La dama de negro

Esta película es menos creíble que los 4 fantásticos.

A nuestro querido Radcliffe le va la marcha, eso esta claro porque hay que ser muy tonto para quedarse en la casa después de ver fantasmas hasta en la despensa. Podía haberse quedado a dormir en el pueblo pero no, el chaval prefería quedarse en la casa, aislada cuando subía la marea y llena de fantasmas que se lo pasaban pipa haciéndole la puñeta al señor Potter al que se le acabaron las pilas de la varita mágica. Parece ser que el cotilleo es lo que le movía, no se lo que buscaba pero no tenia nada que ver con la historia que argumentaba de vender la casa, que por cierto quien iba a comprar semejante adefesio lleno de telarañas, ni los de reforma por sorpresa podrían hacer algo. Bueno a lo que iba, al Señor Potter lo que en realidad le impulsaba a quedarse en el caserón de la muerte eran las ganas de cotillear porque el individuo no se deja un cajón ni un armario por mirar y cuando se le acaban abre los baúles, arcones o lo que surja. Lo de la venta de la casa era una tapadera, el solo quería cotillear todos los rincones. Lo siento, es la conclusión a la que llegué después de verlo deambular para arriba y para abajo 19 veces sin un fin concreto. Con unas gafas gruesas es igualito a la vieja del visillo.

Advertencia:
No acudáis al cine a ver esta película con un/una acompañante propenso a los gritos en todas las escenas de sustos (esperados la mayoría) porque como son tantos te puede mermar el aparato auditivo, a mí me pasó.

En general, la película cumple en pequeñas dosis con lo esperado (algún susto sin pre aviso que te hace no levantarte del asiento y quedarte a ver cual es el siguiente). Un muy buen escenario y puesta en escena, para un ambiente que prometía mucho más. Terror no inventado, quizás más de lo mismo. Recuerda el camino llevado por otras muchas películas del genero No-Terror, venido abajo desde que a Daniel Radcliffe (en su versión en español) nos lo doblan con la misma voz que su lacra, un Harry Potter que nos hace imposible poder ver maduro a este buen actor. Final que deja mucho que desear. Entretenida a partir de poco menos el ecuador de la película.

"La mujer de negro" no es épica ni inolvidable, pero a todos les dejará un buen sabor de boca pues consigue su objetivo de sostener el suspense y el interés por un desenlace incierto. Si a eso le sumamos una gran ambientación de época, una fotografía cuidada y actuaciones sólidas (un compenetrado e intenso Radcliffe bien acompañado por los secundarios), estamos hablando de un buen film. Algunos la tildan de predecible; sólo lo son algunos sustillos promediando la cinta que se pueden anticipar dados los ángulos de cámara empleados, pero el argumento no lo es en absoluto.

Sigo en spoiler:

A no confundirse, he visto las producciones de la edad de oro de la Hammer, y en La mujer de negro tenemos un pro y un contra. Por un lado la ambientación, la fotografía y hasta determinados planos "caseros" nos ofrecen lo mejor del terror clásico. En ese aspecto estamos ante una peli de tonos apagados, áspera y, sobre todo, insoportablemente árida. Ese pseudo desierto de lodo que rodea a Radcliffe no es otra cosa que una proyección de su propia melancolía. Es cierto, se siente la pérdida en él, no tanto como una carga sino como algo que el prota mismo se rehusa a abandonar, y es que nos encontramos ante un personaje depresivo como pocos que se regodea en su propio fracaso.

La contra: La Hammer no era una acumulación de sustitos al uso, algo que en más de un momento cobra forma en La mujer de negro de manera seriamente peligrosa. Es un encadenamiento de golpes de efecto que avanza hacia un climax que de tanto esperarlo se me hizo demasiado llano, demasiado poco que contar y mucho para saltar de la butaca. Pero ese tipo de miedo se te va a la primera distracción, y la peli definitivamente no logra escabullirse de eso, de su propia brevedad temática. Porque hay una historia, como no, pero salta a las luces que no es lo importante, cuando la Hammer se especializaba en eso: en realizar guiones que sostenían al producto y que llevaban consigo momentos de tensión, y no al revés.

El mercado se devoró a la idea antigua siempre vigente. La Hammer sigue estando, pero en La mujer de negro solo se apega a marcar un contexto, un juego de luces o una fotografía lúgubre. La idea se hunde detrás de todo eso. En cuanto a Potter/Radcliffe: vale la pena su cambio de registro, si bien es cierto que eligió un nivel intermedio. Su personaje es creíble, pero también contenido por un contexto que lo supera y en cierta forma lo relega a un segundo plano. Queda muy claro que él posee su pasado activo, pero también está claro que hasta la mujer de negro es más relevante en la historia.

Podría optar a ello perfectamente, a ese premio y al de mejor Sonido. Por que desde luego son sus únicos puntos fuertes. Por lo demás no deja de ser la típica película de terror predecible del principio hasta el final. Juegos de espejos, sustos "inesperados" y fotografía lúgubre.
Pero su dirección de arte es tremenda, el proceso de envejecimiento de los materiales que ha llevado a cabo el departamento de arte es soberbio. Y la atmósfera sonora es una delicia, con todos esos matices de crujidos de madera, pomos de puertas, llamas de velas. Dan más ganas de cerrar los ojos y deleitarse con ellos que de prestar atención a la pantalla.

Por lo demás el personaje de Daniel Radcliffe no resulta creíble en el papel de padre. Conserva al actor de doblaje de la saga Harry Potter, por lo que cuesta disociarlo de su papel de mago. En parte será una estrategia de Marketing para reenganchar a los espectadores de la saga a que sigan creciendo con el actor en sus futuros papeles.
Además de que su aspecto sigue siendo demasiado juvenil, deberían haberle dejado barba o bigote, para hacerlo más adulto.