El último verano

Se hace complicado elaborar una crítica de una película como esta. No exagero si afirmo que difícilmente en lo que queda de año, y estamos en el mes de abril, tendré la oportunidad de ver una película más aburrida. Su director, Jacques Rivette, de un reconocido prestigio que no voy a poner en duda, firma el que según parece será su testamento cinematográfico, y a buena fe que el octogenario cineasta se ha quedado descansado.

No hay mucho que comentar puesto que a esta ¿película? no hay por donde cogerla. La historia que pretende explicar es absurda, el guión penoso, por no decir inexistente y las interpretaciones no son nada del otro mundo, aunque hay que decir en defensa de los actores que cuesta mucho defender unos papeles tan poco proclives al lucimiento como los que les toca representar.

Un ejemplo claro de cine sin sentido que eleva lo absurdo a la categoría de arte. Un verdadero tour de force para el sufrido espectador que bastante hará con sobrepasar los primeros quince minutos de metraje sin haber caído rendido en el más plácido de los sueños.

Unos payasos sin gracia; un circo sin gente; unos diálogos sin apenas palabras; una historia sin profundidad; gestos, miradas, sonrisas, alguna lágrima; levedad, sencillez. Vidas teatralizadas sobre un fondo absurdo. Existencialismo cotidiano, búsqueda sin trascendencia. Suficiente, sin embargo, para colmar ochenta y cuatro minutos de vida, que hemos gastado con Birkin y Rivette. El cine tiene alguna ventaja: mientras dura la película no decides ni actuas, no haces nada bueno ni malo. A la salida, reflexionamos en común: podríamos hablar tan poco como los personajes de esta película; podríamos vivir tan pausadamente como lo hacen ellos; podríamos representar nuestra vidas sin que nos importe la ausencia de público ni la poca gracia que tiene todo este asunto.

En el inicio del tour de verano de una compañía circense, su propietario y fundador muere repentinamente. Kate (Birkin), su hija mayor, no tiene más remedio que hacerse cargo del negocio... Es como para descojonarse lo que lumbreras que presentaron la película dónde yo la ví dijeron: "que nadie ha salido discípulo de Rivette"; "que la película remitía a "La legión invencible" en la escena del cementerio o hasta al cine de Chaplin. Pero ¿quién puede ser discípulo de Rivette haciendo este cine?. De lo segundo, sin comentarios.
"El último verano" es aburridísima, su guión muy malo (¡y eso que hay cinco guionistas!), nada ni nadie nos cuenta los motivos ni nos perfila mínimamente los personajes, especialmente sangrante en el caso del personaje de Castellito. Hay una inacción teatralizada latosa, mediocre, absolutamente vacía y una inexistente (también lo dijo el lumbreras) contraposición Ficción/Realidad. No sé ni por qué no la masacro más la verdad. Irreconocible, físicamente digo, Jane Birkin.
La típica película que los críticos salvan solo por parecer culturaloides e interesantes. Extraterrestres diría yo.

Kate se encuentra parada en medio de una carretera por una avería en su vehículo cuando iba de camino a reincorporarse al grupo de circo ambulante del que formaba parte su padre; grupo al que ella abandonó tras una oscura tragedia. Por la misma carretera pasa un coche deportivo descapotable que conduce Vittorio y que para y la ayuda. A partir de este momento Vittorio acompaña al grupo de circo por los diferentes pueblos que va parando intentando conocer mejor a la, para él, misteriosa Kate.
Vittorio es un personaje que no tiene ninguna personalidad porque en ningún momento es presentado ni se hace referencia a su vida o a la razón por la que de repente empieza a acompañar al grupo en su gira con el interés de descubrir a Kate e intentar que deje a un lado sus miedos por hechos pasados. Llegan a ser irritantes los momentos en que Kate intenta que el cuente algo de su vida y de los que él se evade con respuestas totalmente absurdas y sin sentido. Un detalle curioso es que lleva un vehículo deportivo con poca posibilidad de cargar con equipaje y sin embargo cada día lleva un traje y camisa nuevos impecables.
El caso de Kate si va teniendo sentido a medida que avanza la película y el resto de personajes la van descubriendo, especialmente Vittorio que no para de hacerle preguntas sobre su pasado y que ella en algunos casos responde sin sentirse realmente incomoda ante el interés de un desconocido, otro sin sentido de la película.
Las actuaciones de los tres payasos en los actos que presentan en el circo son malísimas. Estos momentos de la película dan hasta sueño. Es probable que con estas actuaciones de los payasos tan absurdas se quiera mostrar algo en la película que yo no he alcanzado a ver.
No cabe tampoco destacar ninguna de las actuaciones ni los escenarios en los que se desarrollan las mismas, lo que me lleva a no recomendar en ningún caso la película a pesar del apego que algunos sentimos por las películas francesas. Creo que es lo peor que he visto del cine francés en años.