Bob Esponja: Un héroe fuera del agua

No sirve de nada ser hipócrita, ir de entendido, o creerse en posesión de una verdad absoluta a base de dilapidar algunos productos que llegan a la gran pantalla haciendo gala de una supuesta cinefilia sibarita. Hay películas que desde su concepción, tienen perfectamente claro su objetivo, y van a cumplirlo sin detenerse a buscar mayores aspiraciones. Títulos que saben cual es su papel en las carteleras y que saben conformarse con ese rol. "Bob Esponja: Un héroe fuera del agua" es un claro ejemplo de ese tipo de cine.

No creo que nadie pueda esperarse de un título como este una renovación del séptimo arte en base a una idea bergmaniana de la existencia; ni que haya intrépidos aventureros de la estética que busquen un experimento visual a la altura de Eisenstein o Buñuel. Bob Esponja es Bob Esponja, y juega su papel de Bob Esponja en una película de Bob Esponja. Y no hay más...

Todo aquel que se sienta atraído por el humor absurdo mezclado con los gags físicos que han paseado los habitantes de Fondo Bikini por la pequeña pantalla, se verán saciados con esta segunda puesta de largo, una cinta que mantiene intactos todos los elementos que han hecho famosos a estos personajes. El único aliciente, la posibilidad de ver ese tramo de metraje en el que los personajes se pasean por nuestro mundo haciendo gala de una animación de notable calidad, mientras siguen haciendo de las suyas. Lo demás, situaciones alocadas que se suceden a un ritmo vertiginoso, ofreciendo un espectáculo que se antoja similar a un episodio de larga duración de la serie madre. Un recital que hará las delicias del Sr. Pantalonescuadrados, Patricio, el Sr. Cangrejo, y compañía, y cuya única pega, es la espera demasiado dilatada del momento en el que nuestros queridos protagonistas vengan a la superficie a visitarnos, generando una expectación que puede no resultar satisfecha al cien por cien.

Si este ser amarillo te provoca urticaria, aquí tendrás hora y media de reacción alérgica para tu cuerpo. Si por el contrario, como a mí me sucede, has sucumbido al encanto marciano de una serie que, pese a quien le pese, tiene menos de infantil de lo que pretenden con su humor surrealista, disfrutarás como los más pequeños con las nuevas aventuras de estos, ya emblemáticos, personajes.

Vaya por delante que en mi vida había visto ni un solo episodio de Bob Esponja y que las circunstancias que acabaron conmigo viendo esta película aún no han sido esclarecidas. Pero el caso es que pasé un rato agradable y merece una crítica.

La primera impresión es que es todo tan irreal que parece estar ideado por consumidores de peyote para estos niños hiperactivos de hoy para los que los dibujos de toda la vida ya no son suficientes...

Luego, se tardan unos cinco minutos en aceptar lo absurdo de todo lo que ocurre, es decir una esponja hamburguesera un poco borderline con un amigo estrella de mar más borderline si cabe que luchan por rescatar la formula mágica de la hamburguesería donde uno trabaja y el otro engulle. Todo esto aderezado con plancton malvado, delfines reinonas futuristas, todo un pueblo obesionado hasta la demencia con la comida basura y un Antonio Banderas que la verdad es un pirata más interesante que cualquiera de los que salen en las secuelas de "Piratas del Caribe" por ejemplo.

Y una vez se acepta todo esto pues la verdad es que no es tan infantiloide como parece. Tiene unos diálogos bastante rápidos y con algún punto de mordacidad bastante logrado. Más de una carcajada sí que se me escapó con alguna irreverencia inesperada o alguna tontería tal que me dejó descolocado. Es para niños claro, lo supongo vamos, pero tiene sus cosillas que hacen que un adulto que no lo es tanto pueda disfrutarla sin problemas.

Enfin, que ni en mis más grotescas pesadillas cinematográficas me habría imaginado viendo esta película pero después de todo he de reconocer que no pasé mal rato y aquella tarde acabó siendo bastante interesante...

La postura fácil sería decir que Bob Esponja tiene sus años. Que qué pinta a estas alturas en los cines. Que su humor es bobo y anticuado.
Y, la verdad, admiro que alguien pensara eso de una historia tan insultantemente festiva como esta.

A golpe de ocurrencia y con el surrealismo como capitán, Bob Esponja en su segunda aventura cinematográfica arranca carcajadas de puro absurdo, en (afortunadamente) glorioso 2D.
La única regla es que no hay reglas, en una travesía chiflada en busca de la fórmula de la Kangreburguer que es mezcla metareferencial donde caben desde Mad Max hasta el más reciente cine de superhéroes.

Antonio Banderas pasándoselo en grande incluido, y yo que me alegro.
(Sin quitarle un gramo de ironía a un personaje que podría haber resultado una bobada enorme)

Cuesta creer que a día de hoy se haga algo tan abiertamente paródico, que no oculta que los responsables se lo han pasado tan bien como buscan que se lo pase el público.
Entre comedias de resacones en las Vegas y animación trascendental... que Bob Esponja vuelva es casi un atrevimiento, pero, y sobre todo, una gran alegría.

Solo así se entiende cómo se ha podido hacer una película como ésta.
Hay que reconocer un mérito a la película. A los niños, en general, les gustaba. Y los de la productora fueron unos visionarios, porque lo normal al ver el guión era que hubiesen despedido al culpable, y sin embargo, vieron el potencial con los niños. Pero los sufridos padres que salíamos del cine llevabamos cara de perplejidad, como no queriendo creer que habíamos gastado dinero y tiempo en ver eso.
Muy lejos de la serie de TV en la que sí hay a menudo situaciones divertidas.
Mala.

Estoy seguro de que el ingenio para el humor el dia de mañana va a ser basado en tramas como estas, con chistes que uff, ya habiamos visto millares de veces, con una mejoría para el divertir un rato pero no para tenerla en Blue Ray sino en DVD y verla cada vez que nos anuncien que tenemos una deuda la cual no podemos pagar, eso, para amortiguar un poco ese tipo de momentos malos.

Esta película debió haberse hecho tan pronto salió la 3 temporada ya que estaban frescos el humor y el desenvolvimiento de personajes.