La noche del terror

De las catacumbas profanadas por un osado profesor, decenas de zombis (cuyos rostros no son más que calaveras agusanadas) surgen para crear el pánico entre los huéspedes de un caserón, los cuales deberán atrincherarse si quieren salvar sus vidas... Andrea Bianchi, en su vena más "gore" y "explotation" (casquería), nos ofrece la película más abyecta, bizarra y soez de la historia del cine de terror zombi, poseedora de un ambiente realmente perverso, malsano y podrido.

El director se atreve a filmar a los zombis a plena luz del día, en jugosos primeros planos, sin temor a que el “cartón piedra” delate la cutrez de las máscaras (por otro lado más solventes de lo que pudiera pensarse). Además, rueda cámara en mano (algunas veces en plano subjetivo), con nervio, subrayando los momentos de tensión, agobiando a los personajes y al espectador. Los zombis son al estilo de Fulci (pero aun más pútridos, fétidos y macro purulentos, si cabe); los personajes son de lo más tétricos y enfermizos (más repulsivos aun que los mismos zombis).

Hay una infecta relación incestuosa de madre e hijo (auténtico engendro donde los haya) que acaba con una brutal y antológica escena; una angustiosa y tétrica BSO; unos ridículos diálogos e inexistente trama; unas situaciones absurdas, etc. De todos los "exploit" de zombis ("Zombi 2"/ "Zombi 3"/ "Incubo sulla città contaminata"/ "Zombi Holocaust"/ "Virus"/ "L' isolà dei morti viventi" o "Zombi: La creazione"), me quedo con este, me quedo con Bianchi.

A mi me ha gustado, los zombies tienen unos maquillajes (más bien caretas) curradísimos, hay bastante gore, los zombies son lentos y silenciosos como tienen que serlo, el problema de la película es la historia...

Empieza con el científico que parece haber hecho un descubrimiento (que nosotros suponemos que es la causa de que los zombies hayan despertado), pero durante toda la película no se vuelve a decir nada sobre el tema, no hacen ningún descubrimiento, ni nada de nada.

Pero como peli de zombies que matan gente y fin, esta bien.

Esta peli es la risión, una pasada. De mala que es, por supuesto. Es tan mala que hasta parece hecha de cachondeo. Y todo porque Bianchi no tiene valor ni talento o porque todo se la trae floja. Planteada como un exploit romeriano, saquea a Fulci a lo bestia pero con una torpeza tan inaudita que hasta despierta sus simpatías. Bianchi ha hecho una regulera película gore y una horrenda película de terror, y si antes he dicho que le faltan huevos no ha sido un hablar por hablar: el pobre se siente tan incómodo entre vísceras e higadillos que se ve incapaz de sacar algo provechoso de ellos. Planos detalle y ortopédicos e inverosímiles enfrentamientos cuerpo a cuerpo se combinan alumbrando únicamente confusión y comedia involuntaria. Nada, el tío carece de credibilidad, estilo y contundencia y eso aboca todo a lo inane y ridículo.

La historia tampoco es que se entienda mucho. Un gordo con barbas descubre algo en los subsuelos de una mansión y los muertos salen de sus tumbas dispuestos a dar guerra. Luego llegan al lugar tres mujeres de buen ver casadas con tres señores feos, todos de pasta. Una de ellas tiene un hijo con pinta de Galindo que anda siempre como cabreado. Es el que pone la nota de mal rollo, con un complejo edípico a cuestas bastante gracioso (esa teta...). Y eso, a aguantar la acometida de los zombies y poco más. En cierto modo esta simplicidad narrativa es lo mejor de la película, pues nos ahorra estúpidas subtramas y demás morralla explicativa. Entra al lío con admirable decisión.

El resto: pésimos actores (pero pésimos de verdad), paupérrimos efectos especiales, nulo interés estético (algún plano aislado, quizás) y el dudoso honor de ser la única película de zombies en la que los personajes humanos son más idiotas que los muertos (estos al menos cooperan entre ellos). Si buscáis gore verdaderamente repulsivo, quedáos con Girolami y su (también penosa) Holocausto zombi. Si buscáis un gore con mayor sustancia cinematográfica e igualmente incómodo recurrid a Fulci. Si lo que queréis es pasar el rato y echaros unas risas, entonces La noche del terror puede valer. ¡Es tan ridículamente divertida!

Lo mejor: la decapitación con la guadaña.
Lo peor: un gore pobrísimo en sangre, imaginación y resultados.

Masacre zombie es una obra maestra de la caspa y el mal gusto. El Santo Grial de los zombies podridos con sus rostros plagados de larvas, lombrices y hongos cadavéricos.

La primera vez que ví esta bizarrada quedé completamente fascinado por sus zombies, el abundante gore desenfrenado, pero lo mejor de toda esta joya es el niño raro que intenta meterle mano a su propia madre durante toda la peli... Hay que ver como le gusta palparle los pechos a su pobre madre.

La película se vuelve interesante nada más comenzar cuando un científico que parece sacado de una cueva cavernícola resucita a los muertos de un cementerio Etrusco, aunque todavía no he logrado saber como los resucita, pero en fin, sigamos...
Tras este hecho un grupo de personajes pintorescos comienzan a ser atacados por los zombies que van apareciendo en manadas. Finalmente todos los personajes terminan buscando refugio en una gran mansión cercana. A partir de entonces son acechados en todo momento por una horda de zombies.
El mejor Andrea Bianchi nos presenta su mejor locura aberrante con salvajes y largas secuencias de gore del bueno, unos personajes surrealistas y demenciales que le dan un aire de pesadilla a la película digno de admiración.
Pero para mí la estrella de la película es el niño incestuoso, me parto de risa cada vez que sale, pero sobre todo con el apoteósico final que sin duda es uno de los finales más grandiosos que se pueden ver en una película de zombies.
Existe una versión extendida de la película con una duración desproporcionada que parece que nunca se acaba.

Una joya imprescindible del subgénero de zombies tan aberrante como fascinante.

Con un guión simple y diálogos que dan risa, _ a nadie se le ocurriría preguntarle a un zombie quién es Usted? _ esta película que me gustó, sin muchas pretensiones, vísceras por doquier y la cena está para comérsela y degustar, me gustó mucho el adolescente incestuoso, con cara de gilipollas, la verdad que más que miedo o asco me dio mucha risa, la película tiene zombies hasta para regalar, todos llenos de gusanos y tomados en primer plano, ...es una de esas películas malas...pero que se dejan querer, ...me gustó.