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Amor eterno

Drama. Romance. Bélico A punto de terminar la I Guerra Mundial (1914-1918), Mathilde recibe la noticia de que su prometido es uno de los cinco soldados que, tras haber sido sometidos a un consejo de guerra, han sido enviados a la tierra de nadie que hay entre el ejército francés y el alemán, lo cual supone una muerte casi segura. A pesar de todo, emprende un duro viaje para conocer el destino de su prometido y, aunque las noticias que va recibiendo son ... [+]
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Críticas 83
Críticas ordenadas por utilidad
1 de junio de 2006
147 de 174 usuarios han encontrado esta crítica útil
-A “Benuá” le dispararon en la pierna y no pudo volver… (¿Quién era ese? El cocinero? El del bigote? El Capitán? Me estoy perdiendo……pero es todo taaaaaaaaan bonito.)
-Hirieron en la cabeza a "Fabrié"… (Ese era el del guante rojo? El del bigote? El corso? No, no, fijo que es el de las botas, o no? Me he vuelto a perder, pero que más da……es todo taaaaaaaan bonito.)
-Benoche? Bastoche?... (Cuál de todos ellos es? Y el del bigote? Como demonios se llama el tío del bigote? Me pierdo por decimonovena vez consecutiva pero es todo taaaaaaan bonito.)

Sí, hay una docena de tipos que parecen todos iguales y los nombrecitos no ayudan mucho a ponerles cara y es bastante fácil perderse en ese embrollo de personajes. Pero esas praderas tan verdes, ese cielo anaranjado, esos campos amarillos que ondulan con el viento, esa llamada telefónica donde el interlocutor aparece de repente en una burbuja, esa gris y fangosa recreación de la guerra…Esa Tautou tras los pasos perdidos de su amado, inasequible al desaliento, decidida y esperanzada. Ese amor, pasteloso y cursi pero épico y mágico también. Toda la peli es un espectáculo.

Superior a Amélie en todos los sentidos, excepto en la banda sonora. Aquí Jeunet aparca el terreno de la fábula para irse por otros derroteros más complicados pero siempre haciendo gala de su excesivo y embriagador estilo preciosista, con el mismo humor y la misma narración omnisciente. Se agradece que en el doblaje sea la bonita y cálida voz de Leonor Watling la que nos introduzca en la historia.
Si eres capaz de hacerte con los nombres y las caras en cinco minutos, felicidades! Si no eres capaz, que será lo más probable te perderás....y te encontrarás, te volverás a perder y te volverás a encontrar y así varias veces....pero es todo taaaaaan bonito.
Khaledia
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22 de abril de 2008
107 de 113 usuarios han encontrado esta crítica útil
Empezamos por el principio, busquemos un adjetivo para definirlo como se merece... seductor!! enormemente seductor, al igual que la voz de Leonor Watling a la hora de narrar. Si eres capaz de apagar el televisor y dejar de ver la película despues de ver los primeros 30 segundos de ésta es que tienes aluminio en las venas.

Por otro lado, la trama es complicada de seguir, mucho nombre francés, mucho dato, pero si tienes el mando a mano y de vez en cuando rebobinas para quedarte bien con lo que han dicho da igual, sigue siendo un poco laberíntico, pero es que eso no es lo principal de una producción que destila belleza por los cuatro costados, y es que se trata de poesía visual, una
sinfonía de colores que te sumerge en un paraíso onírico ante el cual es prácticamente imposible permanecer ajeno, la armonía de sus formas es sencillamente obra de un artista.

Aun así, la trama conserva vital importancia y resulta encantador el revuelto de flashbacks con el que juega, los detalles aparentemente mundanos convertidos en piezas clave, una música que pone los pelos de punta, así como la narración que unida a la belleza visual del filme forman un conglomerado digno de un 10, lo que hace que me pregunte porqué demonios le he puesto un 9...

Respecto al parecido con Amelie, pienso que son dos películas que no llegan a ser contrapuestas, pero cuyas diferencias las hacen totalmente independientes la una de la otra, y es que el personaje de Mathilde, mucho más humano, juega con la esperanza y la fe ciega, mientras que Amelie, (como diría Willie Wonka) simplemente es feliz de estar ahí. ^^

Y acabemos con el final... señores, que final, amo los finales abiertos, amo esa puerta a la imaginación, amo acostarme imaginando como continúa la historia y recrearla en mi cabeza y amo las cosas que me hacen feliz. Y películas como estas suponen un chute de endorfinas que cualquier cerebro agradece.
Yerro
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4 de junio de 2007
41 de 45 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Largo domingo de noviazgo”, comienza primero con un abierto tono de denuncia de la podredumbre moral de la clase militar francesa, mostrándonos el modo en que muchos soldados se autolesionaban para escapar del infierno del frente y regresar a casa como heridos, o castigos como el abandonar a los soldados insumisos en lugares de las líneas enemigas de las que no pudieran escapar y que fueran ejecutados de esta manera sin juicio ni sentencia.
Pero ante todo “Largo domingo de noviazgo” es una historia de amor, que trata de llegarnos al corazón con esa estética tan propia de Jeunet, el cual le saca partido a esa cierta mística de las trincheras, laberintos de suciedad y muerte, que eran lo único que separaban a los hombres de la vida y la muerte, y paralelamente, de la mayor fuente de evocación y esperanza posible: la del amor que se ha marchado y del que no sabemos siquiera si va a volver.
"Largo domingo de noviazgo" sería como un río, del que se puede prever cómo va a acabar, a dónde va a llegar, pero cuyo misterio reside en el por dónde va a pasar, y en la belleza particular de cada paisaje que forma con el conjunto por donde pasa, aunque naturalmente ese paisaje no es continuo y también da paso a tramos menos pintorescos, así pues "Largo domingo de noviazgo" puede que no resulte todo lo interesante que debiera en su conjunto, pero sí que resulta una maravillosa colección de segmentos mágicos y conmovedores, y que de lo particular transfieren brillo a lo general.
Demasiados nombres, demasiados personajes del pasado, el curso de las indagaciones se hacen confusas y a ratos farragosas, (vamos que a la historia solo le falta Paco Lobatón), pero permiten la introducción de una buena galería de personajes estupendos, cada uno con su propia historia que contar, y facilitan la intercalación de anécdotas cargadas de humanidad.
La película está estructurada en un interesante juego de binomios, pares contrapuestos que transfieren como vasos comunicantes fuerza de cada uno de los lados al otro. Pares para una historia contada con acciones en dos épocas diferentes; en dos tonos diferentes:

- El mundo de Mathilde en el presente es un mundo de entrañables caracteres y un sentido del humor constante, mientras que el mundo de Manech en las trincheras, es una realista descripción dura y cruda de la Primera Guerra Mundial

- Una película en dos fotografías, siendo toda la parte de Mathilde contada en fantasiosos tonos sepias, como de fotografía antigua, y la parte de la guerra tratada más bien en tonos realistas, color barro y uniformes;

- De nuevo un par más, dos mujeres, Mathilda y Tina Lombardi, embarcadas en la misma búsqueda pero la una dedicada al amor y la esperanza y la otra al odio y la venganza

Buena película en su conjunto.
Arakiri
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15 de septiembre de 2007
42 de 48 usuarios han encontrado esta crítica útil
Jeunet vuelve a reclutar a su musa, una de las actrices más bellas e hipnóticas de Francia: Audrey Tautou. Y lo consiguen de nuevo.
Con el sello inconfundible del creador de "Amelie", sello que impregna cada fotograma, se nos abren las puertas a un casi colosal drama bélico y romántico.
La singular mente prolífica e imaginativa del director compone una historia en la que se aúnan los sentidos, el espíritu, el horror y la esperanza, un gran tapiz repleto de filigranas claras y oscuras, coloridas y desvaídas. Y se convierte en una de las más grandes y peculiares películas bélicas que cualquier espectador tenga el honor de contemplar.
Verano de 1920. Mathilde es una joven francesa que espera el regreso de su novio, Manech, al que se da por desaparecido y probablemente muerto en el frente desde 1917, en plena Guerra Mundial.
Todas las evidencias apuntan a que no cabe ninguna esperanza. Pero Mathilde no se rinde. Su naturaleza optimista no admite la derrota, así que iniciará una exhaustiva investigación, moviendo hilos y buscando a gente que pueda saber algo de Manech.
Audrey Tautou despliega su encanto en un papel a la medida para ella, el de una chica a la vez dulce y terca que no descansa hasta lograr sus própósitos. De apariencia frágil pero de férrea voluntad.
Poco a poco, la investigación nos va devolviendo un pasado repleto de belleza, de poesía, de horror, de sordidez, de dolor. Vamos comprendiendo por qué Mathilde no puede rendirse: porque Manech es toda su vida, es como su propio ser. No puede decirle adiós sin decirse adiós a sí misma. El hilo que la une a él está sustentado por un amor tan profundo que ella no puede concebir que se rompa. Y si se rompe, siempre podrá ahorcarse con él.
Nos sumergimos en toda la atrocidad de la guerra: escenas dantescas y brutales; en las vilezas de la condición humana; en recuerdos plagados de belleza y poesía (las escenas del faro, del campanario de la iglesia... son únicas); en las pasiones; en las cosas corrientes...
Con el estilo narrativo que ya caracterizó a "Amelie", el guión gusta de mostrarnos rasgos y detalles a menudo humorísticos, chocantes, raros, originales y escabrosos de los personajes, a modo de presentación. Y todo se ve desde una óptica en la que entran en mucho juego los sentidos. Es un director que se deleita en jugar con nuestras sensaciones a través del juego de las imágenes y los sonidos. Nos hace intuir y evocar a través de pequeños detalles que Jeunet no descarta en sus películas, por insignificantes que parezcan. Juega con pequeñas cosas cotidianas que cualquiera podría pasar por alto, pero a las que él concede importancia.
Déjense llevar por la intuición, por los sentimientos. Sientan cómo les envuelve la trama, cómo se va enrevesando el dilema mientras Mathilde se niega a dejarse vencer por muy desalentadoras que sean las pistas que va hallando.
Sigo en el spoiler (qué lata esto de los 3000 caracteres...)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Vivoleyendo
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26 de noviembre de 2005
43 de 66 usuarios han encontrado esta crítica útil
El alcohol, la televisión, el sistema educativo español y los puñetazos en la cabeza son sólo algunos de los factores han ido mermando mi capacidad de atención, hasta el punto de que tengo que reconocer que a veces me cuesta seguir el argumento de pelis cuyos guiones contengan demasiados nombres y datos que haya que memorizar para poder captar el 100% la trama.
Me pasó con muchos clásicos de cine negro de los 40, y me pasó con L.A. Confidential y con El Gran Lebowski y con Sospechosos Habituales, que la primera vez que las vi no me aprendí todos los nombres de los personajes y me perdí en la confusión de la trama y me limité a disfrutar de los diálogos, de la fotografía, de los chistes y de las hostialidades. Y la segunda vez que las vi descubrí un huevo de detalles que se me habían escapado a simple vista.

Luego hay otras pelis con tramas anodinas y previsibles, en las que ocurren pocas cosas, y lo que ocurre lo recalcan tanto que uno se aburre y siente que le toman por gilipollas de tantas veces que le cuentan lo mismo... quizá le cuentan lo mismo desde diferentes puntos de vista, y quizá con la ilusión de estar profundizando en el tema, pero yo me aburro y me dan ganas de irme antes de que acabe la peli.

Y parecen dos concepciones contrapuestas del hecho cinematográfico, pero el Largo Domingo de Noviazgo consigue aunar lo peor de estos dos mundos en una sola peli que a) despista con tantos nombres y tantos datos, y al mismo tiempo b) aburre de tan previsible y de tantos flashbacks de inspiración ciudadanokaneana que en cuentagotas van arrojando pistas sobre un misterio que es el siguiente:

"El novio de Amélie va a la guerra y no vuelve y todos lo dan por muerto excepto ella, que en el fondo de su corazón sabe que está vivo... ¿estará vivo en realidad? Y, en caso de que lo esté, ¿qué excusa pondrá el chaval por no haberse acordado de llamarla en tantos años?"

La peli parece estar dirigida a aquellos que no sean capazes de adivinar en 20 segundos las respuestas a estas preguntas, pues los que ya se imaginen de que va el parcal verán el proceso de investigación con el interés de quién ve el proceso de formación de una mancha de humedad en la pared de un lavabo.
Eso sí, el lavabo de esta metáfora sería un lavabo bonito, como bonita es toda la estética de la peli (casi empalagosa de tan excesivamente bonita, pero qué narices, a mí me gustan los excesos).

Y además... bueno... los personajes se pasan casi toda la peli vestidos, pero... ladies and gentlemen... hay unos segundos en los que se ve el culete de la Audrey Tatou!!!

Nota: un sufi (pero ojo, que si le quitasen dos horas y dejasen sólo la escena del zepelín y el primer plano del culete de Amélie, le pondría un notable!)


PD: ¿me lo parece a mí o cada peli de Jeunet es mejor que la siguiente?
Listocomics Puntocom
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