Solo vive el espanto

Nos cuenta la historia de dos parejas de jóvenes de la alta sociedad de principios del siglo XX, que al salir de una fiesta e iniciar una carrera de coches entre ellos por la campiña inglesa, uno de ellos queda embarrancado, siguiendo adelante la otra pareja en el otro coche hasta que se quedan sin gasolina en medio de una espesa niebla y mientras que el va a por gasolina, ella se da una vuelta por la zona, encontrándose con una mansión en la que vive el inquietante Doctor Lawrence (Peter Cushing) rodeado de amenazantes y exóticos objetos, con su ama de llaves hindú (Gwen Watford) y un rarito y libidinoso jardinero (un joven John Hurt).
Entretenida película dirigida por el especialista en cine de terror, el inglés Freddie Francis, en base a la trama gótica que se desarrolla en la siniestra mansión, donde van yendo a parar tres de los cuatro jóvenes (del otro se encarga el jardinero) y a la atmosfera resultante de la naturaleza del misterio que esconden esas cuatro paredes, hasta su truculento y bien resuelto final.
Fue premiada en Sitges con el premio al mejor actor a Peter Cushing.

Sí, básicamente ésa es la mejor manera de definir esta película. He visto poco de Tyburn Films, pero de momento, por lo que llevo visto hasta ahora, esta productora me parece un "Quiero y no puedo" de la Hammer, una burda imitación. Entre otras cosas porque el momento cumbre de la Hammer fue la década de 1960, y a mediados de los 70 estaba ya de capa caída. Parece como si Tyburn hubiera intentado continuar el legado del mejor cine de la Hammer, pero hubiera llegado tarde.

Lo peor de todo es que esta película la dirigió Freddie Francis, un gran director ("La maldad de Frankenstein", "Doctor Terror", "El esqueleto prehistórico"...) y la protgoniza el gran Peter Cushing ("La maldición de Frankenstein", "Drácula", "La momia", "La guerra de las galaxias"...), ¿Qué podía salir mal?
Que la película está dirigida de forma apática, parece un trabajo de encargo, como si Francis no tuviera ganas de estar en esta producción, y eso se nota.
Escenas interminables totalmente ausentes de sonido, el gran John Hurt con la misma cara toda la película, y gente que viene y va desfilando por la pantalla sin lograr que nos impliquemos mínimamente en la acción. Todo para que la amenaza principal no aparezca hasta los últimos dos minutos y sea derrotada de la forma más simplista posible.
Lo mejor; Peter Cushing, cuando él no está en pantalla, todo lo demás da igual.

En una escala de 10, a esta película le doy un 3,5.

A ver, amig@s mi@s, cuando Hammer empezaba a estar de capa caída aparecieron productoras imitadoras como Tyburn, y ¡Vaya que se nota!, lo peor no es que sus productos no llegasen al nivel de Hammer, es que tan solo la palabra imitación le queda muy grande.

Y eso que contaban con grandes directores que habían trabajado para Hammer y Amicus Productions, en este caso, nada menos que el gran Freddie Francis, director de la maravillosa "Doctor Terror", "La maldición de la calavera" o "Drácula vuelve de la tumba".
Y no sé que diablos le pasó a Francis en esta cinta, yo no sé si perdió su buen pulso narrativo o si la historia que le entregaron no fue de su agrado o que quiso hacerla parecer trascendental o que sé yo, el caso es que su película es muy aburrida.

Muy poco queda aquí del buen Freddie Francis, únicamente la actuación de Peter Cushing, la verdad es que eso nunca falla, muy mala tendría que ser la película para que ni siquiera él pudiera aportarle un mínimo de interés.
Y la verdad es que eso es lo único que no falla en "El necrófago", porque lo demás es aburridísimo, ni siquiera los personajes de Veronica Carlson y John Hurt consiguen rescatar esto.

Encima, el "necrófago" como tal, no aparece hasta el final, y su aparición deja mucho que desear, por no decir que da vergüenza ajena.
Y el supuesto misterio lo desenmarañarás en seguida a no ser que no hayas visto demasiado cine de este tipo o tengas menos de 13 años.

Conslusión; ¿Qué sacamos de ver "El necrófago"? Absolutamente nada. Es lenta, aburrida, pesada y carece completamente de interés. Lo único resaltable es Peter Cushing, y realmente tiene películas mucho mejores en las que podemos verle mucho mejor aprovechado.

Puntuación: 4 sobre 10.

A veces el champán y charlestón ocultan, tras las burbujas y las corcheas, la magia de lo impredecible.
Pero también pueden contener las líneas generales de una película interesante si no se abusa de la factura tosca y del desarrollo convencional.
La historia apenas esboza alguna tendencia a la originalidad y su argumento recuerda a muchas otras. Gana brío a medida que la trama avanza aunque no consigue esa chispa de intensidad que el buen cine negro requiere.
La actuación de P. Cushing resulta convincente.
Un castillo con muchos sustos, pero poco más.

Ambientada en los locos años veinte.Tras una fiesta , dos parejas aristócratas tras bailar charlestón y beber mucho champagne deciden hacer una carrera automovilística por la campiña inglesa. Una de los coches se queda sin gasolina en medio de la nada, mientras el joven busca una gasolinera, la chica encuentra una extraña mansión propiedad del Doctor Lawrence (Peter Cushing) que enviudó y perdió a su hijo en la India. En la mansión también esta una ama de llaves hindú que practica unos ritos muy extraños y el jardinero que es más extraño si cabe.La película es flojita y va perdiendo poco a poco interés aunque se deja ver hasta el final. Como curiosidad las fotos de la esposa del doctor que hay en la mansión son las de la verdadera esposa de Cushing que había fallecido años antes.