El joven Indiana Jones (Serie de TV)

Frase que resume perfectamente lo que supuso el proyecto que el señor Lucas acometió tras el final de la trilogía del arqueólogo por excelencia Indiana Jones, y que le tuvo apartado del cine hasta que nos entregó ese intento de inicio de "La guerra de las galaxias". "Las aventuras del joven Indiana Jones" constituyen un interesante documento histórico a la vez que se desarrolla la personalidad del joven Henry Jones Jr., modelándola hasta convertirse en el aventurero que todos conocemos.

Con una colección ahora en DVD, la historia se divide en tres épocas: los primeros años, en que acompañamos a un niño Henry en sus viajes por el mundo acompañado de sus padres y su tutora; los años de guerra, en que un muy acertado Sean Patrick Flanery tomó el relevo del pequeño Corey Carrier; y los años de cambio, con Patrick Flanery de nuevo en el rol que fue inicialmente ofrecido a River Phoenix (que lo declino antes de su fatal muerte), y en que las aventuras más se asemejan al espíritu de la trilogía. Destacar los numerosos países en que se rodó la serie, aportando al conjunto credibilidad y exotismo.

Y digo esto porque la mayoría de capítulos no son más que otra cosa que Indy recorriendo el mundo y encontrándose con personajes influyentes de la historia del siglo XX (por lo que se recomendó incluso su proyección en colegios), tales como Pablo Picasso, Elliot Ness, Lawrence de Arabia, e incluso se había propuesto que cruzara su camino con personajes emblemáticos de las películas, tales como su antagonista Belloq o el padre de Marion, Abner Ravenwood, pero debido a la cancelación de la serie no vieron la luz. Aún así, es mucho más interesante que ver en cada capítulo a Indy viviendo una aventura, lo que habría sido demasiado irreal, y nos ayuda a indagar más en sus años como niño, estudiante, soldado, y su interés por la arqueología. Además, un Indiana de 93 años interpretado por George Hall introducía cada capítulo, aunque se editaron y cortaron estas partes, ya que no hacía justicia al personaje interpretado por Harrison Ford.

Como guinda del pastel, y como curiosidad, uno de los capítulos, "El misterio del blues", nos dio la posibilidad de ver a Harrison Ford enfundado en el traje de Indiana ("La última cruzada" no fue la última vez antes de la esperadísima cuarta parte), viviendo una (pequeña y algo infantil, todo hay que decirlo) aventura y dando pie al capítulo en sí mediante un flashback. En relación con "El reino de la calavera de cristal", la idea de las calaveras le surgió a Lucas durante la creación de la serie.

En definitiva, una buena reconstrucción de los orígenes y pasado de Indiana, que con su reciente reedición en DVD constituye un más que digno prólogo a las aventuras clásicas del arqueólogo. Y habiendo disfrutado ya de él en todas sus edades, esperamos con impaciencia la nueva incursión del héroe en pantalla grande, donde, a pesar de sus sesenta y tantos, seguro nos logra emocionar como el primer día.

Con esta serie nos brindan el honor de conocer las peripecias del joven Indiana desde su más corta juventud, con varios actores interpretando diferentes épocas de su niñez y adolescencia, vuelven a meternos en ese mundo aventurero de este personaje. También hay apariciones de un viejo Indi en ocasiones interpretado por Ford. Uno de los múltiples atractivos de la serie son sus localizaciones, ya que está rodada en localizaciones reales donde transcurre la historia, sitios dan dispares y variados como Inglaterra, Rusia, España, Checoslovaquia, Kenia, Francia, India, China, Austria, Egipto, los Estados Unidos, Marruecos, Irlanda, Italia, África, Turquía, Grecia y Tailandia. Las escenas del viejo Indy eliminadas en su emisión en España.

"Las aventuras del joven Indiana Jones" surgió como la lógica mercantil de que el personaje interpretado por Harrison Ford era demasiado bueno para dejarlo cerrado en aquella última búsqueda del Santo Grial en compañía de su padre.

