Dos pícaros sinvergüenzas

Simpatica comedia, con esplendidos actores, que sobreactuan constantemente, allá donde hay glamour, en La France mediterránea de luminosos veranos.

Grandes enredos repletos de genialidades, humor y buen gusto, con estrategias y seducciones, hacen que pases un rato divertido.

Bajo mi criterio merece un 6 sobre 10.

Una comedia con un guión fantástico. La historia es brillante desde el principio al fin, ya que el guión cuenta con diversas situaciones muy elaboradas y efectivas.
Una película que hace que el espectador no pare de sorprenderse a cada minuto, ya que la imaginación de los personajes por conseguir su objetivo produce momentos realmente únicos. Gran parte de que todo esto funcione se debe a las actuaciones de sus protagonistas, las cuales son unas de las mejores de su carrera. Ambos demuestran la calidad profesional que tienen los dos en el séptimo arte.
Aparte de hacer referencia tanto a las actuaciones como al guion, quisiera hablar de la ambientación. Los paisajes de la Costa Azul son de una belleza increíble, al igual que la impresionante mansión donde se desarrolla casi toda la acción de la trama. Todo está cuidado hasta el más mínimo detalle demostrando la clase que caracteriza al personaje de Michael Caine.
Por otro lado quisiera hacer mención a la actriz Glenne Headley que realiza una interpretación muy cómica, interpretando a una joven millonaria totalmente ingenua, que entra dentro del juego de estos dos estafadores sin ningún problema.
Es una película muy recomendable para ver ya que hará pasar al espectador momentos de diversión y risas.

Pocos remakes son tan acertados como este, en la original, la genial Dos seductores que protagonizaban Marlon Brando, este papel lo interpreta Steve Martin genialmente dándole su toque propio y su innata facilidad para hacer reír y David Niven (caballero ingles por excelencia, con permiso de Sir Lawrence Oliver), aquí protagonizado por un casi siempre genial Michael Caine que parece el sucesor ingles de Niven.
La película narra la peripecia de dos mujeriegos, uno refinado y con modales y el otro un simple Playboy americano.
Maestro contra aprendiz en una muestra de ingenio y gags muy acertados, una comedia para el recuerdo, dirigida magistralmente por Frank Oz un maestro en el mundo de la comedia con películas notables como, otra vez una secuela, La pequeña tienda de los horrores, In & Out y una brillante The Score que sin ser comedia, trata la acción y la intriga de forma perfecta.
No podría decir si me gustó más esta o la de Marlon Brando y David Niven (es como decidir si quieres más a papa o mama), lo que esta clarísimo, que es una muy buena película, con grandiosos actores, Glenne Headley, la Srta Colgate la más floja aunque pasable y un final bueno aunque, ahí si prefiero el original.

He de admitir que soy un fanático de cierto tipo de comedias de los 80 y que mi crítica quizá no sea muy objetiva, pues esta y muchas otras películas tienen un hueco en mi corazón desde pequeñito. Sin embargo algunas pierden con la revisión posterior... En mi opinión este NO es el caso de Un par de seductores (los traductores del título se quedaron satisfechos, ¡madre mía!).

Una comedia ligera, sin más pretensiones que hacerte pasar un buen rato y con dos actores diametralmente opuestos, que consiguen tener una química más que acertada para crear algunas escenas divertidísimas. Frank Oz es un tipo que me cae bien, con lo que ya tiene bastante ganado, y esta película es una más en una discreta pero coherente carrera... Además, el hombre que dirigió Un Funeral de Muerte merece cierto respeto ¿no?

En cuanto a los protagonistas, por un lado está Michael Caine, un actor como la copa de un pino, acertado en practicamente todas sus películas (sean buenas o malas, el siempre es coherente), que se encuentra en un semi-retiro actualmente, pues hace papeles muy secundarios, en los que refleja su grandeza, y donde nos enseña que, hacerse mayor no va unido con hundir tu carrera (si, va por Jeremy Irons por poner un ejemplo). Caine se habituó durante los 80 a salir en comedias más que respetables, como la que nos ocupa, Lío en río o Que desastre de función. Y no siendo, en principio, su registro, sale muy airoso de todas ellas.
Por otro lado tenemos a Steve Martin, un actor muchísimo más limitado, y cuya carrera se compone en un 95% de comedias, muchas de ellas perfectamente prescindibles, pero con algunos detalles de verdadera genialidad.
Y es impagable viendo al otrora todopoderoso Emperador Palpatine de Star Wars haciendo de mayodomo!

No es cuestión de reventar las mejores escenas con esta crítica, pero no hacer mención a todas las escenas en las que aparece Rupert es un crimen. El porte y clase de Caine, y las payasadas de Martin son una bomba de relojería que hace estallar en carcajadas a cualquiera que tenga la suerte de ver esta película. Aunque las partes del paralítico y el doctor son también memorables, sobretodo la que acaba con martin llorando en su silla.

En resumen, no es una obra maestra, claro, pero si una película que no ha envejecido mal y que logrará que pases un rato divertido, que es de lo que se trata... Pues disfruten señores.

Hola, amigos, nos encontramos ante una película muy simpática y muy agradable de ver. Los gags se suceden uno tras otro y casi no puedes parar de reír.
Actores; Steve Martin firma uno de sus mejores papeles y lo digo muy en serio y ¿qué puedo decir de Michael Caine, a parte de que es una institución y que borda el papel como casi siempre? Me parece increíble la variedad de papeles que puede llegar a interpretar Michael Caine, se atreve con todo, un todoterreno que ojalá no falte nunca.
Música; puede que no sea muy buena, o si, porque ésta va acorde con la acción así que es simpática y sin histrionismos. Para mí un apartado más que correcto.
Argumento; muy buen argumento y que no está muy visto además, por lo menos yo no puedo recordar un argumeno similar ahora mismo.
Guión; plagado de subtextos e increíbles gags los actores harán el resto con su impresionante expresividad.
Conclusión; película que hay que ver sin pérdida de tiempo, garantiza muchas risas y un actor que estaba en lo mejor de su carrera, Steve Martin, y el incombustible Michael Caine que me merece un enorme respeto.
Véanla y pasarán un buen rato eso puedo garantizarlo.