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En mitad de la noche

Drama Jerry Kingsley (March), un hombre viudo y solitario, es el propietario de una fábrica de ropa, en la que trabaja Betty Preisser (Novak), una joven y atractiva divorciada de la que se enamora. Al igual que en "Marty" (1955), su opera prima, Delbert Mann vuelve a tratar el tema de la soledad. (FILMAFFINITY)
Críticas 5
Críticas ordenadas por utilidad
28 de octubre de 2012
16 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
En el momento de escribir esta crítica, la película tiene un mísero 5,4, cosa que no se merece en absoluto. Se trata de la adaptación de una obra de teatro pero que no se nota en absoluto en la pantalla. El film trata de abordar de manera bastante realista los amoríos de un hombre maduro por una de las trabajadoras de su fábrica. Tal vez lo que haya decepcionado a quienes la hayan visto es que se esperaban el típico drama romántico y sofisticado, con ambientes lujosos, diálogos afilados, melodrama a raudales, etc. Pero aquí no hay nada de eso: ella no es una sofisticada secretaria, trabaja en un cuchitril junto con sus compañeras; él es un hombre mayor de verdad, no un chaval con cuatro canas pintadas, y no tiene un gran despacho sino que se pasea entre máquinas de coser y patrones. Tampoco el romance entre ellos es ejemplar, lejos de tirarse en brazos el uno del otro, cual melodrama empalagoso, vemos como titubean, mienten, se arrepienten, se buscan, se huyen, se dejan presionar por quienes les rodean, etc. No es sin embargo una película fría y desapasionada, ni un drama social de denuncia: los personajes principales y los secundarios están muy bien presentados, son verosímiles cien por cien, con sus defectos y sus virtudes. Te quedas enganchado por saber si triunfará el amor entre ellos o las convenciones sociales.
El único pero que tengo que ponerle es excesivo hincapié que se hace a lo largo de toda la película en que, a la edad del protagonista, ya está todo el pescado vendido y que, criados los hijos, prácticamente no le queda a uno nada que hacer salvo jubilarse y echarse a morir. Me parece un pesimismo impostado que queda un poco fuera de lugar.
En definitiva, me parece una película muy recomendable para aquel que desee ver un buen cine americano que es capaz, por una vez, de dejar a un lado sus innumerables clichés románticos y que se centra en un desarrollo realista del tema pero sin pasarse al extremo contrario del descarnamiento y la suciedad.
Klara
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24 de octubre de 2019
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
No la había visto, y eso que sale Fredric March, para mi uno de los mejores actores, posiblemente el mejor, del Hollywood clásico ganador de dos Oscars: "El hombre y el monstruo" (1932) y "Los mejores años de nuestra vida" (1946); candidato a otros tres, "The Royal Family of Broadway" (1931), "Ha nacido una estrella" (1937) y "La muerte de un viajante" (1951), pero injustamente olvidado en la actualidad. Por fin la he visto en DVD, y realmente me ha parecido una obra maestra, adelantada a su tiempo donde se habla sin tapujos de relaciones románticas y sexo con total naturalidad. El gran Fredric March interpreta, en esta adaptación para el cine de una obra teatral, a un maduro empresario viudo de 56 años que se enamora como un adolescente de su empleada de 24 años, también divorciada, interpretada estupendamente por la guapa Kim Novak, en una de las mejores interpretaciones de su carrera, comenzando los dos una creíble relación llena de miedos e ilusiones al mismo tiempo, por la pronunciada diferencia de edad entre ambos, así como todos los impedimentos que se encuentran a su paso con las personas de su entorno (familiares y amigos) que no ven con buenos ojos esa relación. Fredric March fue nominado, como no, a los Globos de Oro al Mejor actor y la película a la Palma de Oro del Festival de Cannes ese año, así como fue incluida también en el National Board of Review: Top 10 mejores películas de 1959. Dirigida magistralmente por Delbert Mann y rodada en escenarios naturales (en las calles), "En la mitad de la noche" es una obra maestra que retrata de forma realista el problema de la diferencia de edad y el miedo a envejecer en la búsqueda del amor, con todos su miedos pero también ilusiones y pasiones al encontrar por fin esa pareja soñada, sea cual sea la edad, abandonando por fin esa soledad a la que parece estamos abocados al envejecer. "En la mitad de la noche", una gran drama romántico, como la vida misma, de visión obligada para todos los amantes del cine y especialmente aquellos que aún buscan y creen en el amor a partir de los cincuenta.
LUISMAL
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12 de octubre de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
De lo que de verdad habla la película es de la pasión, sin ella no se puede vivir.
Se vegeta, se sobrevive, se malvive, se va tirando, (como suele decirse).
Otro tema es la soledad que va unida a la vida moderna.

Fredric March, cincuenta y seis años un buen negocio, viudo, con hijos mayores.
Vive su vida pero le falta la pasión, su vida es una sucesión de rutinas, obligaciones.

Kim Novak, 24 años, guapa, monísima, separada, vive con su madre de nuevo, le falta pasión en su vida.
Casarse con una chica más joven que su propia hija, con una inmadurez emocional amplia y una diferencia de edad donde los gustos, aficiones, criterios, puntos de vista se diferencian marcadamente.

Toca desde la primera atracción, al enamoramiento, miedo, celos, conveniencias, inseguridades.
Maneja una amplio espectro de sentimientos y los airea con profundidad.
Algunos clichés y tópicos pero en conjunto los evita con habilidad.

La Novak, cuyo verdadero nombre era Marilyn y los estudios le pusieron Kim, para que no chocase con la otra rubia del momento. ( Tenía 26 años cuando la rodó).
Crea una interpretación notable y demuestra que era mucho más que una mera belleza.

Fredric March, levanta media película el sólo y vuelve a demostrar que fue uno de los grandes entre los grandes.
No entiendo por qué tan poco reconocido hoy en día. (Tenía 62 años cuando la rodó).

Se nota que el origen de la historia proviene de una obra de teatro dirigida por Joshua Logan, abusa de diálogos aunque hay que reconocer que muchos son ingeniosos, auténticos dardos.

No conozco ninguna película que toque el tema del amor y casamiento entre un hombre mayor y una joven, con esta profundidad y forma poliédrica como lo hace, sin caer en tópicos típicos, más allá de los convencionalismos sociales, que también los hay, puesto que es un melodrama.
Zappianin
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22 de julio de 2023
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Historia de amor en 2 actos, “Middle of the Night”, es una obra escrita por, Paddy Chayefsky, que primero se llevó a la televisión (en 1954) como un episodio de, The Philco-Goodyear Television Playhouse, dirigido por Delbert Mann, y con, E.G. Marshall y Eva Marie Saint, en los roles protagónicos. Luego, bajo la dirección de Joshua Logan, se estrenó en las tablas, en el ANTA Playhouse de New York, el 8 de febrero de 1956 y estuvo en cartelera hasta el 25 de mayo de 1957. La interpretaron, Edward G. Robinson y Gena Rowlands, y fueron muy bien acogidos por la chispa que pusieron en sus personajes.

Como era de esperarse -¡todo lo que tiene éxito huele muy bien!- no tardó el cine en interesarse por la adaptación de la obra… y el notable director, Delbert Mann, fue nuevamente el encargado de dirigirla, al tiempo que se eligió a dos estrellas de renombre: Fredric March y Kim Novak.

La historia que se nos cuenta, tiene como protagonista a, Betty Preisser (adorable, Kim Novak), la digna recepcionista de una fábrica de confecciones quien, recién separada, al sentirse mal un día, opta por irse para su casa y se lleva un trabajo para terminarlo allí. Cuando el jefe, Jerry Kingsley (Fredric March), un hombre de 56 años, viudo y bastante recto, pasa a recoger el material, al ver la crisis emocional por la que pasa la chica, se dispone a escucharla… y la adorable figura… la manera de hablar y de moverse… y la indefensión de la joven, lo deja atrapado… y desde entonces, hará la forma de verla dentro o fuera de la empresa.

Comienza, así, una historia de amor que, de entrada, podría alentar el prejuicio de la chica pobre en busca del dinero del hombre rico, pero, la honestidad de la joven quizás desvanezca esta suposición, y lo que surja sea una atracción que bien puede darse no obstante las diferencias de edad, pues, el hombre mayor sigue anhelando los grandes e inolvidables amores de su juventud; y la mujer joven puede sentirse atraída por la madurez, el respeto y la seguridad que le brinda un hombre con canas.

Pero, aunque el amor no sabe de edades, la razón sí… y es claro que, por lo general, sobre el hombre mayor pesa la falta de energía para el sexo y el poco entusiasmo para la aventura; la vida laboral de alto compromiso le deja poco tiempo; y será inevitable la comparación que hará con sus anteriores relaciones. En cuanto a la mujer, anhelará sin duda a un hombre fogoso y apasionado con la vida. Un hombre lleno de energía dispuesto a las aventuras, las fiestas y los trasnochos; y será inevitable que se sienta atraída por hombres más jóvenes que no faltarán en su camino. Es entonces, cuando el hombre, si es celoso, querrá tenerla en una jaula o siempre bajo control… y así comenzarán los disgustos, las amarguras, el desencanto… y talvez hasta la desgracia.

(Aquí citaré situaciones claves) El afán de libertad que, en numerosas ocasiones expone la honesta Betty, es una clarísima alarma de que, en la relación con Kingsley, le será muy difícil ser feliz. Lo que ocurre, la única vez en que ve de nuevo a su exmarido, ¡es contundente!, y pasarlo de largo será un fatal error. En este sentido, justificar un final feliz es una pobre esperanza, y por más que entendamos que, para el amor no hay edades, las condiciones de esta pareja –a la que se suma una rotunda oposición familiar de lado y lado- no permite augurar felicidad alguna.

Por otro lado -quizás por problemas de censura- el trato que se dan en el filme, Jerry y Betty, luce como el de nieta y abuelo, e imposible es creer que sea el de una pareja que se alma al punto de enfrentarse contra todos los prejuicios.

Ahora entiendo por qué, Joshua Logan, quedó tan desencantado al ver la película. La obra de teatro tenía una buena dosis de humor y no se tomaba demasiado en serio.

Título para Latinoamérica: MEDIANOCHE PASIONAL
Luis Guillermo Cardona
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24 de agosto de 2022
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Qué añadir a lo que ya han dicho otras reseñas antes? Que pese a las 2 horas y el doblaje defectuoso que encontré, se hace corta. Delbert Mann lo vuelve a bordar, como hizo poco antes en Marty (1955). En una historia muy creíble, unos personajes francos hablan sin tapujos al espectador de sus verdaderos sentimientos, sencillos y al tiempo complejos, vívidos incluso en una situación tan especial como la que se plantea, el amor entre dos personas de edad muy diferente. Soberbias interpretaciones, sobre todo de Fredric March (inolvidable en su papel de Dr. Jekyll/Mr Hyde en la versión de 1931 de R. Mamoulian), pero también, por qué no, de Kim Novak, bellísima pero solvente en su papel de joven llena de dudas; y los demás actores también a la altura, con el siempre convincente Martin Balsam, o la desconocida por entonces Lee Grant en un pequeño papel. O sea, un melodrama perfecto al que no le encuentro pega alguna. De ahí la alta puntuación.
Joanarcos
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