz de la película: el lamentable Armie Hammer. Un actor deplorable que ya demostró ser un auténtico desastre en "El Llanero Solitario", (batacazo en taquilla, y coñazo antológico)

Ambos actores carecen de una química más que patente, no logran transmitir credibilidad, ni comedia ni suspense ni tensión. Todo es puro artificio y fogeo. Siendo su mayor lacra una duración que colma toda paciencia.

En resumen: carne de surtido Eroski. Ese tipo de DVDs/Blu-Rays que, como los malos jamones, se pudren en los surtidos del supermercado y que por más que los pongan de oferta no se los quitan ni con aguarrás.