Arriba y abajo (Serie de TV)

La verdad es que la serie tiene unas interpretaciones magistrales de todo el reparto en general. Nos muestra una inglaterra muy peculiar de la época y pone d emanifiesto la diferencia de clases así como la convivencia entre ellas dentro de la misma casa. Realmente buena en todos sus concepto la serie merece dedicarle el tiempo necesraio para saborear todos sus aspectos tanto como en guión, interpetación, escenografía etc...

Imborrable recuerdo de una de las series de época de más éxito de la television. Su retrato de la realidad social inglesa de principios de siglo XX es románticamente fideligno e íntimo. Una producción realizada casi íntegramente dentro de la casa de los Bellamy con sus dos realidades, la nobleza y la servidumbre. La constatación del cambio social profundo que sacudió a Inglaterra con la llegada de la primera guerra mundial, el cinismo de una sociedad en decadencia y el final del imperio Británico conocido como tal entonces. Esta serie transmite melancolía y cariño, pero sobre todo remueve el concepto de familia y lo falso que puede llegar a ser creer que un lazo de sangre puede valer más que un lazo de convivencia. Creo que éste es el mayor logro temático de la serie y la razón por la que esos personajes de abajo llegaron a ser tan amados por los televidentes.

Esta magnífica serie para TV (1971-1975) ocupó 5 temporadas con un total de 68 episodios. A través de cada capítulo se hace el seguimiento de la vida familiar y de la servidumbre que habitan el 165 de Eaton Place, desde 1903 hasta 1930. En la parte superior habitan junto a sus hijos James y Elizabeth, Lady Marjorie, hija de un duque que otrora fuera Primer Ministro, y su esposo Richard Bellamy, un político honesto que depende económicamente de su esposa y de las influencias de la familia de ésta. En la parte de abajo están las dependencias de los sirvientes, empezando por el mayordomo y siguiendo por la cocinera, los lacayos, las doncellas, los pinches de cocina, etc. toda una factoría encargada de ofrecer el mejor y más aristocrático a los señores que viven arriba. Estamos en la época de la lucha por el voto femenino, de la I Guerra Mundial, del hundimiento de la bolsa de Nueva York de 1929 (el crack del ’29), todos ellos sucesos que afectan tanto a los ricos y aristocráticos dueños de la mansión, como al personal de servicio.

Bill Bain fue el primero de un elenco de directores encargados de esta producción británica. Entre los enormes guinistas tenemos entre otros a Alfred Shaughnessy, Jeremy Paul o John Hawkesworth con libretos excepcionales y de gran sutileza, con diálogos muy interesantes y un fiel retrato de los usos y costumbres de la época, sobre todo en lo que corresponde a la relación entre los señores de la casa y el personal doméstico. Igualmente tiene una excelente ambientación.

En cuanto a las interpretaciones son todas de un nivel muy alto, propiamente como suelen ser los actores y actrices británicos. Por mencionar algunos tenemos a Gordon Jackson, David Langton, Jean Marsh, Angela Baddeley, Christopher Beeny, Jenny Tomasin o Jacqueline Tong. Pero todo el reparto es excelente.

Los principales premios entre 1971 y 1977 fueron: 1977. Emmy: Mejor serie drama. Nominada a mejor actriz secundaria (Tong) y Globos de Oro: Nominada a Mejor serie de TV – Drama. 1976. Emmy: 3 premios, incluyendo mejor miniserie. 6 nominaciones y Globos de Oro: Nominada a Mejor actriz serie de TV - Drama (Jean Marsh). 1975. Emmy: 3 premios, incluyendo mejor serie drama y dirección y Premios BAFTA TV: Nominada a Mejor serie de TV - Drama. 6 nominaciones. 1974. Emmy: Mejor serie drama. Nominada a mejor actriz (Jean Marsh); Globos de Oro: Mejor serie de TV - Drama. 2 nominaciones y Premios BAFTA TV: Nominada a Mejor serie de TV - Drama y actor (Jackson). 1973. Premios BAFTA TV: Mejor serie de TV – Drama. 1972. Premios BAFTA TV: Nominada a Mejor serie de TV - Drama y actriz (Collins). Un curriculum envidiable y merecido.

