Testigo fatal

Rodada por la mejor directora de cine de acción que ha dado la industria, (Kathryn Bigelow), tras la joya vampírica de culto, Los viajeros de la noche (1987) e inmediatamente antes de la potente, Le llaman Bodhi (1991) y con una Jamie Lee Curtis en la plenitud de su belleza, nos encontramos con una potente historia sobre la relación que se establece entre una dura agente de policía y un inquietante agente de bolsa que se halla presente cuando, en el transcurso de un atraco en un supermercado dicha agente se ve obligada a matar al atracador. Narrada con pulso y una constante tensión y poseedora de una magnífica banda sonora, nos encontramos ante un gran thriller dotado de esa turbia atmósfera inherente a prácticamente toda la filmografía de esta directora. Absolutamente recomendable.

Me encanta esta película, no entiendo cómo no tiene ninguna crítica aún por parte de los usuarios. Es un trabajo realmente entretenido, con una magnífica Jamie Lee Curtis, que se convierte en la protagonista absoluta y magistral de la peli, actriz realmente interesante, aquí en pleno apogeo y a la que ahora es prácticamente imposible ver en las pantallas de cines. Junto a ella un Ron Silver que, a pesar de no ser santo de mi devoción, cumple sobradamente con su papel de desequilibrado mental que le hace la vida imposible a Jamie. La directora, Katrhyn Bigelow, no ha tenido mucho éxito en su carrera pero aquí lo hace realmente bien, con una ambientación en la ciudad de Nueva York que me gusta mucho.

Guste su cine o no, Kathryn Bigelow ya forma parte de la historia del cine al ser la primera mujer en ganar un Oscar a la mejor dirección por una película. Lo consiguió el pasado 2010 tras recoger la estatuilla por el thriller bélico En Tierra Hostil, derrotando en tales galardones a la revolucionaria Avatar dirigida por su ex-marido, James Cameron. Con él estuvo casado entre 1989 y 1991, siendo el primero de estos años la realización del thriller policíaco Acero Azul, una producción de Oliver Stone que paso desapercibida por las carteleras de medio mundo. Cameron aparece en los créditos, se le dan las gracias.

Protagonizan Jamie Lee Curtis, Ron Silver, Clancy Brown, Kevin Dunn, Louise Fletcher, Elizabeth Peña, Richard Jenkins y Tom Sizemore. Un reparto apañadete.

Una policía novata (Curtis) sale a patrullar una noche de servicio, interviniendo con éxito en un atraco a mano armada. El asaltador (Sizemore), abatido a disparos, deja caer el arma, una Magnum 44 que va a parar a manos de uno de los testigos (Silver), un agente de bolsa mal de la chaveta que se la queda y abandona el lugar del crimen con intención de cometer una serie de asesinatos fortuitos. La policía y un detective de homicidios (Brown) investigan un caso que se complica a medida que avanza Acero Azul -más desde el momento que los personajes de Curtis y Silver tienen un romance, ella sin reconocer al criminal-.

Escrita por Bigelow y Eric Red -que ya colaboraron en el guión de la mejor Los Viajeros de la Noche-, Acero Azul podría pasar por un telefilm de 'psicópata acecha chica indefensa'. La diferencia se encuentra en un mayor presupuesto que da para pagar un reparto cumplidor -Curtis, Silver y Brown- y una fotografía que le da un clima raruno bastante chulo y modernete para la época. De Kathryn Bigelow decir que por esos momentos era impensable siquiera pensar que un día sería reconocida, aunque en Acero Azul, al igual que en el resto de su competente filmografía, hay muestras de una cineasta con talento -ese potente y violento clímax, gran punto final a una Acero Azul que hasta ese momento no pasaba de ser un thriller del montón-.

Hubo un tiempo en que el simple hecho de que una película estuviera dirigida por una mujer alcanzaba casi la categoría de obra maestra, aunque fuera una medianía. Ahí están los ejemplos de la propia Bigelow o de la presuntuosa Campion. Ese tiempo parece que no ha pasado, porque la floja ‘En tierra hostil’, de esta misma directora, cosechó un notable éxito de público junto con unos cuantos óscars hace muy poco. Pues muy bien. Me importa un pito si quien está tras la cámara es hombre o mujer, feo o guapo, del Madrid o del Barça, de izquierdas o de derechas o si le cantan los pies. Me interesan –o no- sus películas por sí mismas. Y esta no es una de ellas.

La trama gira en torno a la absurda premisa de que, una mujer policía, el día de su debut por las calles de la Gran Manzana, agujerea a un delincuente que está atracando un supermercado. Como no se encuentra el arma, es abroncada y relevada del servicio por sus superiores. Maldita novata, y encima, mujer.

La cosa hubiese tenido un pase si no hubiera habido testigos, pero resulta que en el atraco hay media docena de clientes con los huevos de corbata. Además, parece que a nadie se le ocurre que el arma, al salir disparado el atracador al otro lado del escaparate –en un absurdo alarde efectista-, hubiera podido caer en manos de cualquiera que pasaba por allí, por ejemplo. Pues bien, la pistola se la agencia una de las víctimas del atraco, que resulta ser un bróker psicópata que, para más inri, se lía con la protagonista, a la que a partir de ese momento empieza a hacer la vida imposible. La relación entre víctima y victimario es, sencillamente, delirante.

Historia improbable, realización rutinaria y bastante poco talento, al menos no más del que puede encontrarse en miles de películas de temática policíaca. Sólo para aquellos a los que se les hace el culo gaseosa con la Curtis.

Fallida colaboración entre el casi siempre interesante Eric Red y la oscarizada directora Kathryn Bigelow. Ambos escriben una historia sin pies ni cabeza que resulta disparatada e imposible de creer. Jamie Lee Curtis encarna a una recién nombrada agente de policía que en su primer día de trabajo acribilla a balazos a un atracador en un supermercado. Sin embargo el arma del maleante no aparece porque uno de los testigos, un yuppie con tendencias psicópatas, se la ha quedado a modo de souvenir. Al cabo de unos días y después de que a Curtis la suspendan de empleo, el yuppie comienza a acosarla.

La tensión de la historia no funciona por culpa de un guión absurdo que fuerza demasiado algunos de sus planteamientos. (spoiler)

El caso es que después de verla por segunda vez confirmo la primera impresión negativa que tuve en su momento. La película no funciona y además se hace lenta, no me creo nada de lo que veo y aunque tenga un reparto lleno de caras conocidas no soy capaz de aprobarla. Sin duda la peor película de Bigelow.