Pretty Little Liars: Un nuevo pecado (Serie de TV)

Un slasher americano de manual, cabría decir a primera vista. Hay un poco de ''Se lo que hicisteis el último verano", mucho de "Scream", poco o nada de Argento, De Palma, etc... En ese sentido, la serie no arriesga mucho y presenta a un grupo de jóvenes que pagarán de una forma u otra los pecados de sus madres, que dejaron morir a una compañera 20 años atrás. Por si no fuera suficiente, el grupito decide antagonizar a vida o muerte con la chica mala del instituto.

A la fórmula no se le puede exigir mucho, aunque estaría bien que los personajes nos cayesen bien. Después de la ristra de capítulos ofrecidos, la cosa queda tal que así:

-Una cinéfila progresista que insiste en el visionado de obras de directores de color. Al final cae bien porque inserta referencias y alusiones al género de forma constante, aunque su pasión por el cine de Jordan Peele sea un lastre (para mi, por lo menos).
-Una chica con problemas de drogas a la que nadie va a creer porque la tienen haciéndose análisis de orina cada dia, acaba viendo como al sheriff del pueblo un niño le practica un 'trabajito' en su coche...lo tiene todo en su contra.
-Una protobailarina que vive su especial enfrentamiento con la chica mala y sus momentos vagamente inspirados en 'Suspiria'.
-Una enganchada a Internet que empieza a vivir la ilusión de salir de ese mundo para experimentar su primer romance.

El problema es que el eje central de la historia, que debe ser el personaje de Imogen, embarazada y con la madre recién suicidada, no despierta mucho cariño. Por arte del destino, caen y gustan más las 'secundarias' con sus diálogos más o menos personalizados y sus situaciones-reflejo de sus características propias. No voy a hacer sangre de esto más allá de que la protagonista es demasiado trágica desde un primer momento, y que nos introduzcan 3 flashbacks nada más empezar hace que no me sienta cómodo con la serie hasta mucho más tarde.

La serie es una especie de Scream Queens "seria", con su Emma Roberts particular, su asesino, sus rolletes de instituto, sus bailes de graduación, sus clases donde no se enseña nada...lo típico. Pero al final funciona lo que tiene que funcionar, no es más agresiva de la cuenta, y es una absoluta pérdida de tu tiempo si lo que quieres es ver una película de Tarkovsky. A mi no es que no me guste Tarkovsky, pero cuando hoy dia se saca un slasher, tengo especial interés en verlo.

Ahora bien, la serie adolece de grandes defectos que, aunque no echan por tierra todo el producto, pueden resultar irritantes y los detallo más abajo.

Los slashers siguen disfrutándose en series o películas totalmente cada vez que estos tienen una idea interesante que ofrecer al espectador. Ese es el caso de la nueva serie de HBO Max que procede del universo de Pretty Little Liars.

La serie nos transporta hacia una cadena de sucesos que atormentan a dos generaciones de amigas. Los errores del pasado, se harán presentes 20 años después a un grupo de amigas que deberán cargar los pecados de sus mamas en la actualidad. Deberán descubrir quién es el extraño sujeto que las atormenta en el presente, en donde los pecados de cada una serán las culpas de otras.

La serie es bastante entretenida, en gran parte gracias a sus constantes referencias a clásicos del género del Slasher que permite disfrutar la serie completa con esa sensación de querer descubrir que es lo que realmente sucedió o quien esta tras la máscara. En ese punto la serie te logra atrapar gracias a un interesante guion que sabe mantenerte siempre atento a cada detalle que nos sueltan sus personajes.

Sin embargo, la serie no es solo un homenaje al subgénero de terror, es una serie que propone su propia identidad y que sabe cómo brindar distintos ganchos al espectador para que termine conectando con la propuesta que nos están ofreciendo. Sus creadores no se nublan y son bastante directos en presentarnos los temas que rodean a la serie tales como la violación, el bulín, las apariencias o los demonios internos que todos tienen. La serie a medida que transcurre no escatima en presentar lo peor de varios personajes y a todos otorgarles un defecto digno de rechazar, tanto a nuestras protagonistas como los villanos del show, la serie deja en claro que nadie es perfecto y que todos tenemos un pecado que ocultar.

En ese juego de los pecados es que la serie se vuelve interesante y te logra cautivar en sus 10 precisos episodios. Una serie que va creciendo a medida que avanzan los capítulos y conocemos un poco mejor a cada uno de los participantes de esta serie.

Tiene un par de giros que logran sacudirte un poco, al igual que en otros momentos ciertas decisiones hacen perder un poco de fuerza a la trama que estamos viendo.

Pese a pertenecer a un mundo consolidado de series, Original Sin, toma su propio camino y su propia identidad lo que se agradece. Se llena de temas actuales y otros tabúes lo que imprime un grado de intencionalidad por parte de sus creadores a presentar una serie con autoridad y no un simple espectáculo para televisión buscando la aceptación.

Es una serie que dice muchas cosas y pone varios temas importantes a la palestra y que muchas veces son considerados como un verdadero pecado. El atrevimiento es lo más destacable de esta propuesta.

Cumple, entretiene y te engancha. No es perfecta, pero si es un pasatiempo bastante logrado y apetecible de ver, Un slasher americano efectivo y que deja buenas sensaciones, en especial a que se siente que tiene mucho más que explotar, pese a que podamos sentir que esta todo contado en su capítulo final.

Serie repipi, creada para adolescentes del típico formato de institutos y universidades anglosajonas, que a modo de drama, aborda la clásica disputa y conflictos por la popularidad entre dos diferentes grupos de alumnos contrapuestos. En medio de la trama hay un psicópata de aspecto trasnochado, que, como la película (más interesante), "Sé lo que hicisteis el último verano", anda haciendo ocasionalmente de las suyas eliminando de la jugada a alguna que otra chica.
La serie se basa en una novela de Sara Shepard y no tiene particularmente nada que no se haya visto con anterioridad en otros telefilms, coincidiendo con estos, hasta en el mismo ritmo soporífero.