La historia de la familia Bellamy en “Arriba y Abajo” implica hablar de una serie cumbre de la TV inglesa exportada al mundo entero. Algunos la consideran la mejor serie jamás realizada. Las series actuales, en su mayor parte, son calderilla comparadas con esta, cuyos capítulos estaban siempre al máximo vivel en todo sentido cinematográfico. Interpretaciones maravillosas con personajes muy bien definidos, diálogos para la posteridad, fruto de unos enormes libretos que siempre presentan una historia con un inicio y un final en la misma entrega. También retratan a la perfección acontecimientos históricos sin artificialidad y menos con afectación, sino de manera paralela a las vivencias de los protagonistas.

Una ambientación cimera que nos mete de pleno en los comienzos del siglo XX, en escenarios mayormente interiores.

Y psicológica y socialmente aciertan totalmente al reflejar a aquellos personajes y aquella sociedad y las relaciones entre los señores y la servidumbre, en un retrato con matices para ambos estamentos que huye de los tópicos y los prejuicios.

“Arriba y abajo” es todo un alarde y un exponente de lo que fue una serie televisiva de excelencia.

Serie británica de factura de gran calidad, que analiza la clasista sociedad victoriana de principios del siglo veinte. Una casa en Londres, sus moradores de buena posición que habitan en la planta superior y los criados que se desenvuelven en la planta inferior. Dos mundos paralelos pero jerárquicamente separados. Aunque, al final, los problemas son los mismos para todos. El amor, la amistad, la política, el dinero, la guerra…
Su elegancia, su cuidada puesta en escena, el esmerado guión y los convincentes actores hicieron de esta serie una de las cumbres de la televisión inglesa.

Si tuviera que definir esta serie con un calificativo diría que es una serie preciosa. Lo tiene todo, un guion buenísimo, una ambientación excelente, historias entretenidas, unos actores formidables y algo que las series actuales no suelen mostrar tratando determinados temas, realismo sin edulcorante.
Aquí ves a un señor dando órdenes a un sirviente casi como si fuera un perro y lo asumes, la vida era así a principios del siglo veinte, no es necesario echarse las manos a la cabeza.
Las resoluciones que se le dan a algunos temas tratados podían llevarse a cabo porque en los años setenta, cuando se rodó, no era necesario ser políticamente correcto, haciendo posible que se respetase lo que seguramente hubiera sucedido en aquella época. Hoy en día sería difícil, retorceríamos todo hasta darle un toque más actualizado a nuestra manera de pensar.
Esta serie es dura, y muchas veces hay crueldad e injusticia en su contenido, pero lógico, así era la vida, y así sigue siendo, llena de p*tadas separadas por alguna que otra sonrisa.
¿Por qué digo que es dura? Pues porque el clasismo y la pobreza que se ven son terribles, pero así era aquella época, y criticar que hubiera mucha diferencia de clases es como criticar que los neandertales no usasen desodorante. La sociedad evoluciona, no podemos juzgar lo que pasó hace un siglo desde el pensamiento actual, no sin darle otra perspectiva.
Algunos de los personajes son maravillosos, otros detestables, pero lo que sí es cierto es que todos tienen su parte buena y su parte oscura. En las series actuales, salvo contadas excepciones, los buenos siempre hacen bondades, y solo los malos cometen maldades. Aquí no, y no es que en esta serie los creadores escapen de lo políticamente correcto, es que por suerte, no tenían que preocuparse de ello.
Una serie extraordinaria que me ha encantado volver a ver entera, incluyendo los cinco capítulos no emitidos en España, una delicia.
Abstenerse de verla partidarios de la cultura woke, no les gustará, sobre todo porque no podrán censurarla.