Tienda de unicornios

Película indie hecha por su protagonista Brie Larson famosa ahora por ser la Capitana Marvel, en principio me parecía una película indie sin más pero me ha parecido un largometraje sobre la madurez, los sueños con un Samuel L Jackson que hace su pequeño papel pero bueno con momento de siempre.
Interesante comienzo como directora para esta joven actriz que ya gano su Oscar y parece que tiene un gran futuro, su final me ha hecho elevar la nota, ya que digamos nos hace pensar un poco en nuestros sueños y metas a largo plazo.

Tras disfrutar de algo tan marcadamente naif como 'Unicorn Store', ni siquiera me importa que existan otras maneras de abordar una 'young adult movie' menos ufanas y coloridas que esta ópera prima de Brie Larson. Para demonizar el peterpanismo y la soltería, o la falta total de compromiso, y vertir propaganda subliminal sobre las bondades de la vida familiar y adulta, ya existen matarifes expertos como Jason Reitman o Judd Apatow. Pero a determinados relatos, dominados por el contraste entre la madurez y l'enfant intérieur que todavía puja por salir, únicamente cabe observarlos desde la posición de quien acepta que la realidad, la de cada uno de nosotros, resulta mucho más aburrida que soñar despierto. Para ello Larson emplea -de forma mucho menos sutil que Reitman en 'Tully'- una coartada fantástica donde encerrar la moraleja sobre la juventud perdida que se resiste a morir, y más soterradamente, dentro de un contexto abiertamente feminista, la de determinados hombres que tratan de menoscabar las ilusiones de su protagonista.
Kit (Brie Larson) es una pintora e ilustradora que, tras ser rechazada por un artista pretencioso y snob, logra un trabajo interino dentro de una agencia publicitaria, sin dejar de soñar con darle un vuelco a su vida. Cuando Kit conoce a un tipo estrafalario (Samuel L. Jackson), dueño de una extraña tienda de unicornios (¡!), éste le mostrará el camino para volver a ser feliz.
En su 3° colaboración -por orden de estreno, que no de rodaje- con Samuel L. Jackson, Brie Larson ejecuta un sano ejercicio de memoria interpretativa, y reemplea el mismo barro con que construyó a aquella adolescente raruna, inquieta y escéptica en 'United States of Tara' (2009), para dar un golpe sobre la mesa y disipar las dudas de quienes la creyeran perdida para la causa indie tras 'Kong: Skull Island' (2017) y su primera aventura como la Capitana Marvel.
Samuel L. Jackson demuestra que, al igual que en 'Kingsman: Servicio Secreto' (2014, Matthew Vaughn), donde otros harían el ridículo, él se permite el lujo de seguir siendo el cabronazo más molón del universo.... ¡¡He's pink and cool, motherfuckers!!
A fin de cuentas, 'Unicorn Store' (2019, Brie Larson) es, bajo el poso feminista que cada cuál desee otorgarle, una fábula inocua y optimista sobre la inocencia que jamás desaparece.

Desde las primeras escenas, había un tufillo barato de esos de familia tipo... EJÉRCITO DE SALVACIÓN. Me aburrí, pues resultó pretenciosa y por encima de todo: Una absoluta pérdida de tiempo.
Al final, te vas dando cuenta lo complicado de realizar películas sencillas, porque resultan difíciles al ser muy fáciles. Y esa misma facilidad, cobra su precio en complicación.

Menos mal que me la prestaron y no la alquilé... Me hubiera dado cabezazos contra mi mesa de metacrilato.

Aunque por momentos tiene algo de humor bizarro que captó mi atención, el desarrollo infantil de la película no logró mantener mi atención más allá de la mitad de la misma. Por momentos parece una película para niños o adolescentes, y es justamente ahí donde aburre. No la terminé de ver.

¿Netflix nos trae Tienda de Unicornios por las bondades de la película o para aprovechar el tirón de Brie Larson?

Dejo la pregunta en el aire, pero es una buena forma de empezar a hablar de la película.
Hay un público, existe, ávido de unicornios, que querrá ver la película (solo por ver el unicornio). Hay un público que rechazará la película por rara (lo es y un buen rato). Hay otro público, también existe, abierto a este tipo de experiencias, y seguramente aceptará que la película tiene un ritmo correcto pero en conjunto la película resulta insufciente.

Es loable el trabajo de Larson, pero me parecería absurdo hablar de la película como un hito del cine moderno. No creo que el tiempo la ponga como una cinta de culto, pero eso en muchas ocasiones no depende de la calidad de una película sino del fervor de un público que ama a una película.

En cualquiera de los casos, creo que solo Jackson podía poner el contrapunto necesario a la película para que funcione.