El hijo de la pantera rosa

Blake Edwards persiguió a l Cenicienta, poco le faltó, porque el tiempo dio la razón a quienes confiaban en el talento de Roberto Benigni. Sin embargo, el espectro de Peter Sellers seguía resistiendo, ahora y siempre, como dirían R. Goscinny y A. Uderzo, al invasor. El mítico inspector resultaba esquivo a cualquier otro comediante.

Repite Herbert Lom, imperial como siempre, pero da la sensación de que, aunque repitan antiguos miembros del reparto (incluso Claudia Cardinale, inédita desde la primera entrega de la franquicia), la magia no tiene el efecto de antaño y que, incluso ciertos intentados de dar continuidad a la segunda parte (algo rarísimo en esta saga), terminan cayendo en saco roto.

Incluso La mítica pantera rosada parece ya tener poco que ver con esto.

Hay cuestiones, con todo el respeto para Benigni (que incluso consiguió el acompañamiento de su eterna pareja de bailes, Nicoletta Braschi(, que necesitan quedar cerradas...

Y este nuevo caso de la dinastía Clouseau no tiene el charming de antaño.

Unos zapatos muy difíciles.

Blake Edwars no tiró la toalla con respecto a su famosa saga, ni años después de la muerte del actor protagonista, e intentó resucitarla, como no podía ser de otra manera, sacándole un hijo secreto por ahí, interpretado por Roberto Benigni.

La idea, la verdad... salio regular. La peli viene a ser otro intento de hacer gracia con las mismas escenas de siempre, y aunque reconozco que en un par de momentos me hizo reír, considero que la película es totalmente innecesaria, con un protagonista que parece más tonto que “despistado y gafe“, que es como definiría yo al bueno de Closeau de Peter Selles.

Sketches repetidos, humor tonto más que otra cosa, y poco que destaque, pese a tener a Claudia Cardinale enseñando chicha. Peli olvidable.

No sé en que momento se me ocurrió que seria buena idea darle una oportunidad a...bueno a esta cosa a la que hay que llamar película...

Estamos ante una de las franquicias más sobreexplotadas de la historia, incluso después de muerto Sellers. Yo equiparo este caso al de Bruce Lee, aunque no tan a lo bestia como la "Bruceexplotation". Y es que "Tras la pista de la pantera rosa" podría equipararse perfectamente con "Juego con la Muerte " del 78. Las 2 son infames películas.

Me encantan las 4 primeras películas (las oficiales, entiéndase. Aquel experimento con Alan Arkin no cuenta). La quinta entrega (ultima con Sellers) ya me pareció nefasta. Me vi el pastiche de "Tras la pista...", pero de las últimas 2 no quise saber nada. Pero hoy por casualidad, me he topado con el tráiler de esta película que nos ocupa: "El hijo de la Pantera Rosa." He pensado que aunque no soporto a Benigni, no estaría tan mal. Craso error.

El primer problema con esta película es que se siente completamente desfasada. Esta muy fuera de su tiempo. No puedes pretender que algo que tenía su gracia en los 60-70, funcione en 1993. Si la idea era refrescar la franquicia, esta no era la forma. En ese sentido, las películas de Steve Martin, siendo más malas que un dolor de muelas, por lo menos hicieron lo más coherente a estas alturas: Un reboot.

Volviendo a la película, no hay por donde cogerla. Benigni es una malísima imitación de Sellers, siendo incluso peor que Steve Martin, que ya es decir... Los secundarios no tienen gracia ninguna. Incluso Dreyfus es una parodia de la parodia. Para colmo te traen a Claudia Cardinale de la primera película, haciendo el papel de Elke Sommer de la segunda. ¿Coherencia? Ninguna. Después está la trama del secuestro, que no no tiene ningún sentido.

Conclusión: No perdáis el tiempo en esta basura. Volved a veros las de Sellers, que con esas por lo menos te ries a gusto. NOTA: 1/10 y porque no deja poner menos.

Estas son las aventuras y peripecias de un torpe policía francés que resulta ser el hijo ilegítimo del famoso inspector Clouseau. Hace treinta años que el famoso inspector Clouseau tuvo relaciones con María Gambrelli (Elke Sommer en la película de 1964).

Ahora ésta vive en una localidad costera del sur de Francia (interpretada por Claudia Cardinale, que fue la princesa Dala en la de 1963), a la que acude la princesa árabe Yasmin de Lugash (la morena Debra Farentino) con su padre. Pero la princesa es secuestrada y llaman a Dreyfus para rescatarla.

El agente local que se encarga del caso resulta ser hijo de Maria Gambrelli y del famoso inspector: Jacques Clouseau Jr.

Henri Mancini, aparece como el mismo, en un cameo en esta película. En el reparto también aparece Jennifer Edwards, la hija del director Blake Edwards.

Blake Edwards volvió a la saga del inspector Closeau sin Peter Sellers y con menos fortuna que nunca, contando con el cómico Roberto Benigni para encarnar al familiar más allegado del inspector. El guión y la puesta en escena son de una mediocridad inusitada en el cine de Edwards, evidenciando su ambición puramente comercial, para colmo no tuvo éxito en la taquilla.

La película genero por venta de taquillas la cantidad de $2, 457,574 millones en Estados Unidos solamente. La actuación del comediante italiano Roberto Benigni fue más contraproducente que beneficiosa (la crítica lo calificó como el peor sucesor de Peter Sellers), estuvo nominado a los “Razzie” como la peor nueva estrella. ¡Juzgue usted!

Roberto Benigni es un actor y director italiano de cine y televisión y ganador de un Oscar al mejor actor en 1998. Su esposa, Nicoletta Braschi, suele acompañarle en sus “films” que le han dado una enorme fama en Italia y es considerado como el mejor actor cómico italiano de los años noventa.

Benigni es conocido sobre todo por “La Vita è bella” (1997), que narra la historia de un hombre que trata de proteger a su hijo en un campo de concentración nazi. Durante su estancia ahí, le presenta la vida diaria como un juego con una serie de reglas que seguir para ganar. La película obtuvo el Oscar al mejor actor, el Oscar a la mejor película extranjera y el Oscar a la mejor banda sonora.

Benigni ha sido comparado con actores cómicos como Buster Keaton o Chaplin por su carácter humorístico.