La costilla de Adán

¡Caray! ¡No me acordaba de lo que me gustaba esta película hasta que la volví a ver ayer por la TV! ¡No he tenido más remedio que subirle de nota!
Vamos a ver... Critica fuertísima hacia los ambos sexos. Aquí se parten moldes sobre eso de hombre=jefe, mujer=ajo y agua...

Vale...Quizá la acusada tenga un poco de sádica pero... Bueno, los hombres también lo somos. No es tan criticable como para pensar que es exageradísimo de lo que parte la película.

Las escenas de los juicios son a la vez divertidas y sinceras. Hepburn me encanta y aquí demustra su talento. ¡Que pena que no seas eterna!
Spencer Tracy también convence.

Vamos a ver... Guerra de sexos, humor, matrimonio tambaleándose, grandes actuaciones...Pues sí, ¡Es una obra maestra!

Que viejita se ha quedado la pobre película. Y el doblaje al español más, con expresiones como "pocholina", que caducos algunos chistes, que exagerado Tom Ewell, y sobre todo, que políticamente incorrecta: una película en la que el maltrato de género se hace con "gracias" poco graciosas vistas en el siglo XXI. Fue nominada al oscar a mejor guión, y pasó el tiempo por él.

Pero , ¡ay! amigos, ahí está Walter Plunkett diseñando vestidos feministas a Katherine Hepburn, ahí está Jean Hagen de terciaria y Judy Holliday de secundaria. Y sobre todo el matrimonio Tracy-Hepburn, que no deben ser olvidados, para ver de donde venimos.

Alta comedia.
Comedia romántica.
Romanticismo del auténtico.
Auténtica diversión.
Diversión sin reservas.
Reservas ilimitadas de locuacidad.
Locuacidad a un ritmo frenético.
Frenética puesta en escena.
Escenas enlazadas de manera brillante.
Brillante guión.
Guión inteligente.
Inteligentes diálogos.
Dialogando sobre la igualdad de género.
Género masculino y femenino.

Masculino: Spencer Tracy adora a Katharine Kepburn.
Femenino: Katharine Kepburn adora a Spencer Tracy.
El público les adora a los dos.
La química fluye. Ellos se tocan con familiaridad, se hacen cuchufletas debajo de las mesas, se preparan la cena, discuten, se reconcilian, vuelven a discutir…

Pocholín y Pocholina son la pareja perfecta. Cukor es testigo.

Ojalá todas las comedias románticas fuesen como ésta… pero como no, disfrútenla. Que nadie se la pierda.

Entretenida y graciosa película del tándem Tracy-Hepburn, bajo la dirección de George Cukor, ese "director de actrices". Nunca ha sido santo de mi devoción este director, en eso estoy de acuerdo con la enciclopedia de cine de Bertrand Tavernier, pero hay que reconocer que hacía películas para pasar un buen rato.

Un guión aceptable del tándem Kanin-Gordon, pero podría haberse conseguido algo más. Grandes escenas (me quedo con el primer plano de Spencer Tracy cuando echa a llorar), pero también chistes demasiado facilones y sobreactuación actoral para intentar sacar alguna carcajada forzada. No obstante, la idea de partida es muy original y con una puesta en escena correcta (toda la película transcurre entre el juzgado y la casa del matrimonio), pero demasiado forzada y acelerada. Con buenos y graciosos diálogos, pero una trama previsible. En definitiva, una película para pasar un buen rato entre amigos, pero para poco más a mi gusto.

Cuando hayáis terminado de leer la crítica os explicaré a los que no lo habéis entendido...el título de mi crítica.

Resaltar en primer lugar como nuevamente George Cukor y a igual que hizo en VIVIR PARA GOZAR, disfraza a través de ésta comedia un problema de la sociedad. En este caso el dilema de la igualdad entre el hombre y la mujer.
Pues teniendo esta idea como base nos encontramos con una película que es un puro combate de interpretación, entre el Spencer y la Hepburn...porque los únicos que actúan en este film son ellos dos. Los demás están de meros espectadores y complementos. Ellos se encargan de llevar todo el peso del film, con un ritmo fresco y pausado sin llegar a cansar al espectador, con unos diálogos supertrabajados y coherentes con el tema que se trata y en especial con unas espléndidas actuaciones. A tener en cuenta que tratándose de una comedia , se abarca de una forma bastante seria el machismo...acompañado siempre por las escenas cómicas. ( Ver spoiler ).

A sabiendas que ambos eran pareja en la vida real, aprovecharon esa química que existía entre ellos y que les costaba muy poco llevar a la pantalla, para dar vida a los abogados Adam y Amanda. Ambos se enteran de un suceso entre marido infiel, fulana y mujer despechada a través del periódico y cuál será su sorpresa cuando ambos deciden defender a sus respectivos clientes afines con sus sexos. A partir de aquí comenzará una " guerra " chispeante y emocionante, que llevarán más allá del simple juzgado, por ver quien tiene la razón.

Película recomendada a todos aquellos amantes de las comedias inteligentes, del cine clásico, de Spencer Tracy y de Katharina Hepburn y por supuesto...de todos aquellos que deseen saber el por qué del título de mi crítica...¿ adivinen de qué lado me puse ?