Producto televisivo en pleno auge de la franquicia, uno no deja de recordar al observarla experimentos muy similares como los dibujos que surgieron después de las tres cintas de "Regreso al futuro", las animaciones de "Ace Ventura" o muchos otros ejemplos de como, en ocasiones, los productores intentan exprimir hasta el agobio a su gallina de los huevos de oro, que ya no podía dar más de sí.

Con alguna actuación interesante, resaltar que hubo episodios no emitidos en España... con todo, el joven Indiana Jones nunca suscitó tanta atención como la re-aparición de más talludito aventurero.

Para fans de la saga.

La saga del Dr. Jones quedó muy bien después de "Indiana Jones y la última cruzada" (1989). Fue una excelente película y la franquicia seguía en muy buena forma. Por su parte, Spielberg y Lucas, por entonces el Rey Midas y el creador de sueños de Hollywood, respectivamente, lo eran todo.

Lucas en particular pensó que la franquicia podía explotarse en otro medio más barato pero igualmente rentable, la TV. De modo que, aprovechando que al comienzo de la última película se delineaban algunos detalles sobre la juventud de Indy, decidió hacer negocio con ella. Es decir, una serie de TV sobre la juventud de Indy. Nació así "Las aventuras del joven Indiana Jones", allá por el 1992.

En España una, por entonces primigenia, "Antena 3" comenzó a emitirla durante la primera mitad de los 90 a modo de lujo televisivo en "prime time". ¡Una serie sobre Indiana Jones! No obstante, la serie aguantó en esa franja lo que tardaron los ejecutivos de la cadena en percatarse de que aquello no funcionaba, faltándoles tiempo para empujarla por la parrilla hasta ubicar su emisión en la madrugada. Una vergüenza, pero es que era lo que estaba pasando incluso en su país de origen, en EE.UU. Aquello no funcionaba.

Como la cosa tuvo su miga, quizás será mejor que pasemos a desgranar algunos detalles de forma más inquisitiva.

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Preguntas y respuestas sobre "Las aventuras del joven Indiana Jones"
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- ¿De qué iba la serie?

Contaba la infancia, adolescencia y algún retazo de su vejez de Indiana Jones, mostrando todas las aventuras en las que se había visto envuelto, que fueron muchos. Tantas, que Jones era un libro de historia con patas, porque no había hecho histórico en el que no estuviese implicado (lo que casi rayaba en la parodia). No era, en principio, una serie sobre aventuras fantásticas, sino ficción anclada a hechos reales.


- ¿Cómo era la serie?

Pues una mezcla de buena voluntad, mercantilismo y aburrimiento.

Buena voluntad porque, Lucas, en un ejercicio de publicidad que lo mismo ni siquiera se creía él mismo, la vendió como un producto educativo que debía verse en los colegios e institutos. Un intento de enseñar historia con el personaje de Indiana Jones como excusa. Algo así como lo que propuso el videojuego "¿Dónde se esconde Carmen San Diego?" hace casi treinta años, pero con Indy. La idea, en principio, no era mala.

Mercantilismo, porque se veía a la legua que a Lucas lo que le molaba era sacar tajada de una franquicia aún productiva, por lo que siguió apretando la gallina para que pusiera más huevos. Si esto hubiera sido un éxito en los colegios, ¡la virgen!, el pastizal que hubiese hecho Lucasfilm cobrando derechos.

Aburrimiento, porque la serie era un tostonazo. Estudiar historia de joven casi nunca es interesante (salvo para los cuatro gatos de turno) y con este producto se pensó que el problema quedaría arreglado. No fue así. Los guiones no tenían chicha, los actores que dieron vida a Indiana en diferentes etapas de su vida eran unos muermazos, y cada episodio era más bien una excusa para meterle a los telespectadores conocimientos de historia con calzador. Sencillamente era dorar la píldora para ver si colaba.


- Entonces, ¿no había elementos fantásticos, arcas perdidas, griales ni cosas así?

No, nasti de plasti. Al menos, hasta donde yo sé.


- ¿Cuántas temporadas tuvo?

La serie tuvo un recorrido rarísimo. Entre 1992 y 1993 se rodaron dos temporadas de duración irregular (6 episodios y 22 episodios, respectivamente). Luego, en 1999, se rodó una tercera temporada de 22 episodios. Y entre 1994 y el 2000, Lucas produjo 20 películas para TV y vídeo del joven Indiana Jones. Un ejemplo de la cabezonería de George quien, si ya a mediados de los 90 quedaba claro que casi nadie quería ver este peñazo (ni, por supuesto, lo querían en los colegios), seguía produciendo nuevas entregas aun después de estrenar "La amenaza fantasma". El tío fue insistente como pocos.


- ¿Harrison Ford tuvo algo que ver con esto?

No, aunque un comentarista cita un brevísimo cameo, quizás para darle vidilla. Pero salvo esa excepción, Ford ni estaba ni se lo esperaba. Fueron otros actores, bastante malos, quienes hicieron de Jones. Cosa lógica, porque se abarcaban tres edades: infancia, juventud y senectud. Ninguno tuvo el carisma del Indy conocido (la excusa mala sería que Indy estaba creciendo y formándose una personalidad) y, lo que es peor, en ellos no se vislumbraba nada de lo que sería (o fue) el profesor. Recuerda al debate que ha habido con el personaje de Han Solo y la precuela en donde se relata su juventud. El colmo del ridículo era el Indy anciano, que era una momia en un geriátrico. Daba pena.


- Hombre, algo bueno tendría la serie, ¿no?

Sí. Técnicamente estaba muy bien hecha, y históricamente era muy precisa. No en vano, ganó varios premios. Pero aburría a las ostras.


- Un momento, ¿cómo sabes esto? ¿Te has visto todo este mondongo?

No, ni de lejos. Llegué a ver cuatro o cinco episodios, y hace de esto casi 25 años. Pero, tras hablarlo con gente que sí vio más, mi opinión no está desencaminada. No es fácil encontrar a un pobre diablo que se haya tragado toda esta basura.


- ¿Habrá más entregas?

No lo sé. Lucas hace casi veinte años que abandonó el proyecto. Además, en el 2012 vendió Lucasfilm y sus franquicias a Disney. Aquí Lucas ya ni pincha ni corta. Además, está muy ocupado con su nueva paternidad, y eso que ya es un anciano. Eso sí, cuando se muera, que nadie se extrañe si Disney intenta hacer caja con este asunto. Ya se sabe que es morirse uno y todos a alabarte.

En resumen, en una época en la que las series de TV eran la tercera división actoral, lugar de actores iniciándose o de viejas glorias en sus postrimerías, Lucas se gastó mucho dinero en sacar adelante esta extraña serie que solo le gustó a él.

Lo primero que te viene a la cabeza al ver esta serie es "¿de verdad este es Indy?. No te la puedes creer en ningún momento, es aburrida y ¡el casting de la serie es el peor de la historia!, no se puede fallar más, nos presentan a nuestro querido Indy en tres etapas de su vida: niño, pollastre y viejuno; a cada cual peor.

El niño es un infante rubio con peinado de principito que te dan ganas de mandarle a la mierda desde un principio, repelente y sabelotodo, inoportuna con sus chorradas al pobre Sigmund Freud.
El pollastre es un tipo con cada de alelado y una mirada tan blandita que parece a punto de llorar en todas sus escenas, no podían haber elegido a un actor que se pareciese menos a Harrison Ford.
Vale, River Phoenix tampoco se parecía, pero al menos imitaba su pose canalla, este Sean Patrick en ningún momento lo intenta.
El viejuno es una burla, gordo, tuerto y cascarrabias es como si nos dijesen "mirad, así de mal acaban los héroes, chavales", lo cual no es lógico, pues vemos que su padre (Sean Connery) envejeció bastante bien.

Sin duda la serie está hecha por gente que odia a muerte al personaje, pero esta pandilla de amargados no podrá con Indy.
Para colmo, la serie tiene uno de los recursos que más odio: el corta-pega de otras películas, cortan escenas de otras producciones y las meten de tapadillo esperando que no se note.