Jessica Jones (Serie de TV)

¿Quién es Jessica Jones? Jessica es una detective privada que emplea sus días en pillar a maridos y mujeres infieles y sus noches, en beberse hasta el agua de los floreros. En primera instancia, Jessica parece la semblanza de una típica chica dura y su bordería, sus comentarios irónicos, el sórdido universo que la rodea y un misterioso pasado confirman el arquetipo; sin embargo, Jessica, además, es una mujer herida, traumatizada y que vive absolutamente muerta de miedo. Y ademas, Jessica es una superheroína. Con poderes y todo.

Pero curiosamente, salvando esta particularidad, la serie no se centra realmente en los héroes y sus poderes. Lo más llamativo de Jessica Jones es su enfoque casi intimista, que se preocupa más por los meandros psicológicos de sus personajes que por sus capacidades para levantar coches o dominar mentes.

Por supuesto, hay un villano, un villano bastante particular que además ostenta uno de los poderes más siniestros que se hayan visto en una historia de superhéroes. Espléndidamente interpretado por David Tennant, su relación enfermiza con la protagonista, sostiene el interés de la serie incluso cuando ésta pasa por serios baches narrativos y algunas vueltas y revueltas algo absurdas. Que la verdad es que no importan tampoco tanto porque para entonces, la peculiar atmósfera noir de la historia y su punto de misterio ya te tienen ganada.

Quizás quienes esperen algo en la línea de Daredevil o de otras historias de Marvel, saldrán algo decepcionados, porque 'Jessica Jones' no busca ese tipo de historia, ni aspira a la épica, su apuesta se centra sobre todo en sus personajes, sus dilemas, sus conflictos internos, sus heridas y sobre todo, en el mayor superpoder que tienen: su voluntad de acero.

Prometía esta serie, seguía unos estereotipos al comienzo, pero se hacía interesante la trama. Pero como otras series del género de súper héroes peca de la misma moral irracional. Es una serie en la que muere hasta el gato, pero la protagonista ha de ser extrañamente legal. Ni por dónde empezar, para no chafar a los demás sigo en la zona de spoiler.

Y pasamos a la siguiente fase de la Edad de oro de las series televisivas: los vasos comunicantes. A la vista de las dos primeras temporadas de Daredevil, uno debería relamerse ante la perspectiva de ampliar ese New York ficticio en el que nuestro querido Mathew Murdock zarandea indeseables, pero hemos de ser honestos: presenta cosas interesantes pero Hell's Kitchen queda bastante lejos, incluso para ir en taxi. Los primeros capítulos empiezan francamente bien, Jessica Jones es una borrachuza malencarada que nos roba el corazón, David Tennant encarna el villano más terrorífico de la historia... ¿Qué podía salir mal?. En mi opinión se ha optado por la nunca recomendable solución del relleno; a mitad de la temporada parece que se acabaron las ideas y la (buena) trama anterior se estira en un absurdo correcalles. A diferencia de su primo Daredevil, que sigue un crescendo perfecto, aquí el final inevitable se retrasa por motivos ignotos, lo que hace que pierda mucha efectividad. Si Jessica Jones hubiera tenido 8 capítulos el resultado habría sido memorable, porque la idea del superhéroe que no quiere ser superhéroe realmente está bien conseguida, y repito que el pérfido Kilgrave da mucho más miedo que cualquier tipejo enmascarado haciendo muahahahaha. Otro defecto menor es que la poca acción que vemos está pésimamente rodada: realmente no es imprescindible porque la serie tiene su propio estilo, pero la que vemos es muy pedestre, lo cual es soprendente porque Netflix nos ha hecho llorar de emoción con la hondonada de hostias de Daredevil. En definitiva, tengo fe en que si hay una segunda temporada todo esto se corrija, aunque tiene pinta de que al final van a confluir todos los... superdotados en un mismo guateque.

Lo primero es decir que he bajado la nota de un 8 (que le puse a la primera) a un 4. La decepción ha sido TOTAL.

Y no pongo menos de 4 porque hago la media entre 8 de la primera temporada y un 0 de la segunda.

Lenta, tramas secundarias de relleno sin ningún sentido, NO EXISTE VILLANO, no hay peleas, no hay superpoderes.... En definitiva, una pérdida total de tiempo.

La recomiendo a los que deseen ver un culebrón malo y aburrido.

A partir de aquí algún espoiler:

Me sorprende muchísimo, porque nada de lo que he visto hasta ahora en TV tenía una crítica tan poco acorde a la calidad del producto.

Aunque la premisa de la serie es buena, y prometedora, el resultado no lo es. Es una serie floja, muy floja.
El guión, pésimo, hace que todos los personajes carezcan de credibilidad. Da igual que la actuación de Krysten Ritter, o de David Tennant sea buena -que desde mi punto de vista hacen un papel decrescendo y el único que se podría salvar es Tennant- (he leído por ahí críticas en las que parece que los dioses se han bajado del Olimpo para interpretar estos papeles), porque el guión tiene tantos, tantísimos, errores, que los personajes flaquean, aburren y se vuelven ridículos.

Falta definir a los personajes, definir sus motivaciones, montar bien la trama y que esta fluya bien. Generar momentos de tensión (creíbles), momentos en los que te quedes pegado a la silla y no puedas pestañear.
Pero lamentablemente, aún teniendo las premisas para ello, es una serie en la que la acción, a trompicones, se desencadena siempre, y digo siempre, por desaciertos y errores, del villano, y sobretodo de la heroína.
Y esto es un insulto al intelecto.
¿Cómo puedes pretender que el espectador crea que está ante un "super-villano" si no hay ningún tipo de plan detrás de sus actos, si su planificación no va más allá de buscarse una vía de emergencia por si las cosas no salen como esperaba?

No existe ningún tipo de giro, o planteamiento bueno detrás de la trama. No existe un guión coherente que ate a los personajes y nos envuelva en ese Nueva York tan prometedoramente oscuro que nos presentan. Y con ello el interés decae, como lo hace la serie misma, con el paso de capítulos hinchados con metraje superficial y aburrido.

La desastrosa producción y dirección -hay canales de youtube con mejor nivel que el de esta serie- hace que las escenas de acción sean ridículas, que al final no sepas si se están burlando del espectador o es que querían darle un aire cómico a la serie. Justo en esta apuesta de Marvel, en la que se liberan un poco de la exigencia de fuegos artificiales y demás efectos de postproducción por el planteamiento de base, no se puede fallar en lo esencial. No hay ninguna escena creíble en la que Jessica haga alarde de sus poderes (algo que en gran parte es achacable a la actriz). - Es preocupantemente lamentable el momento en el que, en el penúltimo capítulo, esta chica levanta el cuerpo inerte de cierto personaje, y se ve que es un muñeco de goma rígido. Y al igual que este momento, cualquiera de sus saltos, los resultados de sus patadas o el "momento revelación lavamanos de mármol".-

Personajes sobreactuados con líneas absurdas que rozan lo grotesco, forzados a actuar en una trama argumental sin firmeza, que parece más un batiburrillo de situaciones yuxtapuestas grabadas con prisa, que un planteamiento en firme, como querían hacernos creer, Netflix y Marvel.

Resumiendo y por no hacer más sangre, se trata de una serie cuyo mayor problema, que no el único, son las incontables inconsistencias del guión que marcan un metraje de escenas desmenuzadas y sin un hilo conductor pensado que genere interés y expectación.