Psiconautas, los niños olvidados

'Psiconautas' está basada en el corto 'Birdboy' y en la novela gráfica homónima de Alberto Vázquez (director del film junto a Pedro Rivero) y presenta un libreto francamente interesante que, en mayor o menor medida, aborda diferentes temáticas, a saber: las relaciones paterno-filiales, el amor imposible, el peligro de lo nuclear, la adolescencia y lo que ello conlleva, la soledad y los sueños imposibles, las drogas, la religión, los grupos marginales y el contrabando…

La animación se ha realizado en las dos dimensiones de toda la vida y destaca por la efectividad en sus trazos y líneas sencillas a la hora de retratar a los personajes. Personajes que son todos representados por animales antropomorfos.

Por lo que respecta a la ambientación decir que se produce un claro contraste entre tres escenarios: la parte más o menos idílica de la isla en la que la Naturaleza ha conseguido recuperarse de la explosión nuclear, el mundo/basura en el que se mueven los personajes rata en busca del tan deseado cobre, y el terrible y oscuro mundo de las pesadillas de Birdboy.

En definitiva: 'Psiconautas, los niños olvidados' es una película que abarca muchas (y no fáciles) temáticas y que no apela a un gran público pero que deja la huella del trabajo bien hecho. Su apuesta por el amor, los sueños imposibles y la defensa y esperanza en la Naturaleza creo que debe ser tenida en cuenta, y emprender así un viaje no tan imposible al lado de estos niños olvidados.

-Lo mejor: El guión. El diseño de los personajes. El estilo de animación tradicional con un trazo muy sencillo que luce muy bien.

-Lo peor: No es una película para reventar taquillas y más al excluir totalmente al público infantil. Algunas temáticas y/o escenas pueden generar “incomodidad” a un determinado tipo de público.

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180/15(17/10/19) Interesante, aunque desequilibrado y pretencioso film de animación español escrito y dirigido por Alberto Vázquez y Pedro Rivero, basada en el cómic Psiconautas de Vázquez, del que primero hicieron el cortometraje “Birdboy”, como gancho para captar financiación para el largometraje. Un relato para mayores de edad, dada su temática y complejidad, enmarcándolo en una isla post-apocalíptica con un puñado de animales antropomorfos (esto porque según Pedro Rivero: “los animales [ratones, pájaros, conejos,…] son anacrónicos, no tienen tiempo ni lugar. Son universales”) que intentan escapar de este entorno tóxico. Un argumento tenebroso con tonos pesadillescos a lo que ayuda su an8imación en 2D, que en su atmósfera y trazos me recuerda a la burtoniana serie “El Niño Mancha”, una narración melancólica, oscura, lúgubre, donde se mezcla lo onírico con lo terrorífico. Film que nos habla de modo esquemático de temas como el saber cuidar la Terra (el ecologismo), las relaciones familiares, la avaricia, la adolescencia, las adicciones a las drogas (¿?), de nuestra necesidad de emancipación, de nuestros demonios internos que intentamos mantener escondidos, de la miseria, de la supervivencia, de la intolerancia al diferente. Al parecer este trabajo está inspirado en Roland Topor y The Wild Planet de René Laloux (1973).

El término “psiconauta” se atribuye al escritor alemán Ernst Jünger, quien lo utilizó en su ensayo Enfoque: drogas y embriaguez (1970) para describir la experiencia con estas sustancias. Se asocia a la exploración de la condición humana a través de la alteración de la conciencia. Nombres como Thomas de Quincey hasta Aldous Huxley, pasando por Baudelaire, han sido considerados cercanos a la psiconáutica. Los “navegantes de la mente” examinan la realidad desde un prisma totalmente alternativo.

Estamos en una ínsula en la que ha habido una gran explosión (quizás nuclear, nunca se aclara) que ha mermado la población y el ecosistema, donde la población sobrevive como puede, dividida entre las criaturas del bosque, que representan lo que queda de la civilización, y por otro las ratas que malviven en las montañas de basura. Un relato que tiene dos frentes, por un lado seguimos a tres jóvenes, Dinki que escapa de casa, para unirse a sus amiguitos Sandra y Zorrito, que intentaran huir de la isla, aunque sea robando para obtener plata para el viaje en barco. Por otro lado está la sub trama de Birdboy, joven híbrido entre pájaro y humano, solo se comunica a través de gruñidos, no habla y debe drogarse para mantenerse cuerdo (cual Bruce banner Hulk o Dr Jekyl debe tomarlas para mantener a su lado salvaje en reposo), que por algún motivo relacionado con su progenitor es perseguido por dos polis. En el tramo final las dos historias se cruzaran.

Es un film que intenta más de lo que puede, sus ideas son lanzadas con trazo grueso, pues nos muestra un mundo desolado y triste en el que ha habido una explosión, y ya por supuesto está lanzada la crítica ecologista contra el Cambio Climático (puaj!), se muestran montañas de basura, ya está la crítica al consumismo bestial y a la sobreproducción, y sus nefastas consecuencias, no se puede ser más simplista, pues esto mismo se puede hacer con una simple viñeta, no hay un armazón argumental son soflamas sin fondo alguno, slogans en formato imágenes sin hondura. Es una cinta que se tardan minutos en centrarse, el espectador se siente desorientado un tiempo hasta que el foco se centra, toca muchas temáticas, pero no aprieta alguna, son bosquejos de ideas que se sueltan sin hincarle el diente, visualmente tiene sus momentos atractivos, pero su mensaje llega difuso y en esbozos, cual apuntes a pie de página. Con lo que incluso he sufrido de desconexión y alejamiento con lo que veo. Tampoco ayuda que una vvvez establecidas las cartas apenas hay avances, ni giros ayuden a reengancharte. Adolece de arrogancia narrativa, y se echa en falta algo de humor que haga digerible tanto halo fatalista. Hay un subtexto sobre el mundo de las drogas que me resulta venenosos en su modo frívolo y de mensaje de cuasi necesario para escapar a nuestro rutinario mundo.

Una fábula con trazas de cine de terror apocalíptico, donde se tocan elementos muy adultos como las mencionadas drogas, los robos, suicidios, malos tratos psicológicos, asesinatos, demencia, todo desde una óptica pesimista, donde todos los personajes tiene su lado malvado y egoísta, en contraste con los sueños de libertad, de felicidad que se suponen fuera de allí, queriendo darnos un hilo de esperanza en su críptico final.

La singular ambientación se mueve en tres niveles, por un lado está el placentero escenario de los bosques, por otro está el tétrico de las montes de basura, donde sobreviven ratas cual tribus carnívoras. Y el tercer nivel es el onírico es el de la convulsa y delirante mente de Birdboy, donde los dibujantes han tenido más libertad para exponer pesadillas visuales sugestivas.

En conjunto me queda un loable intento de hacer cine de animación para adultos, pero me ha quedado como apuntes a pie de página, con una notable atmósfera, pero sin morder, simples pellizquitos. Fuerza y honor!!!

"Psiconautas, los niños olvidados" es, para mí, una sorpresa muy agradecida en el género de animación. Tan acostumbrado a encontrarme con cintas con buenas intenciones pero con falta de garra en el terreno de animación española, por fin puedo decir que he visto una película que no sólo hace despuntar en su país de origen, sino que en mi opinión se erige como pieza fundamental del año de su estreno y entra directamente en el club de cintas animadas que uno no puede perderse.

La historia de esta cinta, de no estar contada a través de animales (muy humanizados en todos los aspectos, ciertamente), sería aún un tanto más oscura, pues retrata con fiereza una enorme cantidad de lo que podríamos denominar "problemas de nuestro mundo contemporáneo". Drogodependencia, pobreza extrema, polución, aislamiento, relaciones paterno-filiales nefastas, enfermedades mentales, monstruos interiores y demás se dan la mano en un cóctel explosivo nada apto para niños ni para mentes sensibles. Esta obra es oscura, y no exenta de comedia muy negra, con referencias a conceptos filosóficos de calado más que pesimista, así como también tiene sus toques de surrealismo más que adecuado dentro del filme.

En términos de animación, a pesar de (como suele ser habitual en este tipo de productos de audiencia más bien minoritaria) contar con un presupuesto bajo, consigue mostrar un estilo muy pulido, con sobrado talento para lo macabro. Hubo momentos en los que me hallaba totalmente absorto por la cruda belleza de personajes pesadillescos, terroríficos, y sus terribles acciones. Sin resultar sorprendente, la película está repleta de violencia y gore, pero nada de ello es gratuito, se justifica dentro del ambiente de la historia. Y aún así, debo añadir, hay ciertos momentos de belleza idílica que, contrastándose tanto con lo tenebroso, gana aún más en impacto visual.

Para concluir, por si mi generoso 8 no fuera suficiente sinónimo de cuánto me ha gustado, la película cumple en todos sus otros departamentos. Hago especial mención a algunos efectos de sonido muy bien conseguidos y a un doblaje que, ¡oh!, es realmente bueno.

En serio, si sois admiradores del cine de animación para adultos, no os perdáis esta pequeña gran joya.

Es una película de dibujos animados para adultos; pero como dibujo y animación deja mucho que desear.
El dibujo es plano e infantil. La animación casi no existe. Realmente son lo de menos porque lo importante es lo que se pretende contar.
¿Y qué se pretende contar?
La película trascurre a base de varías tramas que poco a poco se van uniendo entre sí. Todas ellas muestran lo mismo: los comportamientos miserables y degenerados, la miseria, la crueldad y la barbarie, En suma, la película no es más que un canto a la crueldad con escasa esperanzas de redención, por no decir nulas.
Y estos comportamientos nos lo cuentan de la forma más desagradable posible. La verdad es que hay escenas descarnadas que impresionan por su crudeza y que te dejan una sensación de angustia. Y eso a pesar de la torpeza del dibujo y de su movimiento.
¿Querían provocar? -no lo se-. Pero en alguna medida lo consigueron.
Le he puesto un 6 porque me ha resultado interesante y me queda la duda del 7 porque no tengo muy claro si realmente es buena.

Parafraseando el título de la película de Oscar Alba: "El gran Vázquez" (2010) sobre la vida del gran historietista barcelonés Manuel Vázquez (1930-95), es ahora otro (hoy se denominan ilustradores)  el coruñés Alberto Vázquez a quien salvando las distancias de época y género se le podría atribuir el "título" de "Gran Vázquez",  a tenor de la carrera que viene desarrollando y de los premios y reconocimientos que acumula junto con Pedro Rivero con sus trabajos a sus 38 años. Tan solo este año se ha llevado los dos Goyas con su corto y largo de animación, entre otros premios internacionales a pesar de no ser y probablemente no será lo popular que fue su tocayo Manuel durante décadas con su inolvidables personajes ("Anacleto agente secreto", entre otros).

Alberto Vázquez bebe y se nutre del movimiento contracultural Punk creando con sus personajes animales un mundo propio y personal que él mismo define como fábulas sin moral, perversiones de Disney y la iconicidad infantil. Un Anime para adultos de poderosas imágenes de corte infantil que contrastan con su trasfondo existencialista que no rehuye de la crudeza y la violencia necesaria para reflejar la angustia télurica a la que estamos abocados. Un mundo imaginativo e hipnotizante, a veces confuso donde Vázquez da rienda suelta a su expresividad formal alucinante y alucinatorio ya sea con la paleta de colores o con un excelso blanco y negro con reminiscencias de los grabados de Doré en "Decorado".  Ambicioso en su multiplicidad de los temas que trata "Psiconautas" desarrolla el mundo y los personajes del corto "Birdboy" (2010) también ganador del Goya.

Un cine de animación, reitero para adultos, de calidad que surge casi de forma incomprensible en este país donde la animación es considerada un género menor (desde 1945 hasta 1985 sólo 10 largometrajes) y que apenas unos pocos del gran talento existente están pudiendo demostrarlo con todo tipo de propuestas, desde "Arrugas" (2011) hasta "Tadeo Jones" pasando por "Planet 51" o "Atrapa la bandera" por citar solo algunos. En esta lucha casi quijotesca dado las pocas ayudas a la industria en general y al género en particular Pedro Rivero y Alberto Vázquez han creado con "Psiconautas" una obra capital.

cineziete.wordpress